EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Hola, amigos cinéfagos!
El androide con apariencia humana es un monstruo que, al igual que el vampiro, resulta relativamente barato de representar en pantalla. Basta un actor de cara seria y andares rígidos para que el espectador, poniendo un poco de buena voluntad, se lo imagine relleno de robot.
El título original es Eve of Destruction. Se juega con el hecho de que Eve significa Víspera y a la vez es el equivalente en inglés del nombre Eva, que es el que recibe el robot. Pero los traductores debieron pensar que Víspera de destrucción no sonaba demasiado atractivo ni dejaba claro al primer golpe de vista de que trata la película.
Una organización
gubernamental está desarrollando robots de combate con apariencia humana. Eve
8, el modelo más avanzado con el que cuentan, ya está casi liso. La dra. Eve Simons,
a cargo del proyecto, ha programado al robot grabándole sus propios recuerdos,
en un intento de darle unas reacciones lo más naturales posibles. Quizá dejándose
llevar por el ego, también le ha dado su apariencia.
Sacan a Eve 8 a la
calle para que efectúe una serie de tareas comunes, para comprobar como se
desenvuelve, si su imitación de persona real engaña a la gente. Una de
sus tareas es hacer algún tipo de gestión en un banco. Cuando se encuentra en este, unos
atracadores lo asaltan y se produce un tiroteo. Esto activa su protocolo de combate,
con lo que ya tenemos al robot descontrolado suelto.
El gobierno pone
al mando del equipo de neutralización a McQuade, especialista en operaciones de
antiterrorismo. Mientras tanto, Eve 8 se dedica a viajar sin un patrón claro, matando
a algunas personas sin relación aparente. La dra. Simons termina por darse
cuenta que Eve 8 está cumpliendo sus deseos reprimidos.
Al tener una
grabación de sus recuerdos, está haciendo todo lo que ella no se atrevió a
hacer en su vida, ya fuera por falta de carácter, por sus convicciones morales, o por
miedo a las consecuencias: vestir de forma más llamativa, ligar en un bar de mala
muerte con el más sucio y vulgar de los clientes, reconciliarse con su padre
maltratador, sacar de la carretera a un coche por adelantarla de mala manera...
su protocolo de combate la impulsa
siempre a terminar matando a las personas con las que entra en contacto directo.
La dra. Simmons está divorciada, y su hijo está en ese momento con su padre,
por lo que son el siguiente objetivo más probable.
Para terminar de rematar la cosa, mezclamos Terminator con Predator, y Eve 8 resulta tener una bomba atómica implantada, con poder suficiente para desintegrar unas veinte manzanas de edificios. En teoría la bomba solo puede activarse mediante una compleja serie de claves… pero una cuenta atrás de 24 horas se inicia accidentalmente con uno de los golpes que recibe ¡Chapuceros!
La
única forma de desactivar a Eve 8 y a la cuenta atrás, es destruyendo su
cerebro, bien protegido dentro de su cráneo blindado.
Los intentos de detener a Eve 8 van haciendo que acumule
pequeños daños y averías que la vuelven cada vez más violenta pero también más
imprecisa. Vemos como hacia el final su sistema de puntería es desastroso, y
cuando la dra. Simmons le habla, reacciona ante esa voz (su misma voz) como si
estuviera oyendo hablar a su conciencia.
La película se hizo claramente para aprovechar el estreno ese mismo año de Terminator 2, pero tiene un carácter propio. Los efectos especiales son el mínimo imprescindible, pero no quedan ridículos como en muchas otras películas de este tipo. Los dos personajes principales, McQuade y la dra. Simmons (que hace también de Eve 8) están bastante bien en sus respectivos papeles, y los diálogos que mantienen entre ellos es lo que realmente salva el conjunto.
Eve of Destruction. 1991. Duncan Gibbins, Yale Udoff (guion) Duncan Gibbins (director) Gregory
Hines (actor principal) Reneé Soutendijk (actriz principal). Interescope
Communications. Editado en DVD en 2007.
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