EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
Nos acercamos a la parte más calurosa del verano, habitualmente comprendida entre la última semana de julio y la primera de agosto. En nuestro planeta ya estamos preparándonos para soportarlo lo mejor posible, por ejemplo, con lecturas adecuadas: algo ligerito, y mejor si salen playas y tiburones. ¿Qué es el verano sin historias de tiburones, o algún otro monstruo marino equivalente?
Resulta que en Peligro en las Profundidades
no tendremos tanta actividad escuala como la portada sugiere. Algún tiburoncete
asoma el morro de vez en cuando, pero no supone la amenaza principal. También
tenemos un monstruo marino genuino que aparecerá brevemente al final, para
saludar, pero no interviene en la trama. Así que, para asombro de propios y
extraños, nos encontramos ante un libro de Pesadillas sin monstruo, sin objeto
maldito, y sin ningún tipo de amenaza sobrenatural.
La historia es la de Billy y Sheena, hermanos
de doce y diez años respectivamente. Ambos están pasando el verano con su tío
George, un biólogo marino al que el presupuesto para investigación que le han
concedido se le está agotando rápidamente.
Su pequeño barco se encuentra en las
inmediaciones de una isla caribeña. George (al que todo el mundo llama doctor
D) recibe un encargo inesperado por parte de los representantes de un acuario. Quieren
que capture a una sirena que algunos lugareños afirman haber visto en la zona,
y le ofrecen un millón de dólares por ella. El doctor D no cree que las sirenas
existan, pero termina accediendo a buscarla más que nada para que los representantes
dejen de insistirle, y continúa con su propia investigación.
Es caso es que Billy, nuestro protagonista y
narrador, se encuentra con la sirena mientras chapotea cerca del barco, e
involuntariamente provoca que la capturen. Una vez a bordo, la sirena es
encerrada en una gran pecera llena de agua de mar, y precariamente alimentada
con cosas al azar. Billy y Sheena se encariñan rápidamente
de la criatura y se proponen liberarla. El verdadero obstáculo no es propio
doctor D, que está dispuesto a renunciar a la fama y al dinero por proteger a
la sirena, cuando esta demuestra tener una inteligencia equivalente a la
humana. El ayudante del doctor D, al que le pica la palma de la mano cuando
piensa en el dinero que podría estar sosteniendo en ella, da el aviso a la competencia
del acuario, tratando de sacar más de un millón del asunto y no tener que
repartirlo con nadie. El gran problema es que esta segunda compañía es menos
honrada que la primera, y no envía representantes a comprar la sirena, sino
matones a robarla.
Los libros de Pesadillas están enfocados a
niños y preadolescentes, por eso suelo leerlos para despejar la mente entre
dos lecturas más densas. Y a pesar de ser libros infantiles, algunos terminan
con la muerte (o algo peor) de los protagonistas. Peligro en las profundidades
es bastante amable en ese sentido. Tiene más de aventura juvenil que
de historia de terror, y por eso parece un tanto fuera de lugar en la
colección. Probablemente sea el mejor libro de Pesadillas, para aquellos peques a los
que los libros de Pesadillas les den miedo.
¡Afronta más horrores venidos de las profundidades pulsando aquí!
Deep Trouble.
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