EL GRAN BAZAR
Bienvenidos, amigos coleccionistas.
Cuando nuestro Supervisor General se ve obligado a viajar al planeta Tierra, suele instalarse en una guarida que tiene preparada a tal efecto en Cartagena (España, donde pasó aquello del Resident Evil 4).
La zona en la que se alza la actual ciudad portuaria de Cartagena sirvió de asentamiento a culturas tanto autóctonas como invasoras a lo largo de la historia, los restos de las cuales siguen apareciendo a día de hoy.
Del mismo modo que
en la propia ciudad de Cartagena es difícil ponerte a cavar en un solar sin
encontrarte ruinas cartaginesas o romanas en cuanto profundizas un par de metros, su litoral marino cuenta con
numerosos naufragios de todo tipo de barcos, desde mercantes fenicios a los que
una tormenta mandó a pique, a buques hundidos durante
la guerra civil.
Esta pieza que
presentamos hoy fue extraída del fondo marino cartagenero por nuestro supervisor,
con sus propias y generalmente torpes manos. Lamentablemente no se trata de una
antigüedad. De tener veinticinco siglos más habría podido ser una valiosa ánfora fenicia, pero es una simple jarra de barro cocido de fabricación moderna, que debía
llevar solo unos pocos años bajo las olas. A pesar de ello, encontrarla fue
emocionante, y la hemos conservado en nuestro pequeño museo personal en el que tienen cabida tanto piezas legítimas como imitaciones.
Al sacarla del agua, la jarra resultó contener un pequeño pulpito, que fue devuelto al mar en agradecimiento por todas esas entretenidas historias que los seres llenos de tentáculos nos han proporcionado en películas de monstruos, relatos de Lovecraft, anime hent… o_o …
Eeem... ¿Qué estaba diciendo? Ah, sí, sí, pues eso, que el pulpo fue devuelto al mar y nos
quedamos con la jarra.
Lo mejor, es el
cementerio de pequeñas criaturas que se ha formado adherido a su interior, y
que constituye una autentica y a nuestro parecer bellísima muestra de arquitectura orgánica, que nada tiene que envidiar a la de los xenomorfos de Alien.
Después de pasar varios ańos enterrada en el mar esta ánfora-casi-fenicia corroida por la sal tiene un aspecto espectacular.
ResponderEliminarQuizás no tenga cientos de ańos pero no tiene nada que envidiar a otros objetos rescatados y catalogados como auténticos de antiguos naufragios.
Lo mejor son esas "viviendas adosadas" que fueron de pequeńos crustáceos y otros diminutos animalitos marinos.
Un hermoso objeto digno de figurar en el museo particular del Supervisor.
Pues si. No hay necesidad ninguna de tener la casa llena de cosas caras, basta con llenarla de cosas que te gusten y te hagan sentirte bien. Para mí esto tiene el mismo valor que una antigüedad real, quizá porque al encontrarla me sentí como un arqueólogo en el momento de hacer el descubrimiento de su vida.
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