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¡Hola, amigos cinéfagos!
¿Es Ninja Scroll la mejor película de anime que he visto jamás? Si me preguntaran sin darme más que unos segundos para pensar la respuesta, diría que sí. Pero el caso es que probablemente contestaría lo mismo de tener un mes entero para pensarlo y repasarlas todas con calma.
Ambientada en Japón, en algún momento del siglo XVIII, y con un trasfondo semi histórico, Ninja Scroll (Pergamino ninja) nos cuenta las andanzas de Jubei y Kagero.
Jubei es un ronin, un samurái errante sin un señor al que servir, que malvive a base de realizar pequeñas misiones para aquel que pueda pagarle. Kagero es una ninja, una espía y asesina cuyo cuerpo ha sido modificado para que su sangre, su saliva, y su… bueno, para que todos los fluidos de su cuerpo sean un veneno mortal para cualquiera que entre en contacto con ellos. Esto la ha condenado a una vida de absoluta soledad, ya que cualquier hombre por el que se sienta atraída morirá si llega a acostarse con ella, o siquiera darle un beso.
Varios pueblos han sido destruidos por una extraña epidemia que parece seguir un patrón, y que se cree que está siendo esparcida por ocho misteriosos individuos. El clan al cargo de la región envía a un grupo de ninjas, del cual Kagero forma parte, a investigar el asunto. Encuentran a uno de los ocho que buscaban, pero este, por si solo, se basta para matarlos a todos, excepto a Kagero. Ella se salva por la inesperada intervención de Jubei, que simplemente estaba justo ahí de pura casualidad.
Jubei logra matar a este enemigo, que tiene el poder de convertir su cuerpo en piedra y es capaz de cortar en dos a hombres y árboles a cada golpe que da con su gigantesca arma. Un misterioso e irritante anciano llamado Dakuan, que ha observado el combate de Jubei contra el guerrero de piedra, trata de contratarle para que mate también a los compañeros de este, a los que se conoce como los Demonios de Kimon. En principio Jubei se niega, pero el viejo le envenena, prometiéndole el antídoto solo si cumple esa misión para él.
Los Demonios de Kimon son un grupo de ninjas que sirven al autoproclamado Shogun de las Tinieblas. Este individuo pretende derrocar al gobierno e instaurar el antiguo orden. Para ello, primero debe apoderarse de miles de barras de oro ocultas en una vieja mina abandonada y llevarlas hasta España, donde comprará con ellas cañones y armas de fuego con las que equipar a su ejército.
Como en el fondo tienen intereses comunes, Kagero une sus fuerzas a las de Jubei y el astuto Dakuan. En su camino tendrán que enfrentarse a los Demonios restantes, cada uno de ellos con técnicas de combate extremas o poderes sobrenaturales inconcebibles, tales como fundirse con las sombras, convertir a animales y humanos muertos en bombas andantes, o generar electricidad. Además, está el propio Genma, líder de los Demonios de Kimon, que tiene la capacidad de curarse instantáneamente de cualquier herida recibida y sobrevivir incluso a la decapitación.
La película está llena de pequeños detalles que hay que saber ver y entender. Hay una escena en la que los tres protagonistas llegan a un pueblo en el que todos sus habitantes han sido envenenados. Kagero se compadece del cadáver de un niño (un niño como los que ella nunca podrá tener) y se agacha para colocar un juguete en su fría manita.
Los pocos segundos que dura esta escena reflejan plenamente la soledad y el ansia de ternura de Kagero, a pesar de su entrenamiento como insensible asesina y su especial condición física. Sin embargo, casi todo lo referente a los personajes lo tenemos que suponer, pues el ajustado metraje (apenas hora y media) no da la oportunidad de conocerlos tanto como quisiéramos. De Jubei, que podríamos considerar el protagonista principal, no sabemos casi nada aunque vemos unas pocas secuencias de recuerdos de su pasado. Y Dakuan dice ser un agente del gobierno y sus actos parecen corroborar eso. Pero sería muy ingenuo por nuestra parte creernos la primera versión de la historia que nos cuenta alguien cuya función es, precisamente, manipular a la gente para forzarla a hacer su trabajo sucio.
Cuando el trio logra llegar hasta el poblado de Moshizuki (tras acabar con cuatro de los Demonios) el barco cargado de oro de Genma se prepara ya para partir. Todas las aldeas a cuyos habitantes envenenaron para fingir una epidemia, solo tenían como objetivo alejar a la gente de la zona para aislarla, y poder llevar a cabo sus planes con tranquilidad. La población de Moshizuki ha huido de la inexistente plaga, dejando vía libre a los ninjas para operar a sus anchas. Jubei, Kagero y Dokuan están solos contra los tres Demonios de Kimon que quedan con vida, además del propio Genma y un centenar de ninjas del Shogun de las Tinieblas.
Kagero es capturada y violada por varios de los hombres de Genma en un momento en el que se separa de los demás. Cuando Jubei logra encontrarla, sus captores ya han muerto por el veneno del cuerpo de Kagero. Poco antes, Dakuan había revelado a Kagero que el único antídoto posible para el veneno que lleva Jubei en sus venas es precisamente el veneno de ella. Para neutralizar el veneno que matará a Jubei, debe acostarse con él. Kagero se ofrece entonces a Jubei, pero él la rechaza. Y esta me parece, simple y llanamente, la escena más romántica que visto jamás en una película.
Pensadlo un momento. Ella acaba de ser violada por varios hombres. Probablemente en ese momento le apetezca más morirse que tener sexo otra vez, pero se traga su orgullo porque sabe que es la única forma de salvarle a él. Y él a su vez la rechaza porque, aun dándose cuenta que si no la toma morirá en pocas horas, prefiere eso a hacerla sentir más miserable. Y en eso consiste el verdadero amor, no en acordarte de cuando es su cumpleaños, ni en comprarle regalitos, ni en prepararle su cena preferida, ni en hacerle pasar una noche memorable. Eso son detalles menores. El verdadero amor, es sacrificio.
Genma mata a traición a Kagero antes de su enfrentamiento final con Jubei, pero ella tiene ocasión de despedirse de él con un simple beso. En realidad, aunque ambos lo ignoraban, bastaba con el veneno contenido en su saliva para neutralizar el que estaba matando a Jubei. El hacerles creer que debían acostarse no era más que otro de los retorcidos juegos de control de Dakuan, que al final, es el único ganador en todo ese asunto. Él intrigante viejo regresa junto a su señor con su misión cumplida, mientras que Jubei sigue su camino a ninguna parte, con el recuerdo de Kagero como única recompensa por haber librado a su país de una devastadora guerra civil.
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Ninja Scroll. 1993. Yoshiaki Kawajiri (guion y dirección) Yutaka Minowa (animación). Toho Co. Editado en DVD por Selecta Visión en 2004.
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