PARÁSITO

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                             ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                             

Presentado por... Pecky.
 

¡Hola, amigos cinéfagos!

Los que conozcáis la filmografía de Charles Band quizá encontréis difícil creer que llegó a reunir a Demi Moore y a Stan Winston en una de sus películas, pero así es. Cierto que no eran muy conocidos todavía. A Demi Moore aún le faltaban ocho años para hacerse famosa con su papel en Ghost, y Stan Winston estaba aún a cuatro de recibir su primer Oscar a los Efectos Especiales por su trabajo en Alien, el octavo pasajero. 

Parásito es otra de esas películas que nos venden como futuristas, pero en la que todo tiene un aspecto demasiado actual, incluso anticuado por la falta de presupuesto. Se supone que ha habido una guerra atómica, y debido a eso los paisajes que veremos son entornos rurales, casas viejas, descampados, terreno árido, coches normales, y tecnología común. Solo algún pequeño elemento futurista muy de vez en cuando, como un arma laser, nos recuerda cada media hora que estamos en el futuro.

El protagonista es Paul Dean, un científico de una megacorporación que huye de los laboratorios de está llevándose con él un parásito creado artificialmente como un arma de exterminio. El parásito puede alimentarse de un humano hasta alcanzar la madurez, y entonces reproducirse lanzando millones de esporas al aire. Cada espora que entre en contacto con otro humano se convertirá en un nuevo parásito. Paul quiere destruir el parásito, pero antes debe estudiarlo para desarrollar un antídoto, pues él mismo ha quedado infectado y porta uno en su interior. Abandona la ciudad con el parásito en un cilindro de conservación, unas cuantas cajas de instrumental, y medicinas con las que espera mantener a raya el crecimiento del otro parásito que crece en su estómago.

Todo lo que queda de los Estados Unidos más allá de unas pocas ciudades es un erial salpicado de poblachos casi deshabitados. Paul se esconde en uno de ellos creyendo que podrá trabajar tranquilo en el antídoto, pero una panda de gamberros le da una paliza y le roban su equipo médico pensando que se trata de drogas. 

Los gamberros abren el cilindro del parásito (una simpática babosa con dientes) y este se aferra a uno de ellos. Intentan quitárselo, pero esto solo hace que el parásito se hunda más en el cuerpo del gamberro.

La panda se lleva a su compañero agonizante a su escondrijo, sin saber muy bien que hacer con él. A la mañana siguiente, descubren que el parásito ha consumido a su primer anfitrión hasta matarlo, y se adhiriere a una de las chicas del grupo. Entonces van en busca de Paul para pedirle ayuda.

A Paul lo ha acogido en su casa Patricia (el papel de Demi Moore), una cultivadora de limones local. Mientras todo esto ocurre, la corporación envía a uno de sus agentes a recuperar el parásito.

El agente sigue el rastro de Paul valiéndose de su crédito ilimitado, y cuando esto no basta, de una sofisticada arma laser que esconde (literalmente) en la manga. Su forma de recabar información es tan expeditiva que el jefe de los gamberros termina uniéndose a Patricia (a la que solía acosar) y al dueño de un bar (al que solía robar) para enfrentarse al agente. Con la ayuda de estos amigos circunstanciales, Paul logrará librarse tanto del agente como de ambos parásitos.

No está mal. Avanza a trompicones y algunas cosas no tienen mucho sentido. Si tan importante y peligroso es el parásito ¿Por qué enviar a un solo agente a recuperarlo? Bueno, la respuesta real es por la falta de presupuesto de la película, claro, pero debería haber también alguna explicación argumental. 

Hay varias ocasiones en las que un personaje tiene la oportunidad de deshacerse definitivamente de un rival malherido o aturdido, pero no lo hace y se limita a marcharse. Esto probablemente también sea cosa del presupuesto; evitando eliminar personajes te ahorras el contratar a más actores para disponer de nuevos personajes que los sustituyan. 

También, hacia el final se da mucha importancia a conseguir una muestra de sangre del parásito que hay libre, pero luego esta no tiene ninguna función. Es simplemente algo de lo que se olvidan.

La película no llega a la hora y media, pero tampoco pierde tiempo con escenas de relleno. Dentro de lo que cabe, es una de las películas más formales de Band, muy lejos de sus divertidos delirios habituales. 

Parasite. 1982. Alan J. Adler, Michael Shoob, Frank Levering (guion) Charles Band (director) Robert Gaudini (actor principal) Demi Moore (actriz principal) Embassy Pictures. Editada en DVD por IDA Films.