EL GRAN BAZAR
Comunicado del Supervisor General.
Saludos, viajeros.
Este regalo de Navidad ha llegado a mis manos con algo de retraso, pero no siempre puedes juntarte con la gente que quieres cuando quieres. Se trata de un típico soldadito Cascanueces, hecho a imitación de los originales alemanes.
Mide unos 20 cm de alto y salvo algunos detallitos y adornos, como sus barbas, botones y charreteras, está tallado en madera. Los Cascanueces funcionales miden 35-40 cm o más. Los primeros, fabricados en Alemania, datan del 1700 aproximadamente, pero su producción se disparó a partir del estreno del ballet El Cascanueces y el Rey de los Ratones del ruso Iván Aleksándrovich Vsévolozhsky, basado en la adaptación que el francés Alejandro Dumas hizo del cuento homónimo del prusiano Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. ¡Eso si que es colaboración internacional!
Estos artefactos son una curiosa combinación de juguete y herramienta, puesto que, a pesar de su aspecto de soldado, su función (o mejor dicho… ¡su deber!) es literalmente abrir nueces. A la espalda tienen una palanca con la que se puede abrir su mandíbula, que es la única parte articulada de la figura. Entonces se coloca una nuez en ella y se hace presión con la palanca para que la parta con los dientes. ¡Estos soldados son tipos realmente duros!
Eso es, al menos, lo que se hace con las figuras grandes. Esta es pequeña, pensada solo como decoración, y es imposible encajarle una nuez en la boca…. aunque quizá sí podría emplearse para abrir pipas.
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