EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Hola, amigos cinéfagos!
Esta es la continuación de la ya comentada Mimic. Es menos ambiciosa que la primera, con una trama más sencilla y mucho más corta, pero una digna sucesora de esta. Tiene todo lo que se le podría pedir: bicho mutante más mutado aún que antes, algunas muertes, el mismo tono general que su antecesora, y lo más importante… un final genial y redondo que nos resarcía del final pocho de la anterior.
Aquí bajamos el nivel de la amenaza, y en lugar de toda una colonia de cientos de criaturas, tenemos a un solo bicho. No se nos explica de donde ha salido, pero debemos suponer que es un superviviente de la película anterior. Tiene el mismo aspecto que las hembras de la especie, pero este es macho. Es posible que, al igual que ocurre con los gusanos, babosas y algunos reptiles, la Judas haya cambiado de sexo espontáneamente debido a que ya no quedaban machos con los que aparearse en su entorno. Esta teoría está reforzada por el hecho de que la criatura lleva consigo un cargamento de crías, probablemente rescatadas de algún saco de huevos que no se quemó en la primera película. Estas crías son todas hembras (al menos todas lo eran en Mimic) y por ello el único ejemplar adulto de Judas que queda ha evolucionado convirtiéndose en un macho. De este modo, cuando las crías hembra maduren, podrá formar con ellas un nuevo nido.
Pero el transformarse en macho no es en lo único que su metabolismo de evolución acelerada le ha cambiado. También su inteligencia ha crecido, y su sistema de camuflaje ha mejorado. Ahora corta la piel de la cara a sus víctimas y fabrica con ella una especie de máscara gelatinosa, con la que sigue perfeccionando su imitación de los humanos.
El Judas ha puesto sus ojos y antenas en la profesora Remi Panos. Buscando un lugar en el que ocultar las crías que pudo salvar, se ha instalado en los sótanos de un viejo colegio aún activo pero casi abandonado, cuya demolición ya está programada. Entre los pocos profesores que aún dan clase está Remi, que se preocupa por sus alumnos y cuida de ellos casi como una madre, especialmente de un niño llamado Sal Aguirre. Sal es un chico tan depresivo como Remi, y quizá por eso se establece una conexión especial entre ellos.
Al parecer, el Judas la observa a escondidas desde algún lugar. Estudia su comportamiento con los niños, ata cabos, y toma una decisión: será una buena reina para su nido. La propia raza de los Judas es el resultado de un cruce de especies, así que… bueno ¡que siga la hibridación!
El Judas comienza a matar gente del entorno de Remi. Ninguna de estas muertes la altera mucho, ya que ella tiene una especie de trauma con lo del compromiso. Tiene montones de primeras citas, pero tras cada una rechaza al hombre incluso si todo ha ido bien. Pero aunque a ella no le afectan la muerte de sus compañeros de trabajo y sus ex, Klaski, (el detective de la policía que investiga esas muertes) se da cuenta que Remi es la única persona común al entorno de todos ellos. Debido a esto, Klaski también comienza a rondar a Remi, por considerarla sospechosa, y se convierte a ojos del Judas en un nuevo rival.
La segunda mitad de la película transcurre casi por entero en el colegio. Cuando termina el horario de trabajo, el Judas hace un intento de quedarse a solas con Remi. Aún quedan algunos alumnos y profesores rezagados en las aulas, así que para que todo sea más íntimo, el Judas decide que debe matarlos. Resulta que ha elaborado incluso un ritual de cortejo. ¡Le ofrece a Remi una porción de pizza que le ha quitado a una de sus víctimas! Muy tierno el bicho. Podría haber salido algo bueno de ahí, pero el detective Klaski (que está desarrollando un interés más que profesional por su sospechosa número uno) aparece de pronto vaciándole al Judas el cargador de una 9mm y de un revólver de bolsillo. A pesar de los esfuerzos del Klaski por protegerla, el Judas deja malherida a Remi y se la lleva a rastras.
Mientras tanto un grupo de agentes del gobierno que también estaban siguiéndole la pista al bicho envuelven en plástico todo el colegio y bombean gas insecticida en su interior, aun sabiendo que podrían quedar supervivientes humanos. Acabar con el Judas es su única prioridad.
Tras poner a salvo a Sal, el último de los alumnos que quedaba en el edificio, el detective Klaski vuelve a entrar para sacar a Remi. Poco después ambos aparecen ya casi asfixiados por el insecticida, atravesando el plástico protector.
Remi despierta en el hospital, donde le informan que le han extraído una bolsa de larvas que el Judas le implantó para que cumpliera con el papel de reina de su futuro nido. Parece que esto va a ser otra de las relaciones sin futuro que la chica colecciona, pero no os preocupéis por ella, porque no va estar sola mucho tiempo.
En cuanto se recupera, Remi adopta a Sal (que estaba totalmente desatendido por su familia) y parece que empieza a encauzar su vida. Además, el detective Klaski se presenta en su piso sosteniendo un ramo de flores… solo que no es Klaski, sino el Judas.
Cuando Klaski entro a buscar a Remi, el Judas debió matarlo y le robó su ropa además de su cara. Fue el Judas quien le salvó la vida, llevándola como pudo hasta la salida del colegio, y ahora acude con un ramo de flores a su puerta. El Judas no se muestra agresivo, sino que permanece a la expectativa. No sabe muy bien que hacer a continuación ni que reacción esperar, encontrándose en una situación en la que tiene mucha menos experiencia que la humana. Es un momento hasta bonito, porque Remi, mostrando más interés que miedo, palpa la textura del rostro del Judas, como apreciando lo hábil del diseño, el grado de perfección que el sistema de camuflaje de la criatura ha alcanzado… En realidad está buscando al tacto el lugar más blando para cortarle la cabeza.
Este final, bastante inesperado, es mucho más redondo que el de la primera entrega, y quizá lo mejor del film. El Judas, al ser decapitado, se derrumba quedando recostado contra la puerta de la casa, impidiendo a Remi acercarse a ella porque sus letales y afiladas patas continúan moviéndose a ciegas en rápidos espasmos. Contemplando la puerta por la que no pueden salir, y con la línea telefónica cortada por impago, Remi y Sal se sientan a esperar los nueve días de media que una cucaracha sin cabeza tarda en morir de hambre.
Muy buena continuación. En lugar de limitarse a contar lo mismo que en la película anterior cambiando un poco las cosas, como hacen muchas segundas partes, nos cuenta una historia relacionada pero diferente. Hay una tercera que parte que no he tenido oportunidad de ver. La comentaremos también si conseguimos una copia asequible.
Puedes repasar la saga desde el inicio pulsando aquí.
Mimic 2. 2001. Joel Soisson (guion) Jean de Segonzac (director) Alix Koromzay (actriz principal) Bruno Campos (actor principal). Dimension Films. Editada en DVD en 2013 por Savor Ediciones S.A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario