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miércoles, 16 de noviembre de 2022

MAGIC

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                            ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                                                                                                       

Presentado por... Pecky.
 

¡Hola, amigos cinéfagos!

Hoy toca película con muñeco de ventrílocuo viviente, de esos que dan tanto miedo. Bueno, puede que no sea un muñeco viviente. O tal vez sí. En ocasiones es difícil determinar dónde empieza y acaba la vida. Hay veces que la propia vida parece cosa de magia. 

La historia sigue a Corky, un mago ilusionista de clubs nocturnos que hace trucos de cartas aprendidos de otro ilusionista ya retirado que se hacía llamar Merlín. Corky es competente en lo suyo, pero tímido en el escenario y carece de carisma. Eso hace que su espectáculo no atraiga al público. Merlín, en su lecho de muerte, consciente de las carencias de su aprendiz, le dice que debe renovar su repertorio con algo. Corky, por cierto, está interpretado por un jovencísimo Anthony Hopkins.

Corky añade a su espectáculo de cartas un nuevo elemento, Fats, un muñeco de ventrílocuo por la boca del cual puede decir todo lo que él en persona no se atreve. En el escenario, Fats cuenta chistes, bromea con el público, y le chafa el numero a Corky revelando sus trucos de cartas y dejándolo en ridículo. Su espectáculo pasa del ilusionismo a la comedia, y eso lo lleva finalmente al éxito. Un empresario de la televisión se interesa por él, pero le dice que para firmar un contrato debe pasar antes un examen médico. Por algún motivo esto altera tanto a Corky que huye a esconderse a su pueblo natal, llevándose a poco más que a Fats con él. 

Se instala en una cabaña que alquila a Peggy Ann, la chica de la que estuvo enamorado en su adolescencia. Ese amor al parecer era mutuo, y cada uno era consciente de lo que sentía el otro, pero ninguno de los dos se decidió a declararlo. Ambos siguen enamorados del otro, pero además de ser quince años mayores, ahora Peggy Ann está casada. 

Duke, el marido de Peggy Ann, pasa largas temporadas fuera de casa por su trabajo. Esto da a Corky y Peggy la oportunidad de acercarse de nuevo. Este la encandila con sus trucos de ilusionismo, haciéndole ver que algunos son simples juegos de manos pero otros se logran mediante verdadera magia. La convence de que la magia real existe leyendo su mente, lo que hace que Peggy caiga en sus brazos y engañe por primera vez en su vida a su marido.  

Entretanto, Ben, el representante de Corky, lo localiza y se presenta en el pueblo. Trata de convencerlo para que vuelva al mundo del espectáculo, pero mientras habla con él se da cuenta de algo terrible. Su personalidad está totalmente absorbida por la de Fats. Cuando habla por sí mismo, Corky es tímido y no se decide a actuar en televisión. Cuando lo hace a través de Fats, es agresivo y atrevido. La personalidad que creó para Fats, que es en realidad la que a él le hubiese gustado tener, está apoderándose de la suya. 

Cuando Ben trata de convencerlo para que deje estar a Fats antes que sea demasiado tarde, Corky lo mata. Lo mata porque Fats lo induce a hacerlo. Es decir, Corky se convence a sí mismo de que debe matarlo por medio de Fats. En realidad ha desarrollado una doble personalidad, una de las cuales, la dominante, se manifiesta a través del muñeco. 

A partir de aquí todo empieza a torcerse. Debe esconder el cuerpo de Ben e intenta hundirlo en un lago cercano, pero lo hace mal y este acaba saliendo a flote. También tiene que lidiar con Duke, que regresa de su viaje de trabajo e inmediatamente sospecha de la fidelidad de su esposa, sabiendo que ella y Corky siempre se gustaron de adolescentes.

Es el propio Duke quien encuentra el cadáver de Ben, y Corky lo mata a él también, de nuevo inducido por Fats. Esta escena nos hace dudar, porque parece que sea el propio muñeco quien lo apuñala. Es Corky quien lo hace, pero su mente está tan confusa llegado a este punto que él mismo parece creer que ha sido Fats el responsable. 

Ocultando el cadáver de Duke, Corky trata de convencer a Peggy Ann para que abandone a su marido y se fugue con él. Llega a convencerla, pero cuando ella está ya preparando las maletas, algo se rebela en la mente de Corky y comprende al fin que Fats lo tiene dominado. Toma la decisión de olvidarse del muñeco para que no interfiera en su vida con Peggy, pero esa parte de su mente se niega a desaparecer. Por medio de Fats, sin poder controlarlo, Corky le confiesa a Peggy el truco con el que le hizo creer que la magia era real y le da a entender que es un engaño al que recurre para engatusar a las chicas y acostarse con ellas, "porque todo el mundo quiere creer en la magia". Esto arruina el amor que había vuelto a surgir entre ambos, que es lo que la personalidad de Fats quería.

Hay una escena delirante en la que ventrílocuo y muñeco intercambian los papeles, y Fats pasa a controlar los movimientos de Corky, haciéndole ponerse a cuatro patas, saltar y dar vueltas sobre sí mismo mientras ambos parlotean sin cesar. Le conmina a tomar una navaja y matar a Peggy para librarse de ella y que así vuelvan a estar ellos dos solos, como antes. 

Corky empuña la navaja, pero lo que hace es tallar un corazón de madera que deja a Peggy como recuerdo, y luego hunde el arma en su propio vientre. Mientras agoniza, hace hablar a Fats por última vez. El muñeco confiesa estar asustado, y le pide a Corky que no se muera antes que él, porque no quiere quedarse solo. Corky le responde que no se preocupe por eso, porque morirán a la vez. 

Esta última escena es la más terrorífica y más emotiva de la película. Es en la que Corky reconoce que está loco, que Fats solo está en su cerebro, pero que no puede renunciar a él. Fats es tan parte de su personalidad como el resto de su mente, y no puede renunciar a esa parte sin renunciar al conjunto. Ambas mitades de su ser se reconcilian, y el cadáver de Corky queda tirado junto al inanimado Fats.

Se suele clasificar a Magic como una película de terror. Las películas con muñeco de ventrílocuo “viviente” suelen serlo, pero esta no lo es. Aunque hay unos pocos segundos en los que podemos llegar a dudar, en el fondo está claro que toda la vida que hay en Fats proviene de la mente del propio Corky. Esta película no es de terror, es un drama, una historia de amor destrozada por un tornillo suelto en la mente de un individuo que permitió que sus inseguridades y fantasías crecieran hasta dominarle y destruirle.

Tiene algunos puntos en común con Pin, otra película sobre un muñeco ¿viviente? cuya reseña podéis ver aquí, si el tema os interesa.

Magic. 1978. William Goldman (guion) Richard Attenborough (director) Anthony Hopkins, Burgess Meredith, Ed Lauter (actores principales) Ann-Margret (actriz principal). 20th Century Fox. 

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