MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

jueves, 1 de diciembre de 2022

MR. VAMPIRE

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                            ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                                                                                                       

Presentado por... Pecky.
 

¡Hola, amigos cinéfagos!

Mr. Vampire es el inicio de una larga saga fílmica de artes marciales, humor, magia y cabezas voladoras. Hasta donde yo sé y sin contar imitaciones, son al menos cinco películas, aunque por el momento solo tenemos esta. Dejando aparte la historia que se nos cuenta, la película es un repaso exhaustivo a los mitos y costumbres relacionadas con los antiguos ritos de entierro y leyendas de fantasmas chinas.

Kau es el dueño de una funeraria y sacerdote taoísta. Tiene un par de ayudantes algo torpes, Man-choi y Chau-sang. El segundo, además, trabaja parte del día en la tienda de su madre. Este último detalle no es importante para la trama, pero da pie a una de las mejores escenas cómicas de la cinta.

El sr. Yam, un rico comerciante local que está pasando por una mala racha contrata los servicios de Kau para que desentierre y vuelva a enterrar a su padre. Un adivino le ha dicho que el origen de su mala suerte es que su padre fue enterrado con ritos incorrectos, y debe arreglar eso. Al sacar el ataúd del sepulcro, ven que el cuerpo apenas se ha corrompido. Esto y otros malos presagios hacen que Kau sospeche que el cadáver se está transformando en vampiro. Recomienda incinerar el cuerpo, pero el sr. Yam insiste en que se le entierre con ritos que propicien la buena suerte de la familia. 

Mientras preparan el cuerpo para trasladarlo a la funeraria, Kau ordena a Chau-sang que coloque varillas de incienso encendidas en los sepulcros cercanos, para compensar a los muertos por las molestias que su presencia en el cementerio haya podido causar. Una de las lápidas muestra la imagen de una chica muerta a los veinte años. Sintiendo pena por su prematura muerte, Chau-sang coloca en su tumba más varillas de incienso que en las otras. Esto despierta la simpatía del fantasma de la joven allí enterrada, que al parecer se interesa románticamente por Chau-sang.

El cadáver del padre de sr. Yam es trasladado a la funeraria, pero a pesar de todas las precauciones que toman su transformación en vampiro se completa. Convertido en un monstruo descontrolado, mata al sr. Yam, pues al igual que los vampiros europeos, los chinos parecen sentir preferencia por atacar a los miembros vivos de su propia familia. 

Muerto el sr. Yam, el familiar vivo más directo del vampiro es su nieta Ting-Ting. En un segundo ataque el vampiro trata de matarla a ella. Kau y sus discípulos logran rechazarlo, pero Man-choi resulta gravemente herido y comienza a transformase él también en vampiro. El primer vampiro huye al verse debilitado por su combate contra Kau y se oculta de los vivos mientras sus fuerzas se restablecen. 

Una de las cosas que se nos cuentan a lo largo de la película sobre los vampiros chinos, es que el contacto con granos de arroz crudo con gluten los daña. Por lo que vemos, un grano de este tipo de arroz tiene en ellos el mismo efecto que una gota de agua bendita en los vampiros clásicos occidentales, provocándoles dolor y quemaduras. También puede usarse para prevenir o retrasar que alguien infectado por un vampiro se convierta en otro vampiro. 

Kau pone a Man-choi a andar descalzo sobre granos de arroz con gluten, para que estos absorban el veneno vampírico de su cuerpo. Como no les queda mucho, envía a Chau-sang a comprar un saco. Pero el tendero estafa a Chau-sang mezclando el arroz con gluten, más caro, con arroz normal.

Durante el camino de vuelta, Chau-sang se encuentra con Jade, la joven a la que puso más varillas de incienso en el cementerio. Esta se ha convertido en una dama fantasma, un tipo especial de fantasma que se crea cuando una mujer muere sin haber conocido el amor. Jade ha tomado una forma corpórea, y fuerza un encuentro entre ambos. 

Finge estar en peligro para que Chau-sang se sienta obligado a ayudarla y cuidar de ella, y provoca con sus poderes una fuerte tormenta que les hace pasar la noche refugiados en una casa. Jade seduce entonces a Chau-sang, que al día siguiente llega a la funeraria muy consumido, puesto que una dama fantasma, lo quiera o no, merma las energías de los hombres hasta matarlos tras unos pocos encuentros. Además, al estar adulterado el arroz, la recuperación de Man-choi es mucho más lenta y problemática de lo que cabría esperar.

De este modo, y cuando más los necesita por haber un vampiro suelto por los alrededores, Kau se ve con uno de sus ayudantes medio vampirizado y el otro convertido en el amante de una dama fantasma, que no suelen soltar de buen grado a sus presas. La primera en manifestarse es Jade, que trata de encontrarse de nuevo con Chau-sang. Esto da lugar a un combate caótico, puesto que llega justo poco después que Man-choi tenga un ataque de vampiritis y se lance contra los otros, con lo que tenemos a Kau y Chau-sang combatiendo con su amigo vampirizado, mientras Jade ataca también a Man-choi para defender de este a Chau-sang, del que se ha enamorado sinceramente. Al mismo tiempo, Kau ataca a Jade para impedir que esta siga viéndose con Chau-sang, con lo que este último alterna el mantener a raya a Man-choi con defender a Jade de su propio maestro. 

Al final, se logra reducir y desvampirizar a Man-choi y rechazar a Jade. Malherida por la magia de Kau, Jade se derrumba, demasiado débil para seguir luchando, y Kau deja en manos de Chau-sang la responsabilidad de acabar con ella. Este, sin embargo, siente lástima por la joven fantasma, que no tuvo ocasión de experimentar el amor en vida y a la que ahora se le niega también el amor tras la muerte. Chau-sang retira del cuerpo de Jade un amuleto con el que la mantenían paralizada y la deja marchar de regreso al más allá, donde le corresponde estar. 

Solucionado este asunto, aún queda el problema del vampiro, que se ha fortalecido bajo tierra y está atacando a la gente del pueblo. Con sus dos ayudantes recuperándose cada uno de lo suyo pero aún debilitados, el combate parece muy desfavorable para Kau... hasta que se unen a la refriega diez cadáveres vivientes guiados por un monje taoísta que pasaba por allí, con la ayuda de los cuales logran finalmente acabar con el monstruo. 

Esto último merece una explicación adicional. Estos cadáveres son gyonshi, a los que a menudo se confunde con los vampiros chinos. Los gyonshi no son vampiros (aunque ambas criaturas compartan muchas características) sino los cadáveres de personas que murieron lejos de sus pueblos. Según el mito, los sacerdotes taoístas desarrollaron un hechizo mediante el cual se les devolvía a una vida parcial, para que pudieran regresar por su propio pie a su pueblo para ser enterrados allí. Gyonshi significa literalmente “cadáver rígido”, debido a que estos cuerpos no pueden mover las piernas, solo flexionar ligeramente las rodillas, y por tanto se desplazan dando cortos saltos, generalmente con los brazos estirados hacia delante. Según las historias que hay sobre ellos, en el pasado era común ver largas filas de gyonshi recorriendo los caminos, guiados por un sacerdote que los dirigía hacia sus pueblos natales por medio de canticos y rezos. 

Lo que ocurre al final, es que uno de estos sacerdotes llega a la funeraria para dejar allí a sus “clientes” durante la noche mientras él duerme, y al encontrarse con el vampiro azuza a los cuerpos contra este, dando un respiro a Kau y sus ayudantes. De hecho, la película comienza con otro lote de gyonshi aguardando en la funeraria a que su guía venga a recogerlos para continuar su camino, dando a entender que esto es una práctica habitual. 

Como decía al principio, dejando aparte la historia, que es bastante entretenida y está hecha con un sentido del humor muy particular, el mayor interés al menos desde mi punto de vista es el mitológico y religioso. Está repleta de detalles sobre los ritos de entierro y exorcismo chinos, algunos de los cuales nos explican, pero la mayoría tenemos que simplemente deducirlos o aceptarlos. Uno de los que nos explican, es el origen de los vampiros. El vampiro se crea cuando una persona muere en un estado de intensa ira. Esto hace que su último aliento se le quede atascado en la garganta en lugar de ser totalmente expulsado al morir, lo que le mantiene parcialmente vivo. Aparte de esto, un vampiro puede crear otros si mata a un humano o lo infecta clavándole las uñas. 

Vemos también como el incienso y el humo de velas especiales se usa para mantener calmados a los muertos, y también para alimentarlos. Al inicio de la película, en la funeraria, Man-choi coloca varillas de incienso junto a los ataúdes de los cadáveres que tienen en el tanatorio mientras murmura -“tu cena…” al pasar junto a cada uno. Esto es similar al rito que había en Egipto de quemar hojas de tana para “alimentar” a los cuerpos momificados que aún no habían sido enterrados, o del rito mesopotámico de quemar incienso para comunicarse con los dioses. El humo como alimento o portal de comunicación entre el mundo físico y el espiritual, en sus innumerables variantes, parece ser común a muchas religiones no conectadas, desde el humo de las pipas mágicas de los indios nativos americanos a los botafumeiros cristianos. 

Quizá relacionado con el incienso, está el tema de la respiración. Al parecer la gran mayoría de los vampiros chinos son ciegos, y detectan a los vivos por su respiración, por lo que una forma de volverse indetectables por estos es contener la respiración todo el tiempo que se pueda.

Los espejos son también un arma contra los vampiros chinos, permitiendo atacarles o repelerles, en lugar de solo reconocerles, como en los vampiros occidentales. Y el arma más efectiva contra ellos parecen ser las espadas de madera, una variante muy obvia de la estaca en el corazón. En definitiva, es una película que podemos ver tanto por mera diversión como prestando atención a todos los pequeños detalles que nos revela sobre la forma de entender a los vampiros, muertos vivientes y fantasmas en China. 

Eso sí, hay una escena en la que le cortan el cuello a un pollo vivo, y otra en la que le sacan a punta de cuchillo un órgano a una serpiente. Dada la época en la que se hizo la película y el bajo presupuesto de la misma, dudo mucho que sean efectos especiales. Sin duda ambos animales acabarían como parte del catering de los actores y el equipo de rodaje, por lo que su muerte no fue un desperdicio, pero lo aviso para los que no quieran ver muertes reales de animales en pantalla.

Puedes volver a las reseñas de películas de zombis más convencionales pulsando aquí

Geun si sin sang. 1985. Szeto Chuek Hon (guion) Ricky Lau (director) Ricky Hui Koon-Ying, Lam Ching-Ying, Chin Siu-Ho (actores principales) Moon Lee Choi-Fung, Pauline wong (actrices principales). Bo-Ho Film Company Ltd. & Golden Harvest Company. Editado en DVD en 2012 por Selecta Visión. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario