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viernes, 13 de enero de 2023

VIERNES 13 PARTE VII

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                            ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                                                                                                      

Presentado por... Pecky.
 

¡Hola, amigos cinéfagos! ¡Primer viernes 13 del año! ¡Yuhuuu!

Los que estéis leyendo esto seguramente sabréis que en 2003 se hizo el esperado crossover de Freddy contra Jason. Pero esta no fue la primera vez que el asesino de la máscara de hockey se enfrentó a un adversario sobrenatural a su altura. En 1988, tuvimos esta película que bien podría haberse llamado Carrie contra Jason, pero al final se llamó simplemente The New Blood (La nueva sangre). 

En Crystal Lake están pasando cosas 😱. Un grupo de adolescentes se ha reunido cerca del antiguo campamento de verano, ahora clausurado, para celebrar el cumpleaños de uno de ellos. Como eso ya está muy visto, y para que haya más carnaza disponible, en la cabaña vecina a la de estos se han instalado una mujer, su hija Tina, y el psicólogo de esta. 

Tina carga con varios traumas debido a que creció en un hogar disfuncional, con un padre borrachuzo que maltrataba a su madre. Además, tiene un enorme potencial psícoquinético que es incapaz de controlar. Siendo todavía una niña mató a su padre en uno de sus arrebatos psíquicos, arrastrándolo al fondo del lago, y el cadáver nunca fue encontrado. A su psicólogo, el doctor Crews, le ha parecido buena idea continuar con la terapia precisamente en el lugar en el que murió su padre, y en el que en las últimas décadas han sido asesinadas docenas de personas. 

En realidad, Crews tiene muy poco interés en la curación de Tina. Al contrario, su verdadera intención es traumarla todo lo posible, ya que es en los momentos de tensión cuando la capacidad telequinética de ésta aflora. El doctor está llevando a cabo un estudio sobre esos poderes, y Tina es un filón que está dispuesto a explotar cuanto sea necesario. Para lograrlo, la amenaza continuamente con mandarla internar en un manicomio si no sigue su terapia. 

Tina echa de menos a su padre porque, cuando no estaba hebrio, era un buen hombre. Pensando en él a la orilla del lago en el que lo ahogó, empieza a llorar y murmura un desafortunado “me gustaría devolverte la vida”. Desafortunado para los protagonistas, claro, no para el espectador. Porque este deseo de devolver a la vida a su padre sepultado bajo el cieno reanima un cuerpo en el fondo del lago, pero no el de su padre. El poder que Tina desata inadvertidamente reanima una vez más a Jason, que estaba plácidamente dormido en el fondo desde la película anterior, encadenado a una roca.

Tina conoce a Nick, uno de sus nuevos vecinos, y ambos se gustan. Esto es un obstáculo para los planes del doctor, ya que un romance puede suponer una distracción para Tina y aliviar parte de esa tensión que él está intentando crear en ella. También es un inconveniente para Melissa, una de las chicas de la fiesta que tenía planeado aprovechar ésta para seducir a Nick, y le coge ojeriza a Tina. 

Y desde luego, el que para nada está contento con la presencia de los demás, es Jason. Nuevamente ha despertado sólo para encontrarse con lo que él considera su hogar lleno de molestos intrusos de los que le toca deshacerse. Y parece haber saqueado la caseta de herramientas de algún jardinero para ello, porque emplea un machete, una hoja de poda, una defoliadora, una cuña metálica, y un hacha de leñador, aparte de otro objeto no relacionado con los anteriores pero igualmente letal: una trompetilla de verbena. 

 

Todos los intrusos irán cayendo como de costumbre, sin oponer resistencia y en muchos casos sin tener apenas tiempo de darse cuenta de lo que les está matando. Tina, en cambio, lo sabe desde el principio. Sus poderes le provocan también visiones de Jason asesinando gente, pero como ya ha estado ingresada en un psiquiátrico en el pasado nadie la toma en serio. El Dr. Crews sí parece sospechar que está diciendo la verdad, pero su experimento es lo más importante y se empeña en convencer a Tina y su madre de que no deben irse de allí, hasta que es demasiado tarde. 

Salvo por el detalle de un personaje-victima con poderes psíquicos, el desarrollo de la película es bastante previsible y rutinario, lo cual tampoco es un problema cuando lo que quieres ver es, precisamente, lo de siempre. Uno de esos pequeños placeres que tiene la vida, es llegar a un bar o una cafetería, decirle al que atiende la barra que te ponga “lo de siempre” y que te sirvan lo que quieres sin necesidad de detallarlo. Hay muchas personas a las que no les gustan este tipo de películas porque dicen que son todas iguales, pero para otros, y ahí me incluyo, esto es una ventaja y no un defecto. Sentarme a verlas me produce esa misma sensación de ir a un sitio, pedir “lo de siempre”, y que te lo den sin más explicación. Aclarado esto, diré que tras un conteo de cadáveres bastante rutinario durante la mayor parte del film, llegamos al punto en el que Tina y Nick, ya como únicos supervivientes (además de un gato que hay por ahí) se enfrentan a Jason. 

Tina lleva el peso del combate con sus poderes, que al fin aprende a controlar. Gracias a ellos hace que las ramas de los árboles retengan a Jason, que un cable arrancado de alta tensión le electrocute, que un cobertizo se le derrumbe encima, lo ahorca, lo acribilla con clavos de carpintería, y lo incendia. También lanza contra él varios objetos, como un sofá. Hasta le destroza la máscara en un intento de que esta le comprima el cráneo. Nada de esto, sin embargo, hace mucha mella en Jason. Huyendo de él la parejita llega hasta el embarcadero del lago, donde aún tratan de detenerlo a balazos. Allí, cuando parece que Jason los tiene al fin a su merced, Tina envía una llamada de auxilio psíquica que, esta vez sí, resucita el cadáver correcto. Su padre (sin apenas signos de deterioro, por cierto) brota del lago para atrapar a Jason y llevárselo al fondo con él. 

Comparada con las anteriores, esta película resulta curiosamente poco sangrienta. En realidad se filmó para que lo fuera más de lo habitual, pero al parecer se pasaron un poco de la raya. La censura obligó a cortar las mejores escenas, y por eso hay varios momentos en los que da la impresión que a la muerte que estamos viendo le falta crudeza. El cadáver revivido del padre de Tina, que tiene un aspecto casi normal, fue algo que se tuvo que volver a filmar desde cero. En el metraje original era poco más que un esqueleto cubierto de piel, algas y mugre. Pero ya que iba a hacer de bueno, salvando a su hija y redimiéndose así de los malos ratos que le hizo pasar en su infancia, hubo que cambiarlo por otro con mejor aspecto. 

El que la protagonista tenga poderes psíquicos es algo que encantó a muchos seguidores de la saga y que muchos otros odiaron porque les parecía inadecuado. Yo no veo ningún problema con ello, puesto que la misma existencia de Jason, el pilar fundamental de Viernes 13, ya implica inequívocamente que en ese universo hay fuerzas sobrenaturales presentes.  

En esta película añadimos quince victimas al marcador de Jason, y dos supervivientes. Para los entendidos en la materia, veremos a Jason hacer una combinación de Heimlichbrocheta, una caza de patos, una variante del acordeón, un Papá Noel, dos Scarface, un chupito, un colgar el muérdago, una combinación de payaso y brocheta, un cascanueces, un pirata, un salto del ángel, y trinchar el pavo en cuatro ocasiones. Tras actualizar las cifras, la cosa queda así.

MUERTÓMETRO (SAGA VIERNES 13)

Víctimas. En esta película: 15. Total acumulado: 95. 

Supervivientes. En esta película: 2. Total acumulado: 9.

Al padre reanimado de Tina no lo contamos en ninguna de las dos categorías, ya que aunque lo vemos morir al inicio de la película, no es Jason (ni alguien que actúa en su nombre) quien lo mata. Y tampoco podemos decir que “sobreviva” al final, porque vuelve a hundirse en el lago llevándose a Jason.

Tenemos un segundo viernes 13 este año. En octubre, precisamente. Buen mes para reseñar otra película de esta saga, que puedes repasar desde el inicio pulsando aquí.  

Friday the 13th part VII: The New Blood. 1988. Daryl Haney, Manuel Fidello (guion) John Carl Buechler (director) Lar Park Lincoln, Susan Jennifer Sullivan (actrices principales) Kevin Spirtas, Terry Kiser (actores principales). Paramount Pictures.

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