EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
Hoy celebramos el octogésimo séptimo cumpleaños del pintamonas ese del Ibáñez, recordando El Bacilón, uno de sus mejores tebeos clásicos. Lo pintarrajeó allá por el 1983, que se ve que se aburria el buen hombre y le dio por ponerse a hacer garabatos.
El alto nivel de polución en la ciudad ha creado una nueva forma de vida a base de detritus aglutinados, una especie de bacilo humanoide al que un científico denomina El Bacilón. La criatura crece rápidamente y se pasea a sus anchas por la ciudad usando el sistema de alcantarillado. Sus repentinas apariciones siembran el pánico entre la población, cual si se tratara de un enorme golem que en lugar de estar compuesto de barro estuviera hecho de… de… bueno, de eso 😅👉💩
Mortadelo y Filemón reciben el encargo de acabar con El Bacilón a como de lugar. El monstruo se dedica a explorar los alrededores de la ciudad, lo que obliga a los agentes a ir cambiando de escenario a medida que transcurren los capítulos, tratando de destruirlo por diversos medios. El mejor sin duda es el capítulo en el que El Bacilón se adentra en una colonia hippie, donde su aroma y aspecto pasan bastante desapercibido. También es notable el capítulo del Queen Morcilla, en el que el monstruo se cuela en un barco amarrado en el puerto que Mortadelo y Filemón terminan hundiendo en sus intentos de detenerlo.
Finalmente El Bacilón parece cansarse de dar vueltas y regresa al centro de la ciudad, colándose en las propias oficinas de la TIA. Mientras el personal trata de neutralizarlo, el Super libra su propia batalla interna. Justo cuando apareció El Bacilón en el edificio él estaba de camino al baño para aliviar una necesidad ineludible, pero el deambular del monstruo y las medidas tomadas para detenerlo le impiden una y otra vez llevar a cabo esa importante labor.
Al límite de su resistencia, el Súper se dirige hacia el único lavabo que sigue operativo, cuando El Bacilón aparece ante él. El Super reacciona sin pensar y le atiza una tremenda bofetada para quitarlo de su camino. Las vibraciones transmitidas al Bacilón por la bofetada provocan la descohesión de su masa de detritus y lo reducen a un charco pestilente. Mortadelo y Filemón, que presencian lo ocurrido, llevan al Super en volandas ante el Director General, que organiza una ceremonia de homenaje ante todo el personal para condecorarle.
Incapaz de aguantar hasta el final del interminable discurso, el Super le arrebata la condecoración de las manos al Director, se la clava en las narices, y se da a la fuga en busca de alivio. ¡Uno de los pocos casos en los que Mortadelo y Filemón no terminan hospitalizados, encerrados en prisión ni huyendo!
Esta edición incluye también las historias cortas ¡La conquista de la Tierra! y El cascote de otro mundo. Puedes repasar otro tebeo de Ibáñez pulsando aquí.
El Bacilón. 1983. Francisco Ibáñez Talavera (guion y dibujo). Ediciones B / Grupo Z.
No hay comentarios:
Publicar un comentario