EL PIRATA GARRAPATA EN TIERRAS DE CLEOPATRA

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, marineros de agua dulce.

Ayer me enteré del reciente fallecimiento de Juan Muñoz Martín, un autor de libros infantiles conocido sobre todo por dos de sus sagas: Fray Perico y su borrico y El pirata Garrapata. 

Algo que caracterizaba a este autor, es que pretendía que sus libros fueran divertidos. Cuando él empezó a escribir cuentos infantiles, estos estaban orientados casi exclusivamente a la lección y la moraleja. Para Juan, los libros infantiles debían ser divertidos y disparatados, no educativos, porque eso era lo que animaba a los niños a leer más. El querer leer tenía que salir del propio niño y eso se conseguía a base de humor absurdo y sinsentido, de héroes torpes y estrafalarios, pero bienintencionados.   

Como pequeño homenaje a este autor, hoy reseñamos otro de los libros del Pirata Garrapata, saga de la que ya hemos comentado tres de los libros pero que teníamos algo olvidada últimamente.

Al contrario que el segundo y tercer títulos, este continua directamente la historia del anterior, sin saltos temporales de por medio. El anterior terminó con un eclipse que interrumpe la inminente batalla entre los piratas garrapateros y la tribu de los Tragaldabas (a los que se conoce también como mendrugueros por su rey, Mendrugo) en cuyo poder se hallaba la sin par Floripondia.   

Cuando el Sol brilla de nuevo, Floripondia y los garrapateros han desaparecido. El rey Mendrugo monta en cólera, y perdidamente enamorado de la pálida piel, rubios rizos y oronda silueta de la dama, moviliza a toda su tribu para buscarla. Por el camino, los mendrugueros son interceptados por una tribu rival. Estalla una guerra en la que intervienen avestruces, monos amaestrados, hipopótamos blindados, escuadrones de leones, tigres y panteras, ratones empleados como señuelo para despistar a los anteriores, águilas bombarderas que lanzan melones, y bolas de queso apestoso empleadas como armas químicas. Cuando finalmente los mendrugueros logran imponerse solo queda su rey y algunos pocos seguidores.

Mientras tanto, y fuera de cámara, los garrapateros y Floripondia han sido capturados por soldados egipcios. Ahora navegan por el Nilo en el barco del faraón, Floripondia en la cubierta y el resto encadenados en la bodega. 

El faraón cree que Floripondia es la reencarnación de una diosa y pretende (como todos) casarse con ella. Durante su larga travesía por el Nilo se organiza a bordo un baile de disfraces, que los garrapateros aprovechan para escapar de la bodega y mezclarse con los participantes. El faraón sospecha que algunos de sus invitados disfrazados no son quienes pretenden ser, pero los garrapateros cambian de disfraz varias veces para confundirle, y huyen del barco llevándose a Floripondia y dejando en su lugar a un maniquí mecánico astutamente maquillado para parecerse a ella. 

Cuando descubre el engaño, el faraón y su séquito se lanzan al Nilo a perseguirlos, con lo que dejan de estar sequitos (perdón, no lo he podido evitar 😅). Buscando y rebuscando y siguiendo rastros llegan hasta la biblioteca de Abdalá el analfabeto, que tiene montones de pergaminos con profecías pero que al no saber leer es incapaz de interpretarlos. Entran en la biblioteca saltando el muro (Abdalá olvido hacer en este una puerta) y consultan los pergaminos proféticos, que los encaminan hacia el templo de Abu Simbel. 

Según salen de la biblioteca, se topan casualmente con Garrapata y sus garrapateros. Con ellos está también Floripondia, y el faraón y sus sicarios se lanzan a por ella… hasta que ven aparecer una segunda Floripondia, y una tercera. El "estilo Floripondia" se ha puesto de moda en Egipto y ahora todas las mujeres se visten y maquillan imitando el aspecto de la reencarnación de la diosa, con lo que el faraón se ve perdido en un mar de falsas Floripondias. Mientras tanto, la verdadera huye junto con los garrapateros, hasta que se levanta un terrible simún. El ventarrón es tan fuerte que en medio de la tormenta de arena lo único que llega a distinguirse es la palabra FIN, que el autor tuvo el buen tino de colocar bien grande en una zona elevada, para que todos los personajes comprendieran que habían llegado al final del libro. 

La verdad es que en este titulo se echa mucho de menos a Garrapata, Carafoca y el resto de personajes habituales, que a penas salen. El inicio está dedicado a la búsqueda de los fugados por parte del rey Mendrugo, y su guerra tribal. Y el resto sigue las andanzas del faraón y su corte, siendo la mayor parte la descripción de la interminable fiesta de disfraces. Todo gira como siempre en torno a Garrapata y Floripondia, pero en esta ocasión de forma muy indirecta.

Puedes repasar esta saga desde el inicio pulsando aquí. 

El pirata Garrapata en tierras de Cleopatra. 2001. Juan Muñoz Martín (texto) Antonio Tello (ilustraciones). El pirata Garrapata nº4. El barco de vapor / Ediciones S.M.