JURASSIC PARK DANGER!

 ALMACÉN DE MUNDOS COMPRIMIDOS

                                           Presentado por… Wormy & Leechy.

 

¡Saludos, vertebrados! 

Terminamos el repaso a los artículos que compramos en Juguetes Dino con uno particularmente adecuado para adquirirlo en una tienda cuyo logo es, precisamente, un dinosaurio jugando con una pelota. 

Se trata de un juego asimétrico de Jurassic Park en el que un jugador hace el papel de tres de los dinosaurios mientras que cada uno de los otros (hasta cuatro más) hacen el papel de los diez humanos atrapados en el parque. 

Normalmente no comentamos un juego de mesa hasta haber jugado como mínimo un par de partidas para comprobar cómo funciona realmente, ver si el sistema de juego es fluido, si el reglamento tiene alguna omisión o fallo que no resulte evidente a simple vista, y ese tipo de cosas. Con este hacemos una excepción porque aún no hemos tenido oportunidad de jugarlo. Actualmente nuestra tropa habitual está liada con el nuevo HeroQuest y nos queda poco tiempo para jugar a otras cosas. Aún así vamos a comentar este sin probarlo, guiándonos solo por como pinta el reglamento. La tienda donde lo compramos está a punto de cerrar así que queremos hacerle un poco de publicidad extra mostrando el tipo de cosas que se pueden encontrar allí, por si alguien puede y quiere acercarse a dar un vistazo al material que están saldando. 

El juego es una recreación de la primera película, y cada jugador del bando de los humanos controla a uno de los personajes principales de la misma. Para ganar deben colaborar para cumplir un objetivo común, que es devolver el suministro eléctrico a tres edificios clave. Si se logra hacer esto, se alista el helipuerto y los humanos que lleguen hasta él escaparán de la isla. Pero también cada uno de ellos debe cumplir un objetivo propio diferente, y hasta que no lo consiga no puede tratar de abandonar la isla. Cuando uno de los humanos cumple su objetivo propio, debe tratar de llegar hasta el helipuerto si este se encuentra ya activo para escapar de la isla Nublar. Si dos o tres (según el total de jugadores) de los humanos logran escapar, todos los jugadores humanos ganan la partida, incluidos aquellos que perdieron algún personaje o cuyo personaje actual se encuentre todavía deambulando por la isla. 

El objetivo del jugador dinosaurio es más sencillo: comer. Si logra comerse a 2-3 de los humanos, según el caso, los dinos ganan. Hay diez personajes humanos, y tanto cuando uno es devorado por los dinos como cuando logra huir de la isla, el jugador correspondiente toma otro personaje y sigue jugando hasta que 2-3 humanos huyen o 2-3 humanos mueren. De este modo ningún jugador queda fuera de la partida hasta el mismo final, por perder a su personaje. Siempre habrá otro personaje para sustituirle. 

El tablero se compone de una serie de losetas que se colocan de forma semi-aleatoria dentro de un marco, lo que genera un mapa diferente cada vez. Se monta para cada partida situando sobre la mesa una serie de piezas que forman un marco con un gran hueco central. En este hueco se coloca primero una capa de losetas marcadas como Perímetro, todas las cuales deben estar en contacto con el marco. A continuación se coloca otra tanda de losetas marcadas como Centro, todas las cuales deben estar en contacto con una loseta de Perímetro. Esto deja un solo hueco justo en el centro, donde colocaremos la casilla de inicio de los humanos.  

El objetivo común de los humanos de reactivar el suministro eléctrico de los tres edificios principales se logra moviéndose hasta la loseta en la que se encuentra cada edificio y sacando 5+ en una tirada de un dado. 

Los objetivos particulares son muy variados. El de la doctora Elli, por ejemplo, es encontrar una muestra de excrementos del triceratops enfermo. Para lograrlo debe llegar hasta la loseta en la que se indica que está el triceratops. El doctor Malcom cumple su objetivo si antes de lanzar un dado (en las situaciones en que deba hacerlo, que no son muchas) adivina si saldrá par o impar, por eso que hacía en la película de estar parloteando sobre la teoría del caos. Uno que me ha parecido especialmente interesante es el de Dennis Nedry, el informático traidor. Su objetivo es simplemente sobrevivir, por lo que puede ir directamente al helicóptero en cuando esté operativo sin preocuparse por nada ni nadie más... pero tiene la particularidad de resultarle odioso hasta a los dinos, que siempre le atacarán a él cuando tengan varias posibles presas a su alcance. 

Cada uno de los diez personajes tiene también características o habilidades especiales únicas, y no están realmente compensados, habiendo algunos más útiles en general que otros. 

El desplazamiento y las posibles acciones se llevan a cabo mediante cartas. Cada humano (y los dinos como conjunto) tienen su propio taquito de cartas que les permiten desplazarse de una loseta a otra cuando estas tienen un camino despejado entre ellas, trepar sobre los obstáculos cuando los hay (salvo por las verjas electrificadas activas, que son infranqueables), esconderse, llevar a cabo sus habilidades especiales, etc. Al inicio de cada ronda, todos los jugadores ponen la carta de acción que van a emplear en su turno sobre la mesa, bocabajo. Cuando todos han hecho esto, se van revelando y resolviendo según el orden de turnos, sin que puedan ya cambiarse. 

Esto evita que los jugadores elijan sus aciónes como reacción a la decisión tomada por los otros. Los humanos colaboran entre ellos y pueden hacer planes y organizarse, pero deben hacerlo en voz alta y sin moverse de la mesa, a la vista (y oído) del jugador de los dinos. Es por esto que primero el jugador de los dinos pone su carta bocabajo, y a continuación, después de trazar un posible plan, lo harán el resto de jugadores. Además de la carta que se juega obligatoriamente por turno, que será una de movimiento, hay otras cartas de acciones especiales que pueden jugarse sobre la marcha, sin necesidad de prejugarlas al inicio de la ronda. 

Estas cartas representan el total de energías y recursos con los que cuentan los personajes, por lo que actúan también como puntos de vida, como ocurría en el juego de 1997: Rescate en Nueva York, ya comentado. Cuando un humano es atacado por un dino, pierde cierto número de las cartas que le queden en mano (sin usar). Si un humano se ve obligado a jugar una carta de acción (debe jugar una por tuno mínimo) o debe descartar cartas por el ataque de un dino, y carece de cartas, se queda sin fuerzas ni recursos para escapar. En este caso es alcanzado y devorado por el dino o muere de alguna otra forma particularmente horrible. Curiosamente, los personajes también pueden suicidarse en cualquier momento, muriendo de inmediato para que el jugador que lo controlaba pueda tomar otro personaje si lo cree conveniente. Sin embargo, esta muerte cuenta también para las 2-3 que debe provocar el jugador de los dinosaurios para vencer.

El modo de evitar que un humano se quede sin cartas es reponiendo fuerzas. Al final de su turno el jugador puede “quemar” las cartas que le queden disponibles (debe tener una como mínimo) para recuperar todas las ya usadas. “Quemar” una carta es como descartarla, pero de modo que queda apartada por completo del juego. Al “quemar” las cartas que le queden en la mano, toma todas las cartas ya usadas y forma un nuevo mazo de acciones con ellas. Las cartas “quemadas” y las “devoradas” por los dinos no se reciclan, por lo que cada vez el mazo de acciones del humano será más pequeño y tendrá menos opciones. Esto representa el agotamiento de los personajes, que a medida que avance la partida estarán cada vez más débiles y desesperados. También es posible “quemar” cartas para añadir puntos a una tirada de dado ya realizada, como las que deben efectuarse para llevar a cabo con éxito algunas acciones. 

Los dinos no necesitan recurrir a esto para reciclar su mazo. Su energía es enorme y simplemente reciclan su mazo automáticamente cada vez que este se agota. Las cartas de los dinos son diferentes, e indican dos o tres acciones sencillas, que siempre deben ser llevadas a cabo por dinos diferentes, no pudiendo asignarse más de una al mismo dino en un solo turno. Además de esto, cada dino tiene una habilidad especial y se puede emplear una de ellas por turno: el tiranosaurio puede hacer daño adicional obligando a un jugador humano a descartarse de más cartas de lo normal, el velocirraptor puede atravesar varias losetas de carrerilla, y el dilophosaurio puede dañar a humanos en losetas adyacentes escupiendo veneno. Y como salvo la última loseta, el resto se van colocando y orientado al azar, los obstáculos, puntos de inicio de los dinos, y lugares a los que ir para cumplir objetivos será distinto a cada partida. 

Hay algunos detalles más, pero básicamente el sistema de juego es ese. No sabemos que tal funcionará porque como dijimos al principio y debido a las circunstancias, este es un raro caso en el que comentamos un juego sin haberlo jugado antes, pero la verdad es que tiene muy buena pinta. Su precio normal es de cuarenta y pico euros y en Juguetes Dino, que ya lo tenían rebajado antes de aplicarle el descuento del 40% que le han puesto a todo, nos lo han dejado por dieciocho. Para los precios que tienen los juegos de este tipo a día de hoy, está mejor que bien.

Mañana retomamos nuestra actividad normal, que hace ya casi una semana que no comentamos ningún libro 📚☹️

Jurassic Park Danger! 2021. Próspero Hall. De dos a cinco jugadores a partir de 10 años. Ravesnburger.