EL APARECIDO

  EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                                                                                       

 Presentado por... Pecky.

¡Saludos, amigos cinéfagos!

Hoy es 10 de junio, Día internacional de la seguridad vial, en el que se invita todo el mundo a reflexionar sobre los peligros de la carretera y de una conducción temeraria, demasiado rápida o descuidada. 

En El Planeta del Espacio hemos decidido sumarnos a esto a nuestra manera, es decir, con una película adecuada. Hemos elegido para ello El aparecido, una historia de amor sobrenatural con carreras ilegales, accidentes de tráfico, y almas y coches que regresan del mas allá para resolver un asunto pendiente. 

En un pequeño pueblo de Arizona (Estados Unidos), una banda de perdedores se dedican a robarle los coches y molestar a las novias de los jóvenes locales. Generalmente presionan a los chavales para obligarlos a competir en una carrera ilegal, el ganador de la cual conservará su coche y recibirá además el del perdedor. Todo esto es una patraña, porque la carrera ya está preparada para que siempre gane el representante de la banda de ladrones. Es su forma de hacerse creer a sí mismos que lo que hacen es justo, el clásico autoengaño que muchos criminales (como los yakuza o los mafiosos) cometen para dar un halo de nobleza o corrección a sus delitos. Tienen un taller en las afueras que emplean como base y en el que también desguazan los coches que roban para venderlos por piezas o usarlas como recambios en sus propios coches. 

El robo de coches y el molestar a las damas no es lo peor que hacen. A modo de flashback se nos muestra como en una ocasión sorprendieron a una pareja que estaba haciendo el amor en un lugar apartado. El líder de la banda (Packard) cosió a navajazos al chico (Jamie) ya que está obsesionado con la chica (Kary) de una forma enfermiza. 

En el presente de la película, Packard hace ver que Kary es su novia, obligándola a acompañarle todo el tiempo e impidiéndole verse con ningún otro hombre. La banda actúa con total impunidad porque tiene intimidados a todos los jóvenes y adolescentes de la localidad, por lo que ninguno los denuncia a la policía, y sin denuncias estos no pueden actuar. 

La situación cambia una noche que de la nada se materializa un extraño vehículo; un coche de aspecto futurista que parece un Interceptor severamente modificado empieza a rondar por el lugar. El coche llama inmediatamente la atención de la banda de Packard. 

El conductor del extraño vehículo no le va a la zaga: está cubierto de pies a cabeza por un traje que parece algo a medio camino entre un mono de piloto de Fórmula Uno y un uniforme de soldado de ciencia ficción. Mediante otra serie de flashbacks y detalles se nos da a entender que su presencia allí está relacionada con el asesinato de Jamie. 

Simultáneamente a esto, un chico nuevo (interpretado por Charlie Sheen en uno de sus primeros papeles) llega al pueblo montado en una pequeña moto. Parece también estar relacionado tanto con la muerte de Jamie como con el conductor misterioso. Nada más llegar traba amistad con Billy (el hermano de Jamie) y con Kary, lo que hace que Packard le tome ojeriza rápidamente. Tanto Kary como Billy sienten una familiaridad inmediata hacia él. Esa sensación que se produce a veces de “conocer de toda la vida” a alguien al que te acaban de presentar. 

La banda intenta hacerse con el Interceptor misterioso por el habitual procedimiento de la carrera amañada, pero esta vez están ante un hueso duro de roer. Cada una de las carreras que el Interceptor libra con un componente de la banda termina con un accidente de trafico en el que ambos coches chocan y estallan. Sin embargo, tras la explosión, el Interceptor se reconstruye por sí solo en segundos y vemos a su conductor indemne. 

El pandillero, en cambio, es sacado de entre los restos calcinados de su coche desnudo y frío, como si acabara de salir de una cámara frigorífica de la morgue. Y otro detalle interesante; una de las piezas esparcidas del coche destruido desaparece, como si el conductor misterioso se la llevara de recuerdo, como trofeo, o como si estuviera recuperando algo que una vez fue suyo. La película va alternando estos encuentros con la historia de amor que va surgiendo de forma natural entre Jake y Kary. 

Una vez toda la banda de Packard ha desaparecido. Jack revela su verdadera identidad a Billy y Kary. Él es el conductor misterioso, y también algo así como la reencarnación de Jamie. La película se titula The Wraith  (un término muy impreciso que suele traducirse al español como la sombra, el espectro o la aparición) pero lo que vemos en ella es más bien un revenant; un muerto retornado con una misión que cumplir. En su caso es algo a medio camino ente El Cuervo y El Motorista Fantasma.

La película es un encanto. La historia es, vista hoy en día, muy inocente y sencilla, pero precisamente por eso es encantadora. Tiene toda esa esencia de los años ochenta, cuando la libertad creativa de directores y guionistas alcanzó su cénit, antes de empezar su declive a partir del 2000, y los efectos especiales físicos aún primaban sobre los hechos por ordenador. 

Tiene algunos detalles intrigantes, como las piezas de coche que desaparecen ante nuestros ojos después de cada accidente. No se explica nada sobre esto, pero supongo que se trata de piezas robadas a otros coches. No pueden pertenecer al coche de Jamie, puesto que para deshacerse del cadáver de este lo metieron en su coche y lo arrojaron por un barranco. Al final de la película Jamie/Jake/The Wraith se marcha del pueblo con Kary y entrega su coche misterioso a Billy. Da la impresión que ni él ni su coche pueden ya volver allá donde sea que hayan venido, y quizá las piezas recuperadas de accidentes en los que ha muerto alguien que lo merecía serán utilizadas para fabricar un nuevo Interceptor, sea de donde sea que este vino.

Tenemos también a los personajes secundarios, bastante trabajados. Loomis, el sheriff que está llevando a cabo la investigación de las muertes de los pandilleros lo hace con notable desgana, como tratando de interferir lo menos posible en la labor de la extraña fuerza que está limpiando su pueblo de la escoria contra la que él legalmente no puede hacer nada. 

Los miembros de la banda, un atajo de idiotas con el cerebro consumido por las drogas son algo a destacar. Tienen motes bastante esclarecedores como Mofeta, Cepillo, o Alcantarilla. El tal Mofeta es particularmente gracioso, el clásico pandillero que parece sacado de uno de esos videojuegos tipo “Tú contra el barrio” en el que ibas recorriendo una calle dándote de palos con cada tipejo con el que te cruzabas. A Mofeta lo vemos en varias ocasiones bebiendo anticongelante y esnifando aceite lubricante en spray, lo cual explica el lamentable estado de su cerebro.  

Nada más, salvo recordaros que si tenéis que conducir, procurad hacerlo bien para evitar accidentes. ¡Nunca se sabe cuando un Interceptor infernal puede estar circulando por la misma carretera que tú! 

The Wraith. 1986. Mike Marvin (guion y dirección) Charlie Sheen, Nick Cassavetes (actores principales) Sherilyn Fenn (actriz principal) New Century Entertainment Corporation, & Alliance Communications.