EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, amantes de las grullas.
Hoy comentaremos otro de los números de Mini Infinitum. Este tiene un protagonista peculiar, Pat Maddox. Es un anciano cascarrabias, con el corazón débil y fumador empedernido al que vemos con un puro en la boca incluso estando en la cama de un hospital, tras una operación a vida o muerte. Se aleja bastante del clásico héroe joven, simpático, sano y atlético que solían acaparar la acción en estas publicaciones.
Su ocupación tampoco es una de las clásicas, a saber: soldado, detective, astronauta, científico, periodista… Pat Maddox es un experto en grullas. La población de grullas del mundo ha descendido mucho, y Pat está al cargo de una de las reservas en las que se está intentando recuperar la especie.
Mientras hace una de sus rondas descubre indicios de radiación en el suelo y envía una muestra a un laboratorio para que la analicen. Rollet, el director del laboratorio, le comunica que las muestras indican un gran depósito subterráneo de radium, que en el impreciso futuro en el que está situada la historia es una importante fuente de energía. Le propone explotarlo a medias y repartir los beneficios, pero Pat rechaza esto. No está interesado en el radium por el momento debido a que su extracción (maquinaria, vehículos, ruido) supondría una estresante molestia para las grullas. Le dice a Rollet que hasta que las aves no se multipliquen hasta cifras mucho más seguras, no revelará la localización del depósito.
Esto no gusta a Rollet y su socio Gard, que deciden obligar a Pat a revelarles la localización del radium para explotarlo por su cuenta. A Pat le acaban de ingresar en un hospital por un ataque cardíaco debido a su avanzada edad. Aprovechando que tienen que operarle de todos modos, los cirujanos instalan en su corazón un transmisor de presión, una versión avanzada de marcapasos que en cuanto detecta una grave arritmia envía una señal con las coordenadas del portador a un banco de datos general del propio hospital. Y esto es la base electrónica del título, una base de datos electrónica. Sí, el título de Base electrónica en una publicación de ciencia ficción futurista sugería otra cosa, pero esto es lo que tenemos. Cada vez que en el hospital se recibe una de estas señales, se envía inmediatamente una nave-ambulancia para recoger y atender al afectado sin importar en que parte del mundo se encuentre.
Pat se recupera de la operación a base de puros y gracias a los cuidados de la enfermera Carol, pero antes de que se restablezca por completo ambos son raptados por Rollet y Gard. Para evitar que le robaran el mapa que confeccionó con la localización del depósito, Pat lo sujetó a la pata de una grulla. Las grullas de su reserva han migrado de Canadá al Golfo de México, así que Rollet y Gard lo llevan hasta allí amenazándole con matar a Carol si no les obedece. Las aún escasas grullas del grupo están acostumbradas a la presencia de Pat, por lo que no huyen cuando este se aproxima a la que tiene el mapa en la pata.
Sin embargo, Pat tiene un astuto plan para librarse de los secuestradores. Siendo consciente de que no es rival contra dos hombres mucho más jóvenes que él, echa a correr hasta provocarse un ataque al corazón. Esto manda una señal de alerta a la base electrónica de corazones. Me quito el sombrero ante el ingenio y la resolución de este personaje, capaz de sacarle partido a su enfermedad cardíaca y convertirla en un arma contra sus enemigos.
Como la desaparición de Pat y Carol ya ha trascendido a las autoridades, lo que acude a su posición no es una nave-ambulancia, sino una del Departamento de Seguridad. Rollet y Gard son detenidos, Pat atendido, Carol rescatada, y las grullas siguen a lo suyo sin que nadie les moleste. ¡Larga vida a las grullas!
Puedes echar un vistazo a otros números de este comic pulsando aquí.
Base electrónica. 1981. Autores no acreditados. Mini Infinitum nº 21. Producciones Editoriales S.A.
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