EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
Aprovechando la vuelta al cole, reseñamos el nº1 de Monstruos de Fairfield, otra más de las colecciones surgidas a la estela de Pesadillas de R.L.Stine. Esta se compuso de al menos seis títulos escritos por dos autores diferentes. Todas las historias de esta colección tenían lugar en el Instituto Fairfield o afectaba a alumnos del mismo. El titulo original de la colección es Strange Matter (Materia extraña).
En El Profe Espeluznante, un profesor sustituto llamado Calhoun llega a Fairfield. Es un individuo alto, peludo y extraordinariamente fuerte. Es uno de esos profesores que no parecen necesitar estar mirando a sus alumnos para saber quién está haciendo qué. Los protagonistas son dos de los alumnos, Curt (narrador de la historia) y su amiga Shelly, ambos de trece años.
Mientras cumple con un castigo, Curt sorprende a Calhoun y a otro de los profesores en un tensa conversación. Ambos parecen conocerse desde hace mucho tiempo, y no ser amigos, precisamente. Calhoun está amenazando al otro profesor por un motivo que Curt no llega a entender.
Curt y Shelly empiezan a investigar por su cuenta y descubren cosas muy preocupantes relacionadas con el pasado de Calhoun. Él fue profesor en Fairfield hace muchos años. Se marchó de la ciudad por una serie de polémicas que hubo con él, como el dejar paralítico a un rival durante un partido de rugby por la extrema brutalidad con la que jugaba. Los rumores e indicios no solo los llevan a sospechar que pudiera ser un hombre lobo, sino que muchos de los adultos del pueblo lo sospechan también, pero tienen miedo a decirlo. Todos tratan con cortesía a Calhoun, aunque es una cortesía tensa y forzada, que parece más impulsada por el miedo que por verdadera amabilidad. Hasta los padres de Curt mantienen una “amigable” conversación con él al encontrárselo en un restaurante de comida rápida.
Los chavales consiguen arrebatarle un viejo libro a Calhoun, que es un tratado sobre hombres lobo. Por lo que entienden de él, Calhoun pertenece a una estirpe de hombres lobo cuya transformación es voluntaria, y depende de una piel de lobo mágica que deben echarse sobre los hombros para fundirse con ella y convertirse en lobos. La única forma de destruir a estos seres es espolvorear sal sobre esta piel, mientras que la plata solamente les provoca dolor y los enfurece.
Curt y Shelly se deciden a actuar cuando a esta le aparece una estrella de cinco puntas en la palma de la mano. De algún modo ha adquirido también la maldición del hombre lobo, y está en el proceso de convertirse en una. Tratan de acabar con Calhoun en plena clase, a la vista de todos. Como no saben donde esconde su piel de lobo, le atacan en clase con pequeños objetos de plata que han traído de sus casas. Aullando de dolor por lo que para otra persona habrían sido solo unos rasguños, Calhoun sale huyendo del colegio no sin antes recoger su chaqueta. Curt se fija que el interior de la prenda está forrado con la piel del lobo, lo que le permite a Calhoun llevar la piel consigo en todo momento sin levantar sospechas, y ponérsela cuando la necesite.
Ambos salen a buscarle. Una de las cosas que han descubierto de él es que su padre tenía una perrera en el pueblo, y suponen que se habrá escondido allí. Efectivamente, encuentran a Calhoun preso de la ira, revolviendo un montón de viejas pertenencias de su padre, como buscando algo. Provocan un incendio para distraerlo mientras salan el forro de piel de la chaqueta. Cuando Calhoun se la pone para matarlos, tanto él como la piel se disuelven por efecto de la sal, que interfiere en la transformación.
Todo parece haberse resuelto bien, incluso el pentagrama en la mano de Shelly desaparece al morir Calhoun. Sin embargo, a Curt, que había sido mordido en una pierna durante la pelea en la perrera, se le forma un pentagrama en su mano. El hombre lobo que mordió a Curt no era Calhoun, sino otro hombre lobo que todavía debe permanecer en el pueblo. Y la historia termina con Curt leyendo obsesivamente el antiguo libro sobre los hombres lobo, en busca quizá de una forma de librarse de la maldición antes que esta se complete.
A grandes rasgos es más simple y más corto que un libro de Pesadillas típico. No recurre tanto a los anzuelos de fin de capítulo, lo cual se agradece, y la idea de la piel de lobo cosida como un forro interno a su chaqueta para tenerlo siempre a mano me ha gustado mucho.
¡Bueno, espero que la vuelta al cole de todos los involucrados en ella les haya sentado mejor que a Curt!
Puedes repasar una obra genuina de Stine pulsando aquí.
No Substitutions. 1995. Marty M. Engle. Monstruos de Fairfield nº 1. Publicado por Plaza & Janes en 1996.
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