EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, comedores de espinacas.
Tenemos a mano un buen lote de comics de Popeye, y ya va siendo hora de darles un repaso. Estos son de 1971, es decir, cuarenta años posteriores a la creación del personaje. El autor original, Segar, había muerto hace mucho, y su obra fue sucedida por una serie de otros autores. Afortunadamente dejó a sus personajes tan bien definidos que su humor cínico y basto se mantuvo hasta el 78, cuando los personajes fueron comprados por los estudios Hanna-Barbera y suavizados para presentarlos mejor a un público infantil.
Este es el más antiguo de los que tenemos de entre aquellos que fueron publicados en España por la editorial Biblioteca Bru Lan. La portada está muy maltratada pero el interior se conserva relativamente bien.
Rosario está preocupada porque su eterno novio, el marinero Popeye, está planteándose volver a boxear. No es que esté preocupada por que puedan hacerle daño, sino más bien porque si se vuelve famoso las conversaciones con sus amigas girarán en torno a él, lo cual parece molestarla. Para hacer presión sobre Popeye, decide que es buena idea dedicarse ella también al boxeo profesional.
Aunque la intención inicial de Rosario solo era molestar a Popeye metiéndose en su terreno, poco a poco la idea de subirse a un ring a golpear a alguien la va atrayendo cada vez más, hasta que se obsesiona con ella. Y en cuanto comienza a entrenar, su manager descubre que Rosario domina el golpe remolino con increíble facilidad. Este es un golpe que nadie había logrado ejecutar correctamente en los últimos setenta años, de efectos devastadores. Por lo que se deduce de la reacción de Popeye al enterarse de esto, el golpe remolino es algo que ningún boxeador decente usa debido a que resulta letal demasiado a menudo.
Gracias al golpe remolino (y a que sus adversarios no la golpean a ella por ser una mujer) Rosario gana con facilidad sus primeros combates, y se envalentona. Esto provoca una revolución entre las mujeres, las cuales comienzan a golpear a sus maridos para que hagan todas las tareas domésticas además de ser ellos los que van a trabajar.
Únicamente Brutus parece dispuesto a pelear en serio con Rosario, pero ella le gana haciendo trampas. El árbitro (Pilón), que no quiere quedar mal ante "la primera dama del cuadrilátero", hace la vista gorda y da por buena su treta.
Los hombres del barrio, hartos de que sus mujeres abusen de ellos, instan a Popeye a que combata él personalmente con la desbocada Rosario. En principio Popeye se niega porque no quiere golpear a una mujer, y menos aún a su novia. La cosa cambia un día que Cocoliso llega llorando del colegio, lleno de moratones, y le dice que ya no quiere ser más un niño y quiere convertirse en una niña. En el colegio las niñas han comenzado a golpear a los niños y Cocoliso quiere ser una niña para gozar de la misma impunidad social que tienen ellas.
Rosario y Popeye acuerdan pelear al fin. Ella está convencida de que va a ganar porque ya cuenta con que Popeye ni tan sólo será capaz de golpearla, mientras que ella no tiene ningún reparo en hacerlo. El combate comienza y efectivamente Popeye no lanza un solo golpe contra Rosario, pero tampoco cae ante los golpes de esta. Se limita a resistir un asalto tras otro, recibiendo cada puñetazo que esta le endosa. Ya en el último asalto, Popeye avanza desde su esquina hacia Rosario con las manos a la espalda, como si no tuviera intención ni tan solo de cubrirse. Cuando está frente a ella le muestra un ramo de rosas que mantenía oculto a su espalda y se lo entrega como una muestra de su amor. Poco acostumbrada a gestos similares por parte de su (por lo general) rudo novio, a Rosario se le pasa la tontería de golpe, toma encantada el ramo, y se desmaya de la emoción.
Al verla tendida en el suelo, Pilón le hace la cuenta de diez por inconsciencia, dando como vencedor a Popeye.
Este numero incluye otra historia más breve titulada La perla púrpura. En ella el padre de Popeye (llamado Podderick, aunque en los comics todos se referían a él como papi o abuelo) se va a pescar y encuentra una almeja gigante, y en su interior halla una enorme perla negra.
Tras esquivar los numerosos y nada sutiles intentos de Rosario de apropiársela, Podderick se pone a sacarle brillo a la perla y esta se transforma en lo que parece ser un pequeño genio, como los "genios de la lámpara" de Las mil y una noches. Este, sin embargo, revela ser un anti-genio. No concede deseos a aquel que lo libera, sino que se los exige. El anti-genio comienza a hacerle demandas absurdas a Podderick y este, por haberle liberado, se ve mágicamente obligado a obedecerle.
Cuando el resto de la familia se da cuenta que está pasando algo raro, el anti-genio intenta controlarlos también con su magia, pero descubre que Popeye es inmune a ella debido a que consume con regularidad lo único que inmuniza ante los poderes de los anti-genios; las espinacas. Aún así el anti-genio está convencido que no corre peligro puesto que él es invisible, intangible e inaudible salvo para aquel que lo liberó… hasta que Popeye simplemente arrea un guantazo en la dirección que le señala Podderick, haciendo explotar al molesto personaje. ¡Y luego dicen que la violencia no resuelve nada!
Puedes ver más sobre este personaje pulsando aquí.
Popeye nº 4. 1971. Bud Sagendorf (texto y dibujos). King Features Syndicate. Publicado en 1971 por Bru Lan S.A.
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