EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ! ¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
Esta es una miniserie de cuatro números publicada en 1990. Fue escrita por Frank Miller y dibujada por Dave Gibbons. Son nombres que no necesitan presentación para los aficionados al comic. Para los que no lo sean tanto, Frank Miller es un casi legendario guionista de Batman y Daredevil, además de ser el creador de obras propias como Ronin, 300, Sin City, o Hard Boiled. Por su parte Dave Gibbons es famoso principalmente como ilustrador de Watchmen, pero ha trabajado también con personajes como Batman, Superman o Linterna verde.
El nombre de la protagonista seguramente sea una referencia a Martha Dandridge Curtis Washington, la mujer de George Washington, que fue el primer presidente de los Estados Unidos. El título de la colección también es una referencia al famoso grito de "¡Dame la libertad o dame la muerte!" de Patrick Henry, uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos. En España se tituló a este primer numero Junglas, siendo el título original Homes & Gardens (Casas y Jardines).
Give me Liberty fue la primera entrega de una saga dedicada al personaje de Martha Washington. Estos comics eran muy críticos con la propia sociedad norteamericana, presentando de forma retorcida y paródica sus obsesiones y miserias, y especulando hacia donde podría encaminarse. Tuvieron además un desarrollo muy amplio del trasfondo, gracias a que se intercalaron entre las páginas del comic otras que simulaban ser de periódicos o revistas con columnas de noticias y publicidad que nos daban muchísima información secundaria y una visión más clara de la sociedad del momento. A esta primera miniserie seguirían otras cinco miniseries o números especiales.
La historia inicia en 1995 (una proyección de tan solo cinco años respecto a la fecha en que se publicó). Martha Washington nace en un hospital de un barrio marginal, en unos Estados Unidos sumidos en una crisis social y política alarmantes, que parece a punto de estallar en cualquier momento.
Al año siguiente, las elecciones dan como ganador al candidato Rexall, apodado “El hombre que devolvió sus cojones a América”. Rexall aboga por la mano dura a la hora de tratar los problemas, y una de sus primeras medidas es la construcción del Green. El Green es un barrio residencial edificado sobre la zona urbana con mayor índice de delincuencia de Chicago. Se lo presenta al público como un bloque de apartamentos seguros para gente sin recursos, pero en realidad es una prisión para retener entre sus muros a los habitantes de esos barrios. Una vez encerrado en el Green, tengas delitos pendientes o no, ya no sales ni muerto, literalmente; el lugar cuenta con su propio cementerio (un solar entre edificios) donde los que mueren en el Green son enterrados. Como oficialmente no es una prisión y no hay una condena formal que se pueda cumplir, simplemente la gente del Green no puede abandonarlo. Entre los habitantes de este gueto cercado por muros de hormigón y alambradas, están Martha y su familia.
El padre de Martha murió poco después que ella naciera, precisamente en una manifestación de protesta contra la construcción del Green. Obligados a vivir en ese lugar sin futuro ni leyes, donde debido a su aislamiento del exterior los índices de criminalidad se recrudecen en lugar de disminuir, su madre viste a la pequeña Martha como a un niño y le corta el pelo para que lo parezca, tratando de reducir el riesgo de que la violen. Esto sin embargo no sirve de mucho, ya que ahí también se viola a los niños. Un hombre rapta a Martha en plena calle ante la pasividad de los transeúntes para llevársela a uno de los jefes del Green que se hace llamar Papá. Este, al descubrir que Martha es una niña (él le encargó al hombre que le consiguiera un niño) lo manda matar. El responsable de la ejecución es Iceman, uno de los musculosos sicarios de Papá, que firma sus asesinatos abriendo la garganta de la victima con un garabato (garfio para carne). Martha se escabulle cuando nadie le presta atención. En este incidente se le pierde su muñeca de trapo, una Raggedy Ann que llevaba consigo a todas partes.
La pequeña Martha demuestra tener una extraordinaria habilidad para alterar los sencillos ordenadores con los que estudian en el Green, haciendo trampas para mejorar sus notas. Esto llama la atención de uno de sus profesores, un voluntario civil que acude regularmente a dar clases a los críos, y Martha traba una buena amistad con él. Este profesor se esfuerza realmente por que los niños del Green tengan algún tipo de futuro… y esto aparentemente disgusta a Papá, que quiere a la gente deprimida y atemorizada para tener un mayor control sobre ella. Papá envía a Iceman a matar al profesor, y una Martha ya adolescente se venga hundiéndole en el cuello al sicario su propio garabato. Es la primera persona a la que Martha mata en su vida, y no será ni de lejos la última.
El haber matado a Iceman provoca en Martha un trauma que la deja muda y catatónica durante una buena temporada. Pero la mente de Martha no está dormida, solo atrapada en su cuerpo. Aunque es incapaz de reaccionar oye y entiende lo que los médicos dicen de ella, y los oye hablar de que van a llevarla a un hospital estatal… fuera del Green. Comprendiendo que probablemente sea la única oportunidad que tendrá de salir del Green, Martha finge seguir catatónica a medida que se va recuperando, para que la saquen de allí.
El hospital estatal resulta ser otra cárcel donde se pasa el día atiborrada de tranquilizantes, sin apenas supervisión. Deambulando al azar por los pasillos, drogada hasta las trancas, se mete en una zona en la que experimentan con los pacientes y ve a un grupo de niñas de cabezas deformes de las que surgen cables, conectadas a varias máquinas. Esto despierta un recuerdo en ella, porque las niñas con las cabezas llenas de cables se confunden en su drogado cerebro con la muñeca que perdió siendo pequeña en el Green, su Raggedy Ann. En este momento no sabemos quienes son estas niñas, pero será importante más adelante.
Poco después, unos recortes presupuestarios hacen que varios centros psiquiátricos cierren, incluido en el que está Martha. Los pacientes son simplemente soltados a las calles para que se valgan por si mismos, en unos niveles de miseria que han superado incluso a los del Green.
Enfrentada por primera vez a la sociedad "normal" y sin el chute de fármacos al que la habían acostumbrado en el psiquiátrico, Martha malvive como una pordiosera. Un día mata con una botella rota a un agente de la Policía Sanitaria (una especie de ejército privado del Departamento de Salud) que intenta llevársela. Le roba sus tarjetas de crédito y piratea un cajero para obtener una gran cantidad de dinero. Durante un tiempo se mantiene con eso, y se pone al día con el mundo.
El cierre de los psiquiátricos obedece a una fuerte crisis económica que está azotando al país. Rexall, “el hombre que devolvió sus cojones a América” ha quedado en coma debido a un atentado que ha matado a casi todo su gabinete de gobierno. El único superviviente es Nissen, un tímido y apocado ministro de agricultura, que es nombrado presidente provisional.
Contra todo pronóstico, Howard Nissen resulta ser un buen presidente. Alejándose de las políticas expansionistas y belicistas de Rexall, levanta la economía y la moral del país en poco menos de un año. Una de las medidas de Nissen es la reasignación del Pax, un ejército cuya misión hasta ese momento era meter las narices en cada conflicto armado del mundo para decantarlo hacia uno u otro bando según conviniera a los intereses económicos y políticos de los Estados Unidos. Los soldados del Pax son retirados de los numerosos frentes por los que estaban dispersos y se concentran en luchar contra la deforestación del Amazonas. La publicidad del Pax incide en que te dejan alistarte sin hacer preguntas y sin edad mínima. Cualquiera que sea capaz de pasar las pruebas físicas les vale, y una vez dentro limpian tu expediente. Martha decide unirse a ellos como una forma de ganarse la vida.
La fecha ha avanzado hasta el 2010. Martha tiene unos quince años. Las grandes corporaciones son tan poderosas como algunos países, y disponen de ejércitos propios. Una de ellas es la megacadena de hamburgueserías Fat Boy (Chico Gordo) que está conquistando el Amazonas para quemarlo y crear pastos para vacas. En su primera misión con las fuerzas del Pax, Martha forma parte de un comando que es desplegado en la jungla para frenar los avances de las tropas de Fat Boy. Tras un repentino y caótico tiroteo donde es la única que sobrevive, logra llegar al punto de reunión con otro comando, quedando a las órdenes del teniente Moretti.
En una misión posterior ambos se vuelven a encontrar, pero en circunstancias muy diferentes. Martha sorprende al grupo de Moretti cuando estos están repartiendo una serie de bombas incendiarias por la jungla, para arrasarla. Moretti ha aceptado un soborno de Fat Boy, y al verse descubierto dispara contra Martha, dejándola malherida. A pesar de llevar tres balas en el cuerpo, Martha se las apaña para acabar con todo el grupo de Moretti. Cuando otro escuadrón del Pax los encuentra, solo ella y Moretti siguen vivos, ambos agonizantes e inconscientes.
Tras recuperarse, Moretti justifica la muerte de sus hombres y la presencia de los explosivos diciendo que interrumpieron a un grupo de soldados del Fat Boy que los estaban colocando para quemar la selva, y se enfrentaron a ellos. No es una historia muy consistente… pero el país y el público necesitan héroes, y tanto él como Martha son presentados como tales y ascendidos.
La historia de Martha Washington continúa en el tomo 2: Desiertos, que veremos en breve.
Give me Liberty, Homes & Gardens. 1990. Frank Miller (guion) Dave Gibbons (dibujo). Norma Editorial, colección Made in the USA.
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