EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, esforzados rescatadores.
Otro libro interactivo de la colección S.O.S. y del mismo autor del primero que vimos. Este resulta un poco más coherente que aquel, pero sigue dando esa impresión de estar escrito a base de improvisarlo todo sobre la marcha y sin ningún trabajo de relectura posterior para darle coherencia y unificar términos y criterios.
En esta ocasión nos encontramos en el Japón feudal. El dios Susano-o ha tenido la ocurrencia de lanzar un caballo desollado contra el telar de su hermana Amaterasu, y esto la ha ofendido tanto que se ha retirado a Las Grutas del Cielo hasta que se le pase el cabreo. Su ausencia ha dejado desprotegido Japón, justo cuando una flota de tártaros se aproxima a sus costas para invadirlas. Así pues, el reto a afrontar es llegar hasta las Grutas del Cielo para convencer a Amaterasu de que vuelva a prestar atención a los asuntos de los humanos. La principal dificultad que encontraremos en el camino es el Jinete Oscuro, una representación física de Susano-o en la tierra que este ha puesto ahí para asegurarse que nadie llega hasta su hermana.
La verdad es que suena bien. De hecho, que el argumento sea ese me parece una genialidad. Una búsqueda épica, a medio camino entre un cuento infantil y una leyenda. El problema es el mismo que en el título que ya comentamos: una escritura desordenada que ya resulta difícil de seguir a un adulto, en un texto teóricamente dedicado a niños.
A pesar de lo que el título parece indicar, el protagonista no es un samurái. Es un adolescente llamado Tukumuro que, por alguna razón que no se nos explica, fue encerrado sólo en una torre en ruinas donde ha permanecido largos años. Un día el hombre que lo encerró allí regresa para liberarlo, le entrega un par de katanas, un caballo, le encarga ocuparse del asunto de buscar a la diosa, y a continuación se suicida. Y que te regalaran una katana no te convertía en samurái, creo que todos tenemos eso claro. Ni tan solo estar llevando a cabo funciones que deberían corresponder a un samurái te convertían en uno, pero el texto se refiere al protagonista como "el samurái" en varias ocasiones. Hay que tener en cuenta también que esto se escribió en los 80, y en España, lo que se sabía sobre ninjas y samuráis estaba más basado en la especulación y en la imagen que se daba de ellos en las películas de acción norteamericanas que en la realidad histórica.
Cuando se dispone a comenzar su búsqueda, Tukumuro alza la vista al cielo en busca de inspiración y ahí ve el rostro del lector, entre las nubes, por lo que todo apunta a que nuestro papel en la historia es ser un espíritu o dios menor que le guía.
Tukumuro emprende el camino matando algunos monstruos que le salen al paso. También rescata a una bailarina de un grupo de soldados que querían propasarse con ella. Y en cuanto Tukumuro pone en fuga a los soldados, le reclama a la bailarina que se acueste con él como pago por haberla ayudado, a lo cual ella accede encantada… esperad, voy a verificar otra vez la edad recomendada... ajá, sí, once años. Eso me parecía, pero tenía que comprobarlo.
El caso es que tras acostarse con la desconocida, Tukumuro sigue su camino y le van pasando cosas. Se topa con un dragón, embadurna de cieno a una grulla herida para curarla, y sobre todo resuelve algunos enigmas cuya solución no me ha convencido. Como en el caso anterior es una historia prácticamente lineal en la que solo hay un par de tomas de decisiones que alteren lo que ocurre. Todo lo demás son acertijos que debemos resolver antes de seguir leyendo, la mayoría de los cuales no tiene consecuencias en el transcurso de la historia y cuyas soluciones tampoco han terminado de convencerme.
Hay uno, por ejemplo, en el que tenemos que buscar la forma de que siete jinetes estén montados a la vez sobre seis caballos, pero cada caballo solo puede llevar sobre él un jinete. La “solución” que nos da el autor como correcta es montar a dos de los jinetes en un solo caballo, y hacer que luego se baje uno de esos dos cuando el resto de caballos tengan un jinete encima… pero haciéndolo así no hay ningún momento en el que cada jinete esté subido en un caballo y ningún caballo lleve encima más de un jinete. Es un enigma sin una solución real, y tampoco hay consecuencias de ningún tipo por acertarlo o fallarlo, por lo que llega a un punto en que después de unos cuantos así simplemente dejas de intentarlo.
Lo peor del librojuego, sin embargo, no son los falsos enigmas ni la falta de tomas de decisiones o que estas no tengan consecuencias reales. Es lo mucho que se ha desaprovechado lo que podría haber sido una buena historia.
¡Pero no todo son malas noticias! He revisado los autores de los otros librojuegos que tengo pendientes de leer de esta colección y ninguno es del mismo que los dos que ya hemos visto, así que puede que alguno del lote se salve… aunque empiezo a sospechar por que aquel misterioso encapuchado del mercadillo me los dejó tan baratos y luego desapareció entre la multitud con una enigmática risilla…🤔
Puedes ver otro título de esta colección pulsando aquí.
Samurai... 1987. Jesús Castellano (texto) Natalio Bayo (portada) Selgas (ilustraciones). SOS tu librojuego de aventuras nº 13. Ediciones Jucar.
No había visto está colección (ni está editorial) en mi vida. ¿Puede que sea algo muy local de levante? (Por lo del Júcar, digo). Igual eran autores amateur o encargos muy mal pagados para sacar algo rápido al rebufo de los otros librojuegos de otras empresas...
ResponderEliminarPues el nombre de la editorial es interesante, porque la fundó en 1967 un asturiano y su sede estaba en Gijón. El dueño publicó muchos libros contrarios al franquismo y a favor del comunismo, la anarquía, el marxismo y cosas así. Lo de llamarla Júcar en lugar de un nombre que la gente relacionara instintivamente con Asturias quizá fue para atraer menos la atención de la censura.
EliminarSobre esto tengo que añadir que yo tampoco conocía de nada ni estos librojuegos ni la editorial hasta que me hice con un lote de ellos. Y lo dicho arriba son datos sacados de Wikipedia (me picó la curiosidad por la editorial al leer tu comentario) y en la wiki mete mano quien quiere, así que tampoco se hasta que punto puedan ser precisos.
Sí, estoy leyendo esa misma entrada, a mí me la han colado. La historia de la editorial parece consistente, y los ejemplos de publicaciobes son todas cosas muy serias, no sé cómo encajaron unas libroaventuras así en el catálogo.
EliminarYo supongo que el "material subversivo" se editaría sin acreditar para ahorrarse problemas. Utilizaría la maquinaria e instalaciones de la editorial para producir esos libros pero sin indicar en ellos datos de la empresa que pudieran llevar a las autoridades hasta él. Los librojuegos serían como las enciclopedias o libros de cocina que creo que pone en esa entrada que publicó también: la parte legal y visible de la empresa con la que financiaba la producción del otro material. Por otra parte estos librojuegos son de mediados-finales de los ochenta, así que por esas fechas ya sería una editorial "normal".
EliminarMe ha matado lo de rescatar a la bailarina para acostarse con ella en un librojuego para niños. ¿Seguro que no lo ha escrito Berna...?
ResponderEliminarPor lo que dices, si se hubieran documentado un poco mejor, les podría haber salido una historia estupenda. El planteamiento, con la diosa Sol Amaterasu encerrándose en la cueva tras una gamberrada de Susano-o, es una de las leyendas más conocidas y queridas de Japón, y un muy buen punto de partida, pero el resto parece bastante absurdo. Si querían que el protagonista fuera un joven samurái, ¿por qué se inventaron esa historia de la torre en vez de poner simplemente a un muchacho que reemplaza a su padre? ¿Los enigmas, por lo menos, los plantean otros dioses o personajes mitológicos, o ya es un desbarre pseudo-asiático que mezcla leyendas japonesas con películas de Jackie Chan?
Cierto que en los años 80 el interés por la cultura e historia japonesa en España era mínima, y la información sobre la mitología o la era de los samuráis estaba limitada a unos pocos libros, pero aun así, podrían haberse tomado la documentación un poco más en serio.
Creo que precisamente el autor aprovechó ese desconocimiento general que había en los ochenta sobre la mitología japonesa y los samuráis para hacer básicamente lo que quisiera. ¿Por que preocuparse de ser fiel a la mitología e historia japonesa si los lectores no la conocían?
EliminarY sobre los enigmas, algunos te los plantean personas que te encuentras, o simplemente se te dice que tienes que resolverlos, sin más. Son una combinación de cosas sencillísimas, como un "une los puntos" o un par de laberintos como los que aparecen en las revistas de crucigramas, con otros a los que no he llegado a verles el más mínimo sentido. Imagino que simplemente los copió de otros lados, adaptando el texto, por la enorme disparidad de dificultades que hay de unos a otros. No parecen algo pensado expresamente para este libro.