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miércoles, 18 de septiembre de 2024

LAS DAMAS NEGRAS

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, experimentados agentes.

Le Dame Nere (Las Damas Negras) es la primera aventura de Legs Weaver como protagonista. Hicimos un comentario general sobre esta colección ayer mismo. Encontraréis un enlace al final de este artículo, por si aún no lo habéis leido, pero básicamente es una serie derivada de Nathan Never, a la que se dio un tono más informal.

En la parte de arriba de la portada de este tomo podéis ver que pone Raccolta (colección) Legs en lugar de Legs Weaver. Esto se debe a que es una edición recopilatoria en la que se vendían los números de dos en dos, a un precio reducido. 

La historia comienza con Legs llegando tarde al trabajo por haber programado mal su despertador. La han asignado como apoyo de Nathan, el agente principal de la organización, para impedir una venta ilegal de material genético. Ambos acuden hasta el lugar donde va a producirse la venta. Los implicados son, por un lado, la señora Tesmacher, un alto cargo de Dragón (un laboratorio que produce animales artificiales a la carta, como mascotas) y por el otro Mad Martigan, el capo del tráfico de órganos de la Costa Este. Cuando este efectúa el pago y comprueba la mercancía, vemos que es un embrión hibernado de lo que parece ser un dragóncito. Los dragones domésticos (del tamaño y comportamiento de gatos) son uno de los productos estrella de la compañía Dragón, pero este ha sido modificado para que tenga una inteligencia equivalente a la humana, y la capacidad de hablar.

Los Agentes Alfa intervienen logrando detener a Mad Martigan y Tesmacher, incautando el embrión. La misión parece haber sido un éxito a pesar de los métodos poco ortodoxos de Legs, pero se nos muestra otra escena en la que se da a entender que un cuarto bando preparó la situación para que todo saliera tal y como ha ocurrido. Este grupo, a todas luces una secta compuesta solo por mujeres, está dirigida por una que se hace llamar La Divina Jahna y se refiere a sus seguidoras como “esclavas”.

De vuelta a su apartamento, Legs tiene que lidiar con un vecino que está obsesionado con ella y no deja de darle la turra para que juegue con él en sus mundos de realidad virtual erótica. Y con otra vecina que le endosa su dragoncito doméstico para que se lo cuide una temporada, el cual le llena la cara de arañazos. 

También aprovecha para gritarle a sus cactus para motivarlos, tal como haría un estricto instructor del ejército, porque ha oído decir que hablarle a las plantas estimula su crecimiento. Cuando se dispone a descansar al fin recibe una llamada de Nathan. Les han ordenado llevar a Mad Martigan a la Costa Oeste para dejarlo en manos de las autoridades locales. Nathan además parece haberse contagiado con una cepa de gripe que lo tiene atontado y con los reflejos bajos, por lo que no puede prescindir del apoyo de Legs.   

Llegan a la Costa Oeste en avión y entregan a Mad Martigan a dos operativas de otra agencia de seguridad que se presentan con la documentación requerida. Una vez realizada la entrega se presenta otra agente llamada Yvonne, que también les reclama al prisionero. Las primeras que aparecieron y se lo llevaron eran impostoras, a pesar que los papeles que presentaron no eran falsificaciones, sino documentos auténticos. Nathan, Legs e Yvonne reciben entonces instrucciones de sus respectivas agencias de colaborar en la búsqueda y recuperación del prisionero.

Aquí tenemos una rotura de la cuarta pared por parte de Legs. Vemos una escena en la que Nathan, como era habitual en él, se queda mirando al vacío frente a una ventana mientras reflexiona sobre los sucesos recientes e implicaciones de estos a futuro en un cuadro de texto. Legs se cabrea y arranca de la viñeta el cuadro de texto, arrugándolo y lanzándolo por la ventana mientras le echa la bronca a Nathan. Es para permitir este tipo de cosas (que no hubiesen quedado bien en Nathan Never, mucho más seria) por lo que se dio a Legs una colección propia.  

Cuando van a ponerse al lio, la gripe de Nathan se agrava y éste queda fuera de combate. Los médicos lo ponen en observación tres días, lo que deja a Legs e Yvonne solas para afrontar su nueva misión. Primero van a buscar información sobre las dos falsas agentes a uno de los chivatos habituales de Yvonne. Este les revela que eran miembros de una secta llamada Las Damas Negras, pero no sabe cómo encontrarlas. Las remite como alternativa a Los Adivinos, otra secta que hay en las afueras. Esta es famosa por tener una respuesta a todo lo que se les pregunta, pero también siempre exigen otra información a cambio de la que ofrecen. Es así como funcionan Los Adivinos, traficando con información de un modo mistificado y ritualizado.

Las agentes se dirigen a los terrenos de la secta, decorados como si fueran un antiguo templo de la Grecia clásica. Allí, la líder de Los Adivinos acepta revelarles el lugar donde se reúnen Las Damas Negras si una de ellas se somete a una prueba en la que existe la posibilidad de que quede lobotomizada. Se trata de conectarse a una máquina que extrae y graba lotes aleatorios de recuerdos e información del cerebro del usuario, que pueden ser tanto delitos mantenidos en secreto, fetiches sexuales, intenciones ocultas, traumas infantiles o la lista de la compra de la semana pasada. Legs acepta pasar por esto a cambio de la información que buscan. Sorprendentemente, la máquina se cortocircuita al tratar de acceder a la mente de Legs. Esta no le da importancia y lo achaca a que tiene la cabeza dura, pero el asunto queda como un cabo suelto a explorar y desarrollar en alguna historia posterior. A pesar de este suceso inesperado, y puesto que Legs se ha sometido a la máquina tal como acordaron, la líder de Los Adivinos revela a las agentes la localización de Las Damas Negras.

Se trata de una isla artificial cercana a la costa, comunicada con esta por un puente. Es un entorno para millonarios: playas privadas, hoteles de lujo, casinos, puertos para yates… Allí se han reunido las dos falsas agentes, que llevan a Mad Martigan con ellas, con otras dos miembros de su grupo. También está su líder, pero no en persona, sino en forma de proyección holográfica remota en tiempo real. Esta proyección y Mad Martigan mantienen una conversación en la que nos enteramos que el objetivo de Las Damas Negras es obtener un dominio absoluto sobre la genética para poder crear seres que usar como armas y sirvientes a medida de todo aquello que necesiten, como una forma para controlar el destino del mundo. Son una especie de Umbrella como la de Resident Evil (como veis, esta colección bebe de muchas fuentes) pero con un aire místico. 

Las Damas Negras hicieron fracasar la venta del embrión de dragón modificado porque les resultaba más sencillo apoderase de él cuando estuviera en la sala de pruebas de la policía que una vez en las manos de Mad Martigan. El embrión ya lo han conseguido, pero además quieren ejecutar a Mad Martigan porque es uno de sus competidores en el campo del tráfico de material genético. Una vez el comic nos ha dejado claro todo esto, Legs e Yvonne, que estaban al acecho en las inmediaciones, intervienen con la sutileza habitual de la primera (pegando tiros sin preguntar) para salvar la vida a Mad Martigan, puesto que recuperarlo es la misión que les han encomendado.

Todas las sectarias de Las Damas Negras han sido modificadas genéticamente. De las cuatro a las que se enfrentan dos tienen uno de sus brazos reemplazado por un racimo de fuertes tentáculos extensibles, mientras que las otras dos poseen una fuerza por completo desproporcionada a su corpulencia y tamaño. El problema que tienen es que ninguna es a prueba de balas. Durante el combate que sigue las chicas con tentáculos son partidas en dos por los disparos de Legs, y las de fuerza incrementada consiguen huir. Pero también queda liberado accidentalmente uno de los monstruos de laboratorio que Las Damas Negras tenían encerrado en un contenedor. La bestia es una criatura reptiliana enorme y extremadamente violenta, a la que Legs e Yvonne no logran abatir con sus armas. El monstruo escapa del hangar donde estaba teniendo lugar toda esta escena, amenazando con quedar libre en el mundo.

En ese momento llega May, a la que la Agencia Alfa había enviado como refuerzo para Legs, probablemente debido a la enfermedad incapacitante de Nathan. May aparece pilotando un transporte de carga volador que no está armado, pero sí lleva acoplado un pesado contenedor que deja caer sobre el monstruo. Sin embargo, esto no basta para matarlo. Legs, reconociendo el contenedor, hace saltar los cierres para acceder a su contenido: un enorme mecha de combate a los mandos del cual logra abatir al fin a la criatura.

Tras esto vemos que Nathan sigue recuperándose en el hospital, y felicita a Legs por haber cumplido la misión sin él cuando en realidad ella solo era su agente de respaldo. Esto sirve de justificación para que en los siguientes números de la colección la Agencia Alfa confíe lo suficiente en Legs como para ponerla directamente al mando de las misiones que le encarga. De Las Damas Negras no se nos cuenta nada más, pero aparecerán en futuros números como una especie de enemigo recurrente. 

También vemos como Legs descubre que su obseso vecino había creado una versión virtual de ella, mucho más sumisa y complaciente que la real, para incluirla como un bot en sus videojuegos eróticos. En lugar de enfadarse, le pide al informático de la Agencia Alfa que le piratee al vecino su videojuego haciendo que su versión virtual lo rechace continuamente, igual que lo hace ella misma en el mundo real. Para terminar, tenemos una nueva rotura de la cuarta pared en la que un chaval ha encontrado el cuadro de texto de Nathan que Legs arrugó y lanzó por una ventana, y lo lleva a una tienda de comics a ver cuanto le dan por él.

Los asuntos profesionales y personales de Legs continúan en La mujer que sabía demasiado. 

Le Dame Nere. 1995. Antonio Serra (guion) Marzia & Cozzi (dibujo). Publicado en formato doble en 1998.    

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