EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, experimentados agentes.
Esta es la segunda aventura de Legs Weaver, que tenemos como parte del tomo Raccolta Legs nº 1 que ya vimos hace unos días.
Tras otra de sus misiones para la Agencia Alfa, Legs y May solicitan unas vacaciones para quitarse el estrés que les provoca apalizar a los malos, y les conceden unos días que aprovechan para ir a disfrutar de la arena y el mar en las Islas del Sol.
Estando ya en la playa las aborda Rick, el vecino pesado obsesionado con Legs. De algún modo no demasiado legal se ha enterado de donde y cuando iban a veranear y se ha gastado sus ahorros en seguirlas. Tras despacharlo de un sopapo, por pesado, Legs le suelta otro por error a Sybil, una amiga a la que no veía desde los tiempos de la academia militar, en la que entrenaron juntas.
Encuentro interesante que Sybil se refiera a Rebecca por el apodo de Legs, porque adquirió éste en prisión, tras su paso por la academia militar. Que Sybil la llame Legs implica que se mantuvieron en contacto después de la academia, aunque fuera a distancia.
Los cuatro se van a cenar. Legs y Sybil se ponen al día charlando alegremente mientras May se traga los celos y Rick asiste a la escena un tanto descolocado, encantado por estar compartiendo mesa con tres bellezas pero al mismo tiempo sin saber que hacer o decir en una situación como esa. Entre otras cosas, Sybil les cuenta a los demás que ahora se dedica a buscar antigüedades y piezas de arte raras, y está allí rastreando por encargo una de ellas.
A la mañana siguiente Legs y May salen a pasear por la playa y una muchacha corre hacia ellas como si las conociera. Un disparo resuena en la distancia y la muchacha cae derribada por una bala. Cuando intentan socorrerla, la cara de esta se rasga entre los dedos de Legs, y descubre que se trata de Sybil, que ocultaba su rostro con una máscara de látex. Con su último aliento, Sybil le indica que no hable con nadie, y le entrega un cristal brillante similar al cuarzo o la vivianita (que sí, el comic es en blanco y negro pero yo no puedo evitar imaginarme ese cristal como de color verde).
Legs toma el cristal y segundos después su amiga muere entre sus brazos. El autor del disparo es el sicario de un musulmán que observa toda la escena desde una lejana duna de arena. Durante unos instantes este valora la posibilidad de ordenar dispararle también a Legs y enviar a sus hombres a recuperar el cristal, pero tras observarla de arriba abajo con unos prismáticos considera que matarla sería un desperdicio y la deja estar por el momento.
Siguiendo el consejo de Sybil, Legs no habla con nadie acerca del cristal, ni tan solo con la policía. Pero no puede dejar la muerte de su amiga sin vengar, así que se cuelga el cristal al cuello como si fuera una joya exótica y se dedica a exhibirla en el mayor restaurante-casino de la ciudad. No tarda en llamar la atención de alguien que se presenta como el príncipe Alí El Bashir, afirma ser el dueño de las Islas del Sol, y vemos que es el mismo hombre que ordenó la muerte de Sybil. El Bashir invita a Legs a su reservado e intenta seducirla. Tras algunas horas dejándose dar coba por él, acepta asistir a una fiesta de disfraces con temática de alta tecnología que este va a dar en su palacio.
Legs acude pertrechada con su traje de combate y un cañón de artillería portátil, haciendo ver que es su disfraz, pero lo que carga son un arma y armadura reales por si acaso. Es raro que se lo haya llevado con ella de vacaciones, pero podemos suponer que es una imposición de la Agencia Alfa, para poder movilizar a sus agentes cuando y donde los necesiten. En la fiesta de disfraces podemos ver en segundo plano a un Darth Vader, un klingon, y (quizá a modo de homenaje de una de las fuentes de inspiración del comic) alguien disfrazado de Briareros, de Appleseed (1989).
En cuanto la ve aparecer en su fiesta, El Bashir retoma inmediatamente su acoso y derribo contra Legs, se la lleva aparte de los demás invitados y le cuenta una historia en la que le atribuye a su familia la construcción tanto del primer avión como del primer submarino. Según él un antepasado suyo vio caer un meteorito en el desierto y recogió los fragmentos en los que este se había partido, una serie de cristales como el que Legs lleva al cuello. Estos fragmentos pueden emplearse como fuentes de energía infinita, y gracias a ello su antepasado fabricó esas máquinas. Afirma también que Julio Verne conoció a su antepasado y se inspiró en sus inventos para escribir sus fantásticos relatos. Incluso le muestra una supuesta maquina voladora que su familia guarda como una reliquia desde hace siglos, y que según el aún funciona.
El Bashir le reclama a Legs el fragmento de cristal que le entregó Sybil como parte de su herencia familiar. Le dice que a su antepasado le quedó una máquina por construir pero dejó los planos detallados para ello, que él posee. Esa máquina le permitirá tomar control sobre todo el mundo, pero necesita el cristal que tiene Legs para completarla, así que le propone compartir el mundo con ella. Legs finge creerle y aceptar. Lo finge tan bien que termina acostándose con él para ganarse su confianza.
A la mañana siguiente, en cuanto despierta, se entera que El Bashir tiene ya seis esposas y otras tantas concubinas, y ha decidido unilateralmente incluirla a ella en su harén. Las otras esposas ya están de hecho preparando la ceremonia nupcial, y se sorprenden cuando Legs les anuncia que no tiene intención de unirse a ellas. La primera esposa de El Bashir le dice claramente que no tiene opción, y que dentro de poco lo descubrirá. Por lo pronto, nadie le cierra el paso a Legs cuando coge sus cosas y se marcha de allí.
De vuelta al hotel con May nos enteramos que el fragmento de cristal que le entregó a El Bashir era una falsificación y ella conserva el real. La armadura con la que fue a la fiesta de disfraces lleva incorporados unos sensores que han estado analizando todo a su alrededor, y han detectado una gran y compleja estructura mecánica enterrada bajo el propio palacio. Dándose cuenta que está metida en algo mucho más gordo que el asesinato de su amiga, informa a la Agencia para que les envíe un helicóptero a recogerlas. Simultáneamente a esto El Bashir, que ha descubierto el engaño del falso cristal y además no admite que una mujer le rechace, envía a sus hombres a por Legs. Un grupo de estos, equipados con garras metálicas similares a nekodes, trepan por las paredes del hotel hasta su habitación y las persiguen en su huida hasta la azotea. Legs los recibe disparando contra ellos el cañón de artillería portátil.
Las dos se suben al helicóptero, pero también consiguen hacerlo varios de los sicarios de El Bashir. Estos reducen a las agentes, lanzan al piloto al vacío, y toman control del helicóptero volviendo con este al palacio. Una vez allí, como todo malvado megalómano, El Bashir nos explica en detalle su plan. La máquina que su antepasado nunca llegó a construir la ha fabricado él. Es el propio palacio en el que se encuentran, que gracias a la pieza de cristal que acaba de recuperar se desarraiga del suelo y flota en el aire como una gigantesca nave voladora. La estructura mecánica que detectó Legs bajo el palacio eran los motores de sustentación gravitica. A continuación El Bashir interfiere a la vez en todas las cadenas de televisión del planeta y se autoproclama Amo del Mundo. Advierte que de no ser reconocido como tal por todas las naciones, destruirá una ciudad cada hora. A modo de demostración, su palacio flotante emite un potente rayo de energía que destruye por completo una de las Islas del Sol.
Legs logra liberarse de los guardias y empieza a repartir golpes entre ellos, pero cuando llega hasta El Bashir su mano se detiene. Durante la fiesta de disfraces El Bashir le dio a beber un vino drogado de acción lenta y persistente, elaborado con sus propios genes, que anula la voluntad de las mujeres que lo consumen cuando están en su presencia. Además de sonar bastante asqueroso, la droga se ha asentado ya lo suficiente en el organismo de Legs y está haciendo efecto ahora. Legs cambia su mirada de odio hacia El Bashir por otra de cachorrito desvalido y se limita a ir tras él asintiendo a cada cosa que dice.
Entretanto, la Armada Mundial ha tomado cartas en el asunto. Tres cruceros de combate espaciales disparan desde la órbita de la Tierra sobre el palacio volador de El Bashir, pero los mismos cristales que lo hacen gravitar lo envuelven en un escudo de energía aparentemente impenetrable. En el interior del palacio, May, a la que han encerrado en el harén con las esposas de El Bashir, está llevando a cabo su propio intento de acabar con él. Al mas puro estilo James Bond desprende una serie de piezas de plástico y metal de la escasa vestimenta que lleva. Estas piezas pueden combinarse montando con ellas una pequeña pistola, uno de los gadgets de los que la ha proveído la agencia. Valiéndose de este arma escapa del harén llevándose con ella a las esposas y concubinas, que en realidad no son otra cosa que prisioneras que ni eligieron esa vida ni se les permite abandonarla. Con su peculiar tropa, a la que va equipando con las armas de los guardias de los que se deshace, llega hasta la cámara de control del palacio.
Tan pronto como ven a El Bashir, la droga hace efecto nuevamente en las mujeres y dejan caer las armas. May no entiende lo que está pasando, pero las dos asistentes de cámara de las esposas y concubinas, que también las acompañaban y a las que nunca se administró la droga, disparan contra la máquina que extrae la energía de los cristales. Esto desestabiliza la máquina. Se produce una fluctuación en el campo de fuerza que rodea el palacio que actúa como una descompresión a gran altura en un avión, y El Bashir sale disparado por una abertura en la cúpula del palacio.
Una vez libres de su presencia la droga pierde su efecto, y Legs guía a May y las mujeres hasta el viejo armatoste volador que El Bashir le enseñó en la fiesta de disfraces.
El trasto, que tiene dos pequeños fragmentos de ese cristal instalados en su interior parece ser funcional todavía, y pilotándolo como buenamente pueden consiguen medio amerizar y medio estrellarse en mar abierto, donde se quedan a flote hasta ser rescatadas.
Por cierto, que si os fijáis bien en la ilustración correspondiente a esta escena, veréis que entre las chicas fugadas del harén hay también un caballo. Parece que El Bashir tenía unos gustos un tanto peculiares...
Como si ellos mismos fuesen también prisioneros de El Bashir al igual que las mujeres de su harén, los cristales del palacio flotante y la máquina voladora salen disparados de sus enganches y se unen en el espacio, formando de nuevo un meteorito que prosigue su viaje por el universo. Se nos da a entender con esto que los cristales son alguna clase de entidad consciente. Y esto me hace volver al momento en el que El Bashir sale disparado del palacio. En ese momento May lo achaca a la descompresión, pero nadie más es afectado. May, Legs y algunas de las chicas están agarradas a algo, y algunos de los operarios de los controles están sentados en sillones, pero también hay chicas y operarios simplemente de pie o tirados por los suelos, y solo el príncipe corre esta suerte. Y teniendo en cuenta que ahora se nos sugiere que los cristales pueden tener consciencia o inteligencia, y que su energía controla la gravedad, lo ocurrido a El Bashir podría tener mucho más de venganza que de accidente.
La historia termina con un toque de humor en el que vemos al buenazo de Rick fregando una pila inmensa de platos para pagar la cuenta del hotel, que se le ha ido de las manos, y un toque triste que nos muestra a Legs llevando flores a la tumba de Sybil.
Me ha gustado que se mezclara a Verne en la historia. El palacio flotante equipado con un arma de destrucción masiva seguramente sea una referencia al Albratos de Robur en la novela El amo del mundo (1904) o a su versión cinematográfica de 1961.
Puedes darle un vistazo a lo ya publicado sobre esta colección pulsando aquí.
La donna che sapeva troppo. 1995. Antonio Serra (guion) Alberti (dibujo). Publicado en formato doble en 1998.
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