EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Saludos, amigos cinéfagos!
Buffy Cazavampiros no es exactamente una serie de terror, pero salen montones de monstruos y el DVD que nos toca comentar hoy incluye un capítulo dedicado a Halloween, así que nos viene perfecto para reseñarlo en octubre.
Esto nos vale también para hacer notar que, algo que se hizo bien en esta serie, es que los capítulos no son atemporales. En su primer pase por la TV americana se hicieron coincidir las estaciones y festividades reales con las que los protagonistas vivían en la serie. El fin de temporada se hacía coincidir con el fin de curso escolar de los institutos, las vacaciones de verano, etc. La coincidencia no era exacta, pero sí podían aproximarla bastante haciendo que algunos capítulos representaran el paso de varios días. El capítulo Halloween, por ejemplo, se emitió originalmente un 27 de octubre, la trama comienza el 28, y termina el 30.
El demonio serpiente (guion y dirección de David Greenwalt): las cosas están tranquilas últimamente por Sunnydale. En lo que a vampiros se refiere, al menos. Alguna persona desaparece de vez en cuando, pero eso puede considerarse relativamente normal en un pueblo situado sobre una entrada al infierno que se abre intermitentemente. Buffy, Xander y Willow se dedican a ver musicales hindús sin doblar ni subtitular tratando de entender lo que ocurre. El que la película sea de la india es para empezar a meternos en la trama del capítulo, porque el monstruo que nos encontraremos también parece originario de esas latitudes.
Buffy ya se está haciendo la idea de que una relación romántica entre una cazadora de vampiros y un vampiro tiene poco futuro, y a su pesar se está distanciando de Ángel. Cordelia, por su parte, sigue ascendiendo en la escala social adolescente a base de salir con universitarios en lugar de con chicos del instituto como ella. En una de esas un par de chicos de familias ricas la invitan a una fiesta de fraternidad, sugiriéndole que para ser aceptada debería llevar a Buffy con ella. Y esta vez no se trata de una de las típicas trampas de los vampiros para acabar con Buffy. Los chicos la han elegido solo porque la encuentran guapa y la han visto alguna vez junto a Cordelia, pero no saben que es la Cazavampiros. Tom, el jefe de la fraternidad y probablemente el adolescente más rico de Sunnydale le insiste personalmente a Buffy, mostrándose modesto y encantador. Buffy, viendo que lo suyo con Ángel no avanza, decide aceptar la invitación de Tom e ir con Cordelia para cambiar de ambiente y conocer gente nueva.
El resto de la pandilla, con la ayuda de Ángel, se dedica a buscar a la propietaria de una pulsera manchada de sangre que Buffy encontró en una de sus patrullas nocturnas. Terminan por descubrir que una o dos chicas de instituto desaparecen al año en la misma zona y por las mismas fechas, como si respondiera a alguna clase de ritual periódico. Y todo parece tener su origen precisamente en torno a la fraternidad en la que Buffy y Cordelia se encuentran en ese momento. También está allí Xander, molesto por la posibilidad de que Buffy haya sido invitada a un sitio donde probablemente se celebren orgías, y más molesto aún por el hecho de no haber sido invitado él a esas orgias. Los chicos de la fraternidad no tardan mucho en darse cuenta de que Xander no es uno de ellos y se dedican a humillarlo y ridiculizarlo. El trato que dan a Buffy y Cordelia es peor, ya que las drogan con las bebidas y las llevan inconscientes a un sótano junto con otra chica, la propietaria de la pulsera.
Resulta que todos los miembros de esa fraternidad adoran a una criatura llamada Machida, un demonio hindú serpentiforme con cabeza, brazos y torso humanoides sostenidos por una larga cola, como una versión masculina de las lamias. Cada décimo día del décimo mes (es decir, cada diez de octubre, como hoy mismo) Machida emerge de un pozo situado bajo los sótanos de la fraternidad para reclamar su tributo; las chicas raptadas por sus adoradores.
A cambio, estos reciben prosperidad económica en sus negocios. Esto lleva ocurriendo desde hace al menos tres generaciones, y la riqueza de sus familias se debe a ello. se da a entender que los padres de estos chicos, para asegurarse su prosperidad una vez se gradúan, inducen a sus hijos a ingresar en esa misma fraternidad y seguir llevando a cabo los mismos rituales que ellos. No se nos explica cómo llegó Machida a Sunnydale, pero apostaría a que alguno de los fundadores del pueblo fue uno de los soldados británicos que ocuparon la India, y quizá se lo trajo de allí, encajonado como un extraño souvenir.
Giles, Willow y Ángel van a la fraternidad a ver que se cuece allí y se encuentran con Xander, al que ya han expulsado del edificio. En el interior la fiesta ha terminado dando paso al ritual. Machida es invocado y surge de su pozo para alimentarse, sin saber que Buffy es el tipo de bocados que suelen atragantarse. Con Buffy emprendiéndola a golpes con el demonio mientras Ángel y Xander hacen lo propio con los sectarios, todo termina pronto. Buffy corta en dos a Machida con una espada que Tom usaba en los rituales, y con la muerte del demonio muere también la prosperidad de sus adoradores. Los universitarios son detenidos por la policía mientras las empresas de sus padres se arruinan una tras otra y sus directivos se suicidan. ¿No os encanta cuanto todo termina bien?
Halloween (guion de Carl Ellsworth, dirigido por Seth Green): este capítulo comienza con Buffy dándole calabazas a un vampiro. Pero no se trata de Ángel, sino de un vampiro anónimo, y las calabazas son literales. Se aproxima Halloween, Buffy y un vampiro pelean a muerte en un decorado que ya se ha preparado en un parque en el que se han amontonado calabazas, y durante el combate el vampiro es lanzado sobre uno de estos montones de calabazas, aplastando unas cuantas. Tras estacarlo, Buffy se marcha del lugar, sin darse cuenta que había un segundo vampiro oculto, filmando la pelea con una cámara de mano. Una vez resuelta esta pelea rutinaria, Buffy va al Bronze, donde había quedado con Ángel, y (esta vez sí) le da calabazas y se marcha al verlo conversar con Cordelia.
En la mitología propia de Buffy Cazavampiros, y contrariamente a lo que es habitual en películas y series similares, la de Halloween es una noche tranquila donde los espíritus y demonios no hacen de las suyas ¿Significa eso que el ritual del Truco-o-trato realmente funciona y los mantiene a raya en la noche en que deberían ser más poderosos?
El estricto director Snyder nombra voluntarios a Buffy, Xander y Willow como acompañantes de los grupos de niños que irán puerta por puerta pedir chuches en Halloween. Esto los obliga a llevar disfraces ellos también, por lo que los tres van a una tienda de disfraces donde cada uno consigue algo. Buffy se compra un traje de dama de época, pensando que eso gustará a Ángel porque es como vestían las mujeres cuando él aún era humano. Willow se compra una sábana de fantasma que la cubre por completo, para que no se la vea en absoluto. Xander se limita comprar una metralleta de plástico para complementar un viejo uniforme del ejército que tiene por casa.
La cinta que un vampiro grabó al principio con el combate de la cazadora termina en manos de Spike, que la emplea para estudiar sus movimientos. Drusilla, por su parte, que tiene cierta capacidad de premonición, le dice que la noche de Halloween la Cazadora se verá muy debilitada y será la mejor oportunidad que tendrán para matarla. Pero Spike no será el único enemigo importante al que Buffy tendrá que enfrentarse esa noche. En una escena vemos como el dueño de la tienda que les vendió los disfraces está llevando a cabo alguna clase de ritual mágico frente a la escultura de un rostro demoniaco.
El ritual se completa en plena noche de Halloween, y varios de los niños y adultos disfrazados se transforman física y mentalmente en diversos grados en aquello de lo que van disfrazados. Xander, cuya arma de juguete se vuelve real, cree ser un disciplinado y duro militar. Willow, disfrazada de fantasma, muere y su fantasma brota de ella, manteniendo su personalidad y recuerdos pero siendo inmaterial e incapaz de interactuar con nada.
Buffy, disfrazada de dama del siglo XVIII, no reconoce a sus amigos ni su entorno, ni sabe que es la Cazavampiros, comportándose como una joven asustadiza. Además tenemos a montones de gente disfrazada de todo tipo de monstruos que se comportan como tales, atacando a los que no se han transformado en monstruos, o no se han transformado en nada.
En el caos resultante se encuentran con Ángel y Cordelia. Ella va disfrazada de chica pantera, pero sabe perfectamente quien es y no se ha transformado en nada. Aprovechando que su inmaterialidad la hace invulnerable al daño físico, Willow va en busca de Giles. Analizando la situación llegan a la conclusión que, de aquellos que conocen, solo han cambiado los que compraron sus disfraces y complementos en la misma tienda. Giles y Willow van a la tienda y ven la estatua a la que le rezaba el dueño. Giles la identifica como Jano, el dios romano de la dualidad y los opuestos (hombre-mujer, luz-oscuridad, bien-mal, etc.). Allí se encuentran con el dueño de la tienda, y vemos que él y Giles se conocen muy bien. Giles ordena a Willow marcharse y cuando esta lo hace, cambia por completo. Su carácter educado y algo inseguro da paso a uno fuerte, violento, y hasta con un toque cruel, como si todo lo que hubiésemos visto de él hasta ahora hubiese sido fachada, otro disfraz más. El dueño de la tienda, Ethan Rayne, se refiere a Giles como Rupert el Destripador, dándonos a entender que tiene un pasado oculto del que no sabemos nada.
En las calles, la pandilla trata de sobrevivir a los monstruos, que Spike está organizando como un ejército para dirigirlos concretamente contra Buffy y sus amigos. Los acorralan en un almacén y Spike atrapa a Buffy, que al creerse indefensa está realmente indefensa. Mientras Spike se recrea con la situación, Giles da una tremenda paliza a Ethan, hasta hacerle revelar que si se rompe la estatua de Jano el hechizo se desvanecerá. Giles le quita los ojos de encima un segundo a Ethan para romper la estatua, y este lo aprovecha para escapar. Todos los transformados vuelven a su estado normal, incluida Buffy, que le da Spike su correspondiente somanta de palos.
Al día siguiente Giles va la tienda y la encuentra abandonada. Ethan, sus disfraces y su mercancía han desaparecido. Sobre una vitrina encuentra una nota en la que Ethan le he escrito un escueto “Ya nos veremos”.
El tema de los disfraces como elemento de transformación lo vimos también en la película Halloween sangriento. De hecho, en su origen la intención de los disfraces era la misma que la de los tótems de animales. Simbolizaba el deseo de cambio, el tratar de atraer una cualidad específica de aquello de lo que uno se disfraza (fuerza, velocidad, ferocidad, la capacidad de aterrar a los enemigos, etc.). Alguien que se disfraza voluntariamente ya está, por así decirlo, llevando a cabo la mitad del ritual. ¡El problema es cuando otra persona completa ese ritual sin consultarnos!
Miénteme (guion y dirección de Joss Whedon): Buffy se reencuentra con un amigo del instituto de cuando vivía en Los Ángeles. Se trata de Ford, un chico del que ella estaba encaprichada pero que no le prestaba atención porque estaba varios cursos por encima de ella y la consideraba una niña. Ford explica que su padre ha sido trasladado a Sunnydale por su trabajo y por eso él está allí. Ford se incorpora inmediatamente a la pandilla y se reúnen en el Bronze esa misma noche. Mientras se ponen al día charlando en un callejón cercano al local, Buffy nota la presencia de un vampiro y aleja a Ford con una excusa para acabar con el monstruo disimuladamente, pero éste le confiesa que ya sabe que ella se dedica a destruir vampiros. No se nos explica como lo ha averiguado, pero es de suponer que la vio acabar con alguno cuando aún estaba en Los Ángeles.
Buffy está entusiasmada, pero el resto no tanto. A Giles le molesta que gente que él no conoce sepa de la existencia de la Cazadora. Xander y Ángel (el primero atraído por Buffy y el segundo enamorado de ella) lo ven como un potencial rival. Únicamente Willow ve bien la presencia de Ford, por todo el chismorreo sobre él que pueda sonsacarle a Buffy. A instancias de Ángel, Willow trastea por internet buscando cualquier cosa rara sobre Ford y descubre que ha alquilado un local en Sunnydale, una especie de sótano reconvertido en bar. Ambos se presentan allí junto con Xander y el lugar resulta ser una especie de club de adoradores de los vampiros: chavales edgy (que consideran que todo lo que sea una transgresión extrema de lo normal es intrínsecamente bueno) y creen que los vampiros son seres superiores.
Ángel mantiene una conversación con una de estas lamebotas de los vampiros, que os transcribo porque es bastante esclarecedora.
Lamebotas: -Mucha gente tiene esa idea equivocada, pero “los que salen por la noche” no tienen interés en hacer daño a nadie. Están por encima de nosotros. Son superiores.
Ángel: -Eres tonta.
La verdad sobre Ford, que no tardaremos en averiguar, es que ha llegado a Sunnydale por su cuenta, no por un traslado de su padre, sino buscando específicamente a Buffy. Y no porque quisiera retomar el contacto con ella, sino porque allá donde esté Buffy, habrá vampiros, y lo que quiere Ford es entrar en contacto con ellos. Le han diagnosticado un tumor cerebral que no puede ser operado y el pronóstico es de seis meses de vida. Conociendo la existencia de los vampiros, Ford ha llegado a la conclusión que su única posibilidad de seguir vivo, o algo parecido, es convertirse en uno. Ha formado en Sunnydale esa especie de club, haciéndoles creer que todos serán convertidos en vampiros, poderosos e inmortales. En realidad Ford ha mentido a todos. No solo a Buffy, sino también a los seguidores que se ha buscado. Ha entrado en contacto con Spike y se ha ofrecido a servirle a la Cazadora en bandeja a cambio sé que lo convierta en vampiro. Pero solo él será convertido, el resto del club son simplemente alimento para Spike y los suyos.
Ford cita a Buffy y a todos sus seguidores en el local. Cuando se presenta Spike, lo hace acompañado de media docena de vampiros que inmediatamente empiezan a golpear y morder a todo el mundo. Buffy se enfrenta a ellos y logra poner a salvo a los chavales. Solo Ford se queda atrás, estúpidamente convencido de que Spike va a convertirlo en vampiro después de todo.
El capítulo termina con Buffy y Giles conversando junto a la tumba de Ford, esperando a que se alce de ella. Lo hace, pero no convertido en un vampiro consciente de si mismo, como el quería, sino en un vampiroide, una criatura estúpida no muy diferente de un zombi. Es el efecto de morir desangrado por un vampiro sin que este te dé a su vez parte de su sangre. Buffy lo estaca sin ceremonia ninguna, pero manifiesta a Giles lo deprimente que le resulta destruir a enemigos como Ford, a los que en el fondo no se ve capaz de odiar.
Algo a destacar de este capítulo, es que es en el que nos enteramos del origen de Drusilla y su relación con Ángel. Hay un momento en que éste le confiesa a Buffy que Drusilla era una muchacha dulce e inocente a la que él mismo corrompió en todos los sentidos posibles hasta volverla loca, antes de matar a toda su familia y transformarla en vampira. También, al principio del capítulo, Ángel y Drusilla se encuentran en un parque, y él le propone a ella que mate a Spike y se marche de Sunnydale. Tal como lo dice parece dar a entender que en realidad Drusilla, que se nos ha presentado hasta ahora como la protegida de Spike, es en realidad más poderosa que este. Sabemos que se encuentra muy debilitada por algo que le ocurrió en Praga, mucho antes del inicio de la serie, y que la intención de Spike al llevarla a Sunnydale era que la proximidad a la Boca del Infierno la restableciera. Pero aún no sabemos cuál pueda ser el alcance de su poder cuando tenga sus fuerzas al máximo.
Los años oscuros (guion de Dean Batali & Rob Des Hotel, dirigido por Seth Green): una noche, un hombre aterrado llega hasta Sunnydale buscando a Giles. No llega a hablar con él, porque una criatura que iba siguiéndole y lo mata. La criatura es el cadáver ya putrefacto de una mujer a la que, por lo que parece, él conocía. Tras romperle el cuello al hombre, el cadáver de la mujer se derrumbma a su lado y se licua rápidamente.
Al día siguiente unos policías van a buscar a Giles para que identifique el cadáver, porque han encontrado entre las ropas de éste un papel con su nombre y dirección. Y Giles, efectivamente, lo identifica. Se trata de un amigo de Londres al que hace unos veinte años que no veía. La policía trata de sonsacarle algo que les de una pista, y aunque se nota que Giles sospecha a que pueda deberse su presencia allí, se lo calla. De regreso a su casa hace varias llamadas telefónicas tratando, al parecer, de localizar a dos personas de una lista de cinco, y descubre que han muerto recientemente. Las otras tres personas de la lista son Philip (el hombre al que identificó en la morgue), Ethan Rayne (el dueño de la tienda de disfraces malditos del episodio Halloween) y él mismo. Todos los nombres están ya tachados excepto el de Ethan y él. También vemos que tiene en el brazo un extraño tatuaje que estaba presente en el cadáver de Philip, como si ambos pertenecieran a algún tipo de hermandad o culto. Philip, por cierto, parece haberse cansado de estar en la morgue, porque abandona por su propio pie la sala de autopsias.
En eso Buffy llama a la puerta de Giles para informarle sobre su última redada de vampiros, y nota que está muy alterado. Hablando de eso con el resto de la pandilla (de la que Cordelia y Calendar ya han pasado a ser miembros habituales), el grupo determina que le ocurre algo malo, pero que debido a su carácter entre tímido y estoico es muy difícil que suelte prenda. Buffy ve una sombra deambular furtivamente por la biblioteca y descubre a allí a Ethan, que parece estar rebuscando algo concreto. Lo reconoce como el dueño de la tienda de disfraces y lo machaca un poco. Es a partir de aquí cuando empezamos a enterarnos de las cosas, de boca de lo que cuentan o averiguan varios personajes. A grandes rasgos, en su juventud Giles y un grupo de amigos estuvieron tonteando, por aburrimiento, con la magia negra y el satanismo, como algo transgresor y divertido.
Sin ser conscientes de lo que hacían terminar por invocar a un demonio llamado Eyghon, para lo cual todos los invocadores debían tatuarse su símbolo. Este es el tatuaje que Giles y Philip, y en realidad todos los de la lista, comparten. Este demonio puede poseer a los vivos si están inconscientes, y también a los cadáveres. Pero a los vivos los va transformando físicamente en demonios si la posesión se prolonga, y los cadáveres tienen tan poca energía que tras unas horas los cuerpos se licuan. Cuando esto ocurre, Eyghon se ve forzado a pasar al cuerpo inconsciente o muerto más cercano. En su momento uno de los seis miembros del grupo de amigos de Giles terminó muerto y el resto lograron desinvocar a Eyghon, o eso pensaban. De algún modo el demonio ha vuelto y ahora se siente atraído por todos aquellos que llevan su símbolo.
El cadáver poseído de Philip ataca a la pandilla. Su objetivo es Giles, pero Buffy lo liquida sin muchos contratiempos. Al caer su cuerpo se licua, y su espíritu entra en al cuerpo de Calendar, que había recibido un golpe y quedado inconsciente.
Esto supone un gran problema, porque para expulsar a Eyghon de un cuerpo vivo es necesario matar el cuerpo, y eso solo sirve para que pase al otro más cercano que sea adecuado. La solución que rumian para salir del atolladero es engañar a Eyghon para que salga voluntariamente del cuerpo de Calendar y ocupe otro que este percibe como mucho más fuerte, el de Ángel. Con lo que no contaba Eyghon es con que Ángel fuera un vampiro. En la mitología de esta serie, todos los que se convierten en vampiros pasan a ser instantáneamente malvados sin importar cual fuera su personalidad original, porque su cuerpo es ocupado por un tipo especial de demonio que pasa a controlarlo. En el caso de Ángel este demonio está aletargado porque los familiares de una de sus víctimas, que tenían conocimientos de magia, lo maldijeron para aletargar a ese demonio y que Ángel fuera consciente de los crímenes que había cometido. Al no percibir a ese demonio aletargado en Ángel, Eyghon cree que se trata de un humano especialmente poderoso. Pero dos demonios no pueden ocupar el mismo cuerpo. Cuando Eyghon trata de entrar en Ángel es destruido por la presencia de Ángelus, el demonio que ya ocupa su cuerpo, que aunque sea incapaz de controlar el cuerpo defiende su territorio con ferocidad. Esto libera a Calendar y le devuelve su forma humana, que ya empezaba a desdibujarse.
Es un episodio interesante porque profundiza en la historia y los conflictos internos de Giles, mostrándonos que todos los personajes tienen errores del pasado que sobrellevar, y que se puede tratar de huir de las responsabilidades pero no dejarlas atrás del todo, y en algún momento hay que plantarles cara. Se toca el tema del “tonteo con lo peligroso”, que también vimos en el capítulo anterior con el grupito de idiotas que querían convertirse en vampiros. Es el morbo de experimentar con cosas que en el fondo sabemos que son malas, pero en determinados momentos nos pueden parecer emocionantes o transgresoras, como ser el primero de la clase o de la pandilla de amigos en empezar a fumar o beber cuando eres adolescente, drogarse “solo una vez, por ver como se siente”, frecuentar malas compañías que tratan de arrastrarte a su mundillo, etc. En el capitulo de hoy era el caer en la tontería de la magia negra y el espiritismo, algo que si tienes suerte descubres que es todo falso y no has hecho más que perder el tiempo, y si no la tienes, pues…
Aunque la fachada del capitulo es interesante y lo que subyace bajo ella me parece un buen mensaje, el conjunto no me termina de gustar. Tiene muchas inconsistencias, o cosas que lo parecen porque no se explican bien. Por ejemplo, Giles sabía desde el principio que Eyghon podía entrar al cuerpo de la persona inconsciente más cercana cuando su anterior cuerpo quedaba destruido. Sin embargo, cuando el cuerpo de Philip se licua la profesora Calendar estaba inconsciente en esa misma habitación y a Giles no se le pasa por la cabeza que el demonio pueda haber entrado en ella. También sabía que sus victimas preferentes eran aquellos que llevaban su símbolo tatuado, y en los veinte años transcurridos desde que se libraron de él por primera vez no pensó en borrarse el tatuaje (como sí vemos hacer a Ethan). Son detallitos, pero cuando algo te gusta, como en el caso de esta serie, este tipo de detalles molestan.
Puedes repasar la serie desde el inicio pulsando aquí o darle un vistazo a la colección extraoficial de figuras de acción de Buffy pulsando aquí.
Buffy the Vampire Slayer T2. 1997-1998. Creada por Joss Whedon. Sarah Michelle Gellar, Alyson Hannigan, Charisma Carpenter (actrices principales) Nicholas Brendon, Anthony Stewart Head, David Boreanaz (actores principales). Editado en DVD en 2003 por Twenty Century Fox Home Video.
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