LA DESPENSA
¡Saludos, hambrientos y hambrientas!
Saliéndome un poco de los temas que tocamos aquí habitualmente, quiero mostraros este queso que compramos en la Feria Medieval que pasó recientemente por Cartagena, donde los habitantes de El Planeta del Espacio tenemos una base avanzada para mantener el contacto con la Tierra.
Es un tipo de queso conocido como Torta del Casar. Este en particular no es denominación de origen Torta del Casar, ya que a pesar de lo que el nombre sugiere no se elaboran únicamente en la localidad del Casar (provincia de Cáceres, España). Pero es allí donde este tipo de quesos tuvieron su origen, y extraoficialmente se llama así a todos los que se elaboran siguiendo las mismas técnicas.
El Casar es una región de suelos predominantemente llanos, secos y arenosos en la que difícilmente arraigan los cultivos y árboles frutales, pero en la que abundan la hierba y arbustos bajos. Al ser tierras poco aptas para la agricultura a gran escala la región se ha dedicado desde siempre al pastoreo, aunque en la actualidad no es su principal industria.
En el año 1291 el rey Sancho estableció un amplia área alrededor de la aldea de Casar dentro de las cuales los rebaños de ovejas y cabras tenían prioridad de paso sobre cualquier carro, jinete o transeúnte, y todo terreno vallado debía tener zonas de paso para permitir el libre tránsito a los rebaños. Esa ordenanza real sigue activa a día de hoy, más de siete siglos después, por lo que si vais pilotando un mecha por esas tierras y una cabra os cierra el paso, tened en cuenta que a efectos legales, la cabra tiene prioridad.
El motivo por el que el rey creó esta zona especial de preferencia ovina fue por los quesos que se fabricaban en Casar, que debían gustarle mucho. De hecho estos quesos tenían tanta fama ya en aquella época que en muchos lugares se aceptaban como moneda, a pesar que el trueque como forma de comercio mayoritario ya había desaparecido mucho tiempo atrás.
Estos quesos se elaboraban y prensaban con los escasos medios de los que se disponían en el pueblo, y siempre había algunos que quedaban mal y no llegaban a cuajar, quedando blandos dentro de su corteza endurecida por el calor del horno. Estos quesos no se consideraban buenos para venderse, así que los pastores se los quedaban para consumirlos ellos. Sin embargo este tipo de quesos “malos” se fue volviendo tan popular que pasaron a elaborarse así, a medio cuajar, de forma expresa. Las actuales Tortas del Casar se hacen de este modo, con un interior cremoso dentro de la corteza sólida.
La forma de comerlos es cortando horizontalmente la parte de arriba como si se tratase de una tapa, con lo que el queso queda abierto con forma de cuenco. El queso a medio cuajar del interior se recoge entonces con una cuchara o cuchillo para untarlo en tostadas o directamente se mojan palitos de pan o galletas saladas en él. La corteza sigue siendo de queso comestible, así que una vez el cuenco queda vacío se suele rellenar con carne picada frita con cebolla, se le coloca la tapa que se cortó al principio y se mete en el horno para que el queso se derrita alrededor de la carne. El vendedor nos dijo que él lo hace metiendo espaguetis o arroz y queda igual de bueno.
Importante tener en cuenta que el interior de estos quesos tiende a volverse más denso con el frío, por lo que si se guarda en una nevera en lugar de una despensa fresca, hay que sacarlo y dejarlo a temperatura ambiente durante unas pocas horas antes de consumirlo para que recupere su textura característica.
Y eso es todo. Ahora vamos a comernos el queso para recuperar unos cuantos hp al estilo medieval 😋🧀
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