¡MALDITA MONTAÑA!

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Hoy es once de diciembre, y lo creáis o no, es el Dia internacional de las montañas. Porque las montañas también tienen su corazoncito de granito y les gusta que se las recuerde. ¡Que sería de los jugadores de Magic sin las montañas siempre listas para potenciar sus cartas rojas! ¡Dónde si no en lo alto de las montañas se ocultarían de la vista los yetis! ¡Donde se alzarían los siniestros castillos de los pálidos condes transilvanos de no haber montañas!

Buscando entre nuestro material algo adecuado a la fecha, escogimos este bolsilibro que teníamos pendiente de leer. La intención era buena pero el bolsilibro ha sido una gran decepción. No es culpa de la montaña que sale en la historia, que hace un papel muy correcto y es lo mejor que nos encontraremos.

La decepción viene porque, de un bolsilibro de Tam-tam (colección centrada en las aventuras y exploración de lugares exóticos) titulado ¡Maldita montaña! y con semejante portada, esperas que la historia transcurra totalmente o en su mayoría en una montaña de difícil ascenso, en plan Máximo Riesgo (1993). En realidad los personajes solo están en la montaña al principio y ya no vuelven a ella, y la trama no tiene relación con la montaña más allá de una muerte que se produce alli, pero podría haberse producido en cualquier otro sitio y otras circunstancias.

Tiene como particularidad que está ambientada en Naranjo de Bulnes, una montaña española de algo más de 2500 metros de altura. Los protagonistas son también todos españoles, y eso era muy raro en los bolsilibros. En la época en la que se escribieron se quería alejar la idea de que en España ocurrieran crímenes grotescos o estuviera poblada por monstruos, así que las tramas de los bolsilibros tenían lugar generalmente en Inglaterra, Francia o Estados Unidos. Es algo que llama la atención.  

El caso es que cinco amigos, Mauricio, Pedro, Luís, Pepe y José, alpinistas aficionados, están escalando el Naranjo de Bulnes. Mauricio y Pedro quieren alcanzar la cima, y se separan del resto que ha decidido acampar algo más abajo. Durante el último tramo Mauricio pierde el pie de forma muy sospechosa y se precipita al vacío, mientras Pedro lo observa caer sin dar ninguna muestra de preocupación. Mauricio salva la vida al estrellarse sobre un montículo de nieve que frena lo más duro del impacto, pero aún así se rompe una pierna. Un helicóptero de la Guardia Civil lo rescata horas más tarde, y aquí termina todo lo relacionado con la montaña que da título y portada al bolsilibro.

Cuando Mauricio recupera la conciencia en el hospital, le comunican que encontraron a Pedro muerto, despeñado también no muy lejos de donde cayó él. De los otros tres uno se rompió un brazo buscándolos, pero por lo demás están bien. Poco después de que Mauricio se recupere lo bastante para salir del hospital y volver a su casa, se presenta la policía para llevárselo al cuartelillo, acusado de haber asesinado a Pedro. El motivo de la acusación es que en el cadáver de Pedro se han encontrado unos documentos que prueban que Mauricio cometió un desfalco de casi mil millones de pesetas en la empresa para la que ambos trabajan. Para poner en perspectiva esa cantidad, en la época en la que se escribió esto los bolsilibros valían sesenta pesetas, por lo que con mil millones de pesetas podríamos comprar más de dieciséis millones de bolsilibros. ¡Buena colección!

Detalles importantes para la trama: Blanca, la esposa de Mauricio, es la hija del dueño de la empresa para la que él y Pedro trabajan. También era la prometida de Pedro hasta que este cometió el error de presentársela a Mauricio y ella decidió cambiar uno por otro. Y cuando alguien es tu amigo y notas que su novia o prometida empieza a interesarse por ti, precisamente por esa amistad debes ser el primero en pararle los pies a la moza… pero Mauricio no lo hace. Y no solo eso, sino que cuando el padre de Blanca tiene que poner a alguien al cargo de una nueva sucursal, elige a Mauricio por ser su yerno y nombra a Pedro como su subordinado. Sinceramente, no puedes quitarle la prometida y el ascenso a alguien a quien llamas amigo y además pretender que eso no tenga consecuencias.   

El desfalco de dieciséis millones de bolsilibros mil millones de pesetas lo hizo Pedro, y falsificó hábilmente los papeles y los libros de cuentas para que cuando se descubriera, las culpas cayeran sobre Mauricio. Acabar con él aprovechando la escalada era el remate del plan. No era tanto una cuestión de quedarse con el dinero como de arruinar su reputación además de matarlo, para que ni tan solo tras su muerte la gente guardara un buen recuerdo de él. La muerte de Pedro sí fue accidental, ya que él pretendía bajar con los otros después de despeñar a Mauricio, pero la cosa le salió al revés.

Lo que sigue es una trama de investigación policial, líos de abogados, discusiones de familia entre Blanca y su padre, algún asesinato por parte de un cómplice de Pedro en la estafa, etc., pero ninguna montaña. Para mi gusto ha sido un bolsilibro muy aburrido, y la antítesis de la aventura que la colección, portada y título sugerían. No voy a entrar en detalles porque creo que no lo merece, así que resumiré: se termina demostrando que Mauricio era inocente y todo termina bien.

Esperaba una historia más… montañosa. Buscaré algo más adecuado para el once de diciembre del año que viene.

¡Maldita montaña! 1983. George Sound (texto) Antonio Bernal (portada). Tam-tam nº 55. Editorial Bruguera.