MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

sábado, 29 de noviembre de 2025

PRESENT (n.º 33) La roca del bebé

                                                                         Presentado por...Zag.

 

¡Extra! ¡Extra! ¡Una mujer ha tenido un bebé un poco extraño! ¡Le garantizamos que se va a quedar de piedra cuando se entere! 

La roca del bebé es oficialmente la última historia de Present. Es además una historia complicada, muy triste y muy bonita. Es extraño cómo estas dos cosas se dan a la vez con tanta frecuencia.

Mamako es una mujer con una sola obsesión: tener hijos. El deseo de tener al menos un hijo no abandona nunca su cabeza, pero una condición médica le impide gestarlos. Su fijación la lleva a recurrir a cualquier cosa que le dé una mínima esperanza, incluidas las leyendas. Ha acudido a un viejo templo abandonado en las montañas en busca de La roca del bebé, un pedrusco al que la erosión ha dado una forma similar a la de un niño muy pequeño, agazapado. La tradición dice que tocar la roca proporciona fertilidad a las mujeres. Mamako vaga por el monte hasta encontrar La roca del bebé entre unos arbustos, pero entonces aparece una anciana que le explica la leyenda completa.

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Lo que se dice de la roca es que acumula las almas de los niños de la región que murieron abandonados, hambrientos o sufriendo. Que cualquier mujer que abrace la roca y manifieste su deseo de tener un hijo seguramente lo tendrá, pero nacerá con el alma de uno de esos niños, traspasada a ella por la roca. Debido a esto, el niño será triste por naturaleza, y su madre tendrá que esforzarse mucho más para hacerlo feliz y ganarse su amor. A Mamako esto no la amilana, ya que está dispuesta a cualquier sacrificio con tal de tener un bebé que pueda gestar en su interior y llamar suyo. Así pues, Mamako se abraza a la roca y le dice que quiere tener un bebé. Tras esto se marcha a su casa. Poco después siente cómo algo crece dentro de ella, pese a ser teóricamente estéril.

Mamako pasa los meses cosiendo ropita de bebé y preparándose para el parto, pero cuando llega el momento, lo que extraen los médicos de su cuerpo es un tumor estomacal. Eso es lo que ella estuvo todo el tiempo notando que crecía en su interior, una masa tumorosa amorfa cuyo tejido se petrifica poco después de la extracción. Pero la obsesión de Mamako es tan grande que su mente se niega a aceptarlo. Se lleva del hospital esa masa de carne sin vida, porque lo ve como un bebé, lo oye llorar y oye su risa. En su mente, ha tenido el bebé más bonito del mundo, y se vuelca en cuidarlo.

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Al principio su marido le tolera este comportamiento, creyendo que Mamako simplemente necesita tiempo para aceptar la verdad, pero esta verdad no llega. La paciencia del marido se termina y se divorcia de ella. Mamako se ve entonces obligada a trabajar todo el día para mantenerse ella y a su bebé. Pero los años pasan y su bebé, naturalmente, no crece. No es más que un gran tumor calcificado. Le da el pecho, pero ni ella tiene leche ni el bebé intenta alimentarse. Tampoco duerme, ni juega, ni ríe, ya solo llora. Siempre llora. Es un llanto que solo cesa brevemente para volver a empezar y que, hora tras hora, día y noche, destruye su mente. 

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Ese llanto solo está en su cabeza, claro, pero para ella es completamente real. Mamako saca a pasear a su bebé al parque, en un carrito, como ve hacer a las otras madres. A veces alguna de estas se asoma a su carrito y al ver en él lo que parece una roca, sale del paso diciendo cualquier cosa, pensando que es una extravagancia de ella.

Y por muchos años que pasen, su bebé ni crece ni se calla jamás. Hasta que un día, en un parque, una niña corre hacia Mamako tras una pelota que ha ido rebotando. Al ver que Mamako lleva un envoltorio de telas y ropas en los brazos, contra su pecho, le da un vistazo pensando que es un bebé y exclama «¡Es una simple piedra!». Esto derrumba al fin la locura de Mamako, que desde ese momento deja de ver al tumor calcificado como un bebé vivo y normal, y se da cuenta de lo que ha estado cuidando realmente todos esos años. En un ataque de ira y dolor lanza la cosa contra el suelo, rompiéndola en pedazos. Luego corre al monte en donde encontró La roca del bebé, quizá en busca de una explicación. Su cabeza está hecha un lío, su cordura fragmentada, su salud destrozada. Se echa la culpa a sí misma de que su hijo «nació siendo una roca» porque ella no había sabido amarlo lo suficiente, y también se arrepiente de haberlo roto contra el suelo, porque ahora ya no le queda nada, ni tan solo el engaño de tener alguien de quien cuidar.

La anciana que le contó la leyenda de La roca del bebé aparece otra vez y le dice que si tiene dudas sobre que tal hizo su papel como madre, que le pregunte a la propia roca. Mamako va hacia el lugar donde encontró La roca del bebé la otra vez y descubre que esta se ha convertido en una gran estatua similar a un Buda. La mujer se abraza llorando a la estatua y oye cómo esta le habla llamándola «Mamá». 

<== ¡Atención al sentido de lectura! <==

Y es aquí donde la historia termina. No sabemos si esto último es real o forma parte de su delirio. Si su mente, después de torturarla durante años, le ha dado al fin un respiro creando otra fantasía diferente en la que ella pueda ser feliz. O si quizá, cuando Mamako se abrazó a la estatua por primera vez, en lugar de recibir ella uno de los espíritus de esos bebés lo que hizo fue vincularse con todos ellos y ha estado llenándolos con todo el amor que ella creyó estar dando a esa cosa que tuvo.

Es la historia más dura y más potente de estos tres tomos. Juega continuamente con la delgada línea entre la cordura y la locura. Mamako nunca sabe a ciencia cierta si lo que vive es un milagro, una maldición o una proyección de su obsesión. Entrega todo su amor, sus años y su salud a algo que, simplemente, no puede corresponderla. El que La roca del bebé no solo crezca sino que adopte un cierto aspecto de Buda (siendo este un personaje asociado a la perfección espiritual) podría interpretarse como que Mamako, al fin, ha encontrado un sentido a su vida; el amor que estuvo dedicando a la roca no fue en vano, porque se vinculó con las almas de todos esos niños que nunca tuvieron una madre que los quisiera, y de algún modo ahora es la mamá espiritual de todos ellos.

Es una historia de Present en la que no hay regalo, no hay Kurumi… y a pesar de ello es la mejor de todas.

Ahora bien, como he dicho ya en unas cuantas ocasiones, no es la que yo considero la conclusión de la historia. Esa la dejamos para mañana.

Abre una cajita de regalo más pulsando aquí🎁

Present. 1993-1998. Kanako Inuki. Publicado en 2006 por Mangaline Ediciones S.L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario