Presentado por...Zag.
¡Extra! ¡Extra! ¡Misteriosa desaparición de un valioso cuadro expuesto en una galería de arte! ¡Entérense de los hechos antes de que se los cuenten!
El regalo de un pintor. Un joven pintor emborrona desesperado un lienzo tras otro. Está tratando de captar en un cuadro la belleza de la mujer que ama, para regalárselo luego con la esperanza que ella comprenda como la ve él y se dé cuenta de la intensidad de su pasión. Sin embargo, el pintor es pobre y fracasado, pues no logra vender ningún cuadro, y ella es la hija de un famoso galerista. Ella le ha prometido que saldrá con él si le pinta un retrato que le guste, pero lo cierto es que no tiene intención de hacerlo, y se burla de cada nuevo cuadro que el pintor le regala.
El pintor está trabajando febrilmente en su estudio cuando Kurumi aparece por ahí como si tal cosa, observando sus cuadros. Le dice que el error que comete es esforzarse en que el cuadro le guste a ella, en lugar de hacerlo de forma que le guste a él. El cuadro debe representar aquello que él sintió la primera vez que la vio.
<== ¡Atención al sentido de lectura! <==
Siguiendo los consejos de Kurumi, el pintor se inspira al fin y pinta un retrato de deslumbrante belleza que provoca el asombro de los críticos, lo vuelve famoso de la noche a la mañana, y hace que empiecen a lloverle ofertas multimillonarias por el lienzo.
Cuando se entera de esto, la joven va a buscar al pintor para que le regale ese cuadro, puesto que después de todo ella ha sido la inspiración del mismo. Naturalmente su interés por el cuadro es únicamente el del astronómico precio de mercado que ha alcanzado en pocos días, pero esta vez él se niega a dárselo. Lo que él tenía en mente mientras pintaba no era ella tal como es en realidad, sino la imagen idealizada de ella que él se había formado al verla, y por fin es consciente de que no tienen nada que ver una con la otra.
<== ¡Atención al sentido de lectura! <==
El pintor siempre estuvo enamorado de esa imagen idealizada, que es la que ha plasmado en su cuadro, y no reconoce en la modelo a aquella que muestra el lienzo. Entonces la imagen del lienzo cobra vida y lo abandona, convertida en una persona real, físicamente idéntica a su modelo, pero con la personalidad que él le había imaginado.
El pintor y su obra se marchan abrazados, mientras la modelo los observa alejarse, perpleja. Comparada con la interpretación que el pintor hizo de ella, ahora la modelo ha pasado a ser la peor versión de la obra, y empieza a derretirse convirtiéndose en un charco de pintura al óleo.
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Present. 1993. Kanako Inuki. Publicado en 2006 por Mangaline Ediciones S.L.
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