EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
La colección de figuras de acción de Aliens sacada al mercado por Kenner incluyó con cada personaje o xenomorfo un mini cómic, siguiendo la moda impuesta por los Masters del Universo. Solo tenemos este, que está marcado como el n.º 8 y es el que venía junto con Ripley. Titulado Fireball (Bola de fuego), tiene dieciséis páginas contando portada y página de créditos. Debido a su pequeño tamaño cada página tiene entre una y tres viñetas.
Nos presenta una historia alternativa en la que, tras los
acontecimientos de Aliens (1986), hubo más supervivientes aparte de la
propia Ripley, el cabo Hicks y el sintético la persona artificial Bishop
(que ha sido reconstruido y ahora tiene un aspecto cibernético). También lo hicieron
algunos de los marines que vimos morir en la película, concretamente el
Sargento Apone, y los soldados Drake, Hudson y Vásquez. A ellos se ha unido el
soldado O’Malley (un personaje que se inventaron para la colección). Apone ya
era sargento en la película y se nos muestra ahora con un refuerzo metálico en
un brazo. El soldado Drake aparece también con el rango de sargento (entiendo
que lo ascendieron) y a Ripley se la sigue presentando como teniente, pero es el
grado que tenía en la marina mercante como miembro de la Nostromo. Sin embargo,
es Ripley la que manda el grupo.
La historia tiene lugar en un planeta conocido simplemente como Colonia Terrestre Terraform 3. Ripley y su grupo han acudido a un rancho donde se ha descubierto un nido de xenomorfos en el interior de un granero. El grupo se adentra en el edificio, que tiene el aspecto de una enorme nave industrial completamente metálica. Lo primero que se encuentran, aparte de una preocupante quietud y silencio, es un robot de carga, como el que empleó Ripley al final de la segunda película. Drake bromea diciendo que Ripley encontrado su juego preferido y el grupo sigue avanzando… hasta que una auténtica horda de xenomorfos se lanza contra ellos. Son una variante más robusta de lo normal que avanzan todo el tiempo a cuatro patas y presentan grandes cuernos en sus cabezas. En lugar de seis largos dedos en cada mano, como es habitual en los xenomorfos gestados a partir de humanos, estos tienen tres garras anchas y planas más parecidas a pezuñas. Estos detalles dan a entender que se han gestado a partir de los rebaños de bueyes o toros que debía haber en la granja.
Tras ellos avanza una enorme reina alien y tras ésta se puede ver una cámara llena de docenas o quizá cientos de huevos. Ripley lanza una rociada de fuego con su lanzallamas que frena en seco la carga de los aliens-toro, quemando a varios de ellos. Para su desgracia, los difusores de incendio del granero siguen activos y comienzan a esparcir agua nebulizada, que apaga las llamas y empapa a los xenomorfos. El grupo retrocede hasta la entrada del granero y los aliens-toro empiezan a escapar al exterior. Los aliens-toro los rodean, pero no parecen decidirse a atacarlos, quizá valorando la amenaza real que puedan representar y si vale la pena tratar de capturarlos vivos para criar más aliens con ellos.
En ese momento llega al rescate Ripley, que no habíamos visto en las cuatro últimas viñetas y que aparentemente se quedó rezagada en el granero. Se ha subido al robot de carga y sale con él dándole una tremenda colleja a la reina alien. Siguen algunas viñetas más en las que se replica la escena de la película en la cual la reina alien, atrapada por las pinzas del robot de carga, trata de matar a Ripley con la punta de la cola a través de la escasa protección que le proporciona la cabina.
Ripley lanza a la reina alien contra el montón de aliens-toro que aguardan a la espera de acontecimientos y el cómic termina con la frase: "Continuará… ¡en tu propia imaginación!"
Como decía antes, es el único de estos mini cómics que tengo, pero supongo que este final sería un patrón en todos ellos. Se daría el planteamiento inicial de una historia como ejemplo de lo que los niños podían desarrollar en sus propios juegos y se les animaba a recrear esa situación con sus juguetes y darles un final. Lo cual no me parece nada mal, puesto que la propia función del juego es esa: permitir al niño crear experiencias a su medida e imaginar sus consecuencias, finales y soluciones.
Aunque estos mini cómics puedan parecer simplemente un recurso publicitario más (en el fondo eso es lo que son), fueron editados por el equipo de Dark Horse, un sello editorial de bastante prestigio.
Puedes ver más artículos relacionados en mayor o menor medida con los xenomorfos pulsando aquí.
Aliens: Fireball. 1993. No se indica el guionista. David Johnson (dibujo) Joe Pillips (portada). Dark Horse Comics.



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