Popinis es una marca
de cereales de desayuno de la compañía alemana Schapfen Mühle.
Esto que muestro aquí es el reverso de una de sus cajas de cereales, en el que
venía impreso este tablero.
Los Space
Chillers son las mascotas de este cereal, un grupo de música pop
formado por un chico, dos chicas, una especie de duendecillo con antenas y un
pequeño saurio azul, que se dedican a hacer giras por el universo dando
conciertos en diversos planetas.
No hace falta
saber alemán para comprender de que trata el juego, extremadamente sencillo,
que viene con instrucciones y sus propias fichas recortables. Partiendo de la
Tierra, debemos alcanzar el planeta Ziel para dar el próximo concierto. Durante
el recorrido nos encontramos con casillas verdes y rojas (supongo que típicas
tiradas de avance extra o retroceso), unas tormentas de meteoritos que serán
algún otro tipo de obstáculo, y unas espirales (¿agujeros de gusano?) que solo
sirven para conectar un tramo del recorrido con otro.
El segundo
artículo es más interesante. Venía también en el reverso de una caja de Popinis.
Se trata de una tarjeta recortable tamaño carnet que hace las veces de un pase
VIP para todos los conciertos del grupo (¡Tour universal! ¡Acceso a
todas las áreas!). Tiene un espacio para colocar una foto del propietario
del carnet y anotar su nombre, dirección, número de teléfono y e-mail.
Parece una tontería,
pero a fin de cuentas es un cartón en el que figuran datos de contacto de la
familia o información que permita identificar al niño o niña a quien se le
entregue, que además verá el llevarlo encima siempre que salga de casa como
parte de un juego. Entiendo que la idea es que en caso que el menor se
extravíe, esto provea a quien lo encuentre de datos suficientes para localizar
y ponerse en contacto con sus familiares rápidamente.
Una de las cosas
más descorazonadoras que hay (y me ha pasado) es encontrarte a un niño o niña
de 3-4 años solo, llorando a lágrima viva en un parque o en medio de la calle y
al preguntarle como se llaman sus padres te conteste que se llaman “papá
y mamá”, que le preguntes cosas como sus apellidos y no se los sepa
todavía, o que al preguntarle si sabe dónde vive te conteste “en mi
casa”. Y eso ocurre con demasiada frecuencia.
Un "documento" como este, que los padres puedan rellenar y convencer a su hijo para que siempre lo lleve encima al salir de casa, como un juego más, me parece un regalo mucho más interesante que el código para descargar una app o una musiquita para el móvil, que es lo que se está volviendo cada vez más habitual en los cereales.
Puedes ver otro juego de caja de cereales pulsando aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario