MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

miércoles, 24 de abril de 2019

DRACULA helado de paleta

LA DESPENSA
"Desde 1977" reza la caja... Drácula, como siempre, presumiendo de su antigüedad.

El indiscutible rey de los monstruos clásicos se atrevió a mostrarse en España a pleno sol, en el verano del 77 y en muchos más a partir de ese. ¿Es casualidad que el verano del 77 fuera el más frío del siglo en nuestro país, con temperaturas medias de 18º durante julio y agosto? ¿Qué 1977 sea conocido por los climatólogos y meteorólogos españoles como “El año sin verano”? Quizá el malvado conde se trajo el gélido clima de su tierra con él…
El diseño de cajas y envoltorios puede haber cambiado con el paso del tiempo, pero el helado sigue imperturbable, como el ser inmortal en el que se inspira: Un exterior negro como la noche, como la propia capa del más famoso conde transilvano. Cubierto de una fina película de escarcha, como la piel de un cadáver encontrado entre la niebla. Relleno de una misteriosa sustancia roja, que en teoría es sorbete de fresas, pero todos sabemos la verdad. Y con un ligero toque de vainilla cuyo color marfileño nos recuerda al mortecino brillo de los colmillos del vampiro. ¿Quién no se ha comido un Drácula alguna vez? ¿Quién no se ha atrevido todavía a desafiar el poder del Señor de los Vampiros?

Esta nueva presentación del producto, sin tener el gancho y el encanto de las ilustraciones originales, sí me gusta mucho más que la anterior, en la que se veía un león antropomorfo y caricaturesco vestido como Simon Belmont. Esto me ha decidido a añadir la caja de estos helados a mi colección de cajas/envoltorios de productos en los que aparecen imágenes de monstruos… a parte de proporcionarme la excusa perfecta para aprovisionar el frigorífico con media docena de helados, que seguro que no nos vendrán nada mal dentro de un par de meses.

“Consumir preferentemente antes del fin de Drácula”  

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Yo creía que a Quatto solo le gustaban los helados de turbinio.

      Eliminar
  2. ¡Me encanta!

    Sin duda, uno de mis polos preferidos desde siempre. Me encanta que más de 40 años después siga existiendo, tanto el original como las imitaciones de turno. Cada vez que paso por alguna tienda de comestibles y veo alguno, no puedo evitar que se me antoje.

    Ahora que viene el buen tiempo, si encuentro la caja a la venta en algún supermercado no dudaré en comprarla, guardarla y degustar este delicioso y mítico helado. ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Aja! Otro valiente dedicado a la noble tarea de acabar con estos pequeños enviados de Drácula y guardar alguna de sus cajas como trofeo. No esperaba menos.

      Eliminar