EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
Saludos, ávidos lectores.
Este fue el tercer
libro de la colección Multiaventura, y primero en cobijarse bajo las
tapas negras que lo identifican como historia orientada al crimen y el terror. Con
esto tenemos, en los tres primeros números, uno de cada una de las tres
divisiones temáticas por portada. Esta es una particularidad que no recuerdo
haber visto en ninguna otra colección de librojuegos, en los que el color y
diseño de portada es el mismo sin importar la temática de la historia que se
trata. Es también el primero de los dos librojuegos que se dedicaron al
personaje de Sherlock Holmes.
Los que seáis aficionados a los casos del famoso
detective británico, sabréis ya que estos eran narrados por su ayudante,
Watson, en lugar de por el propio Holmes o por una tercera voz. Habría sido
interesante que los librojuegos mantuvieran eso, poniéndonos en la piel de
Watson, pero en lugar de eso controlamos a Holmes. Sí es cierto que la historia
empieza con una especie de nota a los lectores, en la que se nos explica que
además de hacer de cronista de los casos de Holmes, Watson escribió él mismo estos
librojuegos para permitir a la gente aprender sus técnicas deductivas.
Atendiendo a esta curiosa explicación, podemos entender que, por modestia, Watson no se
habría puesto a sí mismo de protagonista de los casos de Holmes.
Pero
bueno, vamos con el librojuego en sí. Lo primero que hay que decir es que está
basado en el relato La Granja Abbey, perteneciente a la etapa El
Retorno de Sherlock Holmes.
Scotland
Yard solicita nuestra intervención para esclarecer un caso de asesinato. Todo
apunta a que tres conocidos criminales entraron a robar por la noche en casa de
Lord y Lady Brackenstall, matando al primero y atando y amordazando a la
segunda, al ser descubiertos. En el papel de Holmes, rápidamente nos damos
cuenta que el caso está demasiado claro. Aunque el escenario del crimen
muestra evidencias más que suficientes para permitir deducir fácilmente los
culpables, hay algunos puntos oscuros en las declaraciones de la viuda y la servidumbre,
y a partir de ahí vamos haciendo averiguaciones. El
caso se plantea de varias formas alternativas a la versión lineal, por lo que
el asesino varía según las decisiones que vayamos tomando.
De
los dieciséis finales posibles solo hay dos realmente malos; uno en el que un
desconocido nos mata lanzándonos con increíble fuerza y precisión una bola de
hierro a la sien, y otro en el que la policía nos encierra en prisión por no
querer compartir con ellos las pistas obtenidas.
La mayoría de los otros finales son bastante ambiguos. Hay algunos en los que, mientras seguimos una pista, el caso se resuelve sin nosotros y simplemente alguien nos comunica que lo podemos dejar estar, o nosotros mismos tomamos la decisión de dejar el caso en manos de la policía y dedicarnos a otra cosa.
Hay finales donde terminan siendo detenidas personas de cuya culpabilidad no estamos convencidos, o que, si bien tomaron parte en el crimen de algún modo como colaboradores o encubridores, no fueron los principales culpables.
Naturalmente tenemos también una resolución optima del caso, que es aquella en la que el culpable coincide con el del relato original.
M
El que solo haya una escena de muerte y que la acción física esté bastante limitada es algo que me pareció aburrido cuando lo leí de niño, pero que agradezco al leerlo ahora de adulto. Las peleas y situaciones de riesgo, aunque se dan en algunos de los relatos de Holmes que he leído (que tampoco han sido muchos) no eran muy relevantes en la historia, sino algo anecdótico. Al ceñir el librojuego principalmente a la investigación y no convertirlo en una sucesión de saltos, golpes, persecuciones, patadas y disparos, la conexión que se logra con las novelas de Conan Doyle es mucho mayor.
La mayoría de los otros finales son bastante ambiguos. Hay algunos en los que, mientras seguimos una pista, el caso se resuelve sin nosotros y simplemente alguien nos comunica que lo podemos dejar estar, o nosotros mismos tomamos la decisión de dejar el caso en manos de la policía y dedicarnos a otra cosa.
Hay finales donde terminan siendo detenidas personas de cuya culpabilidad no estamos convencidos, o que, si bien tomaron parte en el crimen de algún modo como colaboradores o encubridores, no fueron los principales culpables.
Naturalmente tenemos también una resolución optima del caso, que es aquella en la que el culpable coincide con el del relato original.
M
El que solo haya una escena de muerte y que la acción física esté bastante limitada es algo que me pareció aburrido cuando lo leí de niño, pero que agradezco al leerlo ahora de adulto. Las peleas y situaciones de riesgo, aunque se dan en algunos de los relatos de Holmes que he leído (que tampoco han sido muchos) no eran muy relevantes en la historia, sino algo anecdótico. Al ceñir el librojuego principalmente a la investigación y no convertirlo en una sucesión de saltos, golpes, persecuciones, patadas y disparos, la conexión que se logra con las novelas de Conan Doyle es mucho mayor.
A
pesar de ello, hay un momento que resulta hasta gore (si nos lo imaginamos,
claro, aunque hay una ilustración que nos facilita bastante las cosas). En uno
de los caminos posibles encontramos a un loco descuartizando a una
mujer con un hacha. Al verse sorprendido, salta sobre nosotros aullando y
lanzando tajos. Esto, que en un librojuego de Lucha-Ficción se habría
resuelto simplemente como un combate más, es un momento bastante tenso en este
librojuego. Lo es precisamente por el contraste entre el salvajismo de la
escena con el resto de la historia, que es casi todo el tiempo pausada, y en la
que llegamos a sentir que el mayor riesgo que corremos consiste en no lograr
descubrir al culpable.
Puedes ver un comentario sobre otro libro de esta colección aquí.
El
caso Brackenstall. 1986. Pablo Barrena (texto) Justo Jimeno (ilustraciones).
Multiaventura nº 3. Editorial Ingelek S.A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario