BATMAN

EL ORÁCULO DE LAS VISIONES

¡ALERTA DE EXPOILERZ!

Presentado por... Pecky.

¿Qué hace del Batman de Tim Burton la mejor película sobre este personaje hasta la fecha? Sencillamente, contar con la mejor historia, el mejor Batman y el mejor Joker, el mejor Bruce Wayne y el mejor Alfred, la mejor Gotham y, por si fuera poco, el mejor batmobil. Porque sinceramente... un todoterreno color marrón crema no es un batmobil.

Fijaos en la caratula del DVD. No hay título. Ni referencia a actores, ni un fotograma de la película. La gente veía este símbolo en los estantes de las tiendas y ya sabía que película era. No hacía falta más.

Hoy en día, hacer una película de Batman es fácil. No lo digo por los efectos especiales ni las técnicas de rodaje o los presupuestos millonarios. Lo digo porque el personaje tiene ya una sólida reputación cinematográfica. En 1989 no la tenía. 
La única referencia en imagen real que había en ese momento sobre Batman era la serie de TV de 1966, que tenía un marcado aire infantil y cómico. No era tampoco una mala serie. Yo la seguía en las autonómicas (en España se emitió a inicios de los 80) y la recuerdo como bastante entretenida para su época y la franja de edad a la que estaba dirigida, pero era también muy tontorrona y poco variada. Hasta siendo un niño te dabas cuenta de eso, a pesar de lo cual no te perdías el siguiente capítulo, a la misma bat-hora y por el mismo bat-canal.
Con esa serie como único precedente, y sabiendo que todo el mundo la tendría en mente cuando se planteara ir al cine, hacer la primera película sobre Batman fue, y no hay otro modo de decirlo, un acto de valor.

Aunque la intención de los productores era filmarla en 1979, tardaron diez años en encontrar una compañía y una distribuidora dispuestas a arriesgar su reputación en un proyecto así. Tuvimos que esperar hasta 1989 para ver por primera vez a Batman en la pantalla grande. ¿Valió la pena? Desde luego.

El Batman de esta película me parece el más creíble, tanto en su faceta de héroe enmascarado como en la de millonario que apenas sale de casa y es casi totalmente dependiente de Alfred, cuando no está oculto bajo su disfraz de murciélago.

El Joker no es solo un gánster con la cara pintada, o alguien que está loco porque sí. El Joker de Jack Nicholson es un loco genuino. Cualquier terrorista puede poner una bomba en un hospital o un barco, pero hace falta estar realmente desquiciado para conversar con el cadáver de alguien al que acabas de electrocutar, o bailar entre los cuerpos desparramados de gente asfixiada.

La historia es la más centrada de todas las que he visto sobre ambos personajes. No dedica la mitad de la cinta a contarnos la vida de alguno de ellos, sino que esta se nos va explicando de forma fragmentada a lo largo del metraje, dejando que quien no la conozca la asimile a medida que la trama se desarrolla. En 1989 la mayor parte del público era capaz de entender las películas que veía sin necesidad de que se las explicaran detalladamente punto por punto. O eso, o que las películas estaban mejor estructuradas.

La película, además de funcionar muy bien como conjunto, tiene muchas y muy buenas escenas. Entre todas destacaría una muy breve. Es el momento en el que el batcaza asciende hasta quedar por un instante delante de la luna llena, formando “casualmente” el símbolo de Batman enmarcado en un círculo blanco brillante. Estos pocos segundos de metraje hicieron que todo el público del cine donde la vi se pusiera en pie gritando y aplaudiendo. Jamás he vuelto a ver una reacción igual en un cine. También es cierto que creo que ninguna otra escena de ninguna otra película de Batman lo ha merecido.  

Otro momento genial es la propia cabalgata del Joker, de la que la escena anterior forma parte. Aun sabiendo que el Joker es un asesino confeso, capaz de matar gente al azar solo porque puede hacerlo, cuando aparece por las calles con música y globos gigantes repartiendo dinero a puñados la gente acude a él como loca. 

Y el caso es que la inmensa mayoría de los ciudadanos que vemos empujándose por los pocos billetes arrugados que puedan conseguir van muy bien vestidos, no parecen necesitar limosnas precisamente. Pero un asesino les lanza unos billetes y se pelean por ellos. Es la adoración y la permisividad instintiva que padece mucha gente hacia la riqueza, la fama y poder, gracias a la cual tantos estafadores y criminales prosperan sin que se haga nada serio contra ellos.

En fin… ¿qué más decir sobre esta película, salvo reiterar lo ya dicho? ¡La mejor película de Batman! Quizá no la más larga, ni la más cara, ni la que más ha recaudado, ni la más espectacular o la más complicada. Solo la mejor en conjunto. 

Reconozco los méritos visuales y argumentales de determinadas escenas de las otras películas, pero creo que, en esta, la suma de todos sus elementos da un total más redondo. Una película que vale la pena volver a ver de vez en cuando. ¿Por qué no hoy? Seguro que entre una cosa y otra encontráis un par de horas libres para hacerlo.

Batman. 1989. Sam Hamm, Warren Skaaren (guion) Tim Burton (director) Jack Nicholson, Michael Keaton (actores principales) Kim Basinger (actriz principal). Warner Bros. Edición en DVD de 1998 por Warner Home Video.