MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

domingo, 10 de mayo de 2020

PREMUTOS el ángel caído

EL ORÁCULO DE LAS VISIONES
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
Bienvenidos, amigos cinéfagos. 

Olaf Ittenbach es un guionista, director, actor, productor y maquillador alemán que tiene una asombrosa capacidad para echar a perder buenas ideas. Sus películas, de las cuales esta es probablemente la más conocida, podrían ser verdaderamente épicas a pesar de sus bajísimos presupuestos si no tuviera tanta tendencia a divagar, a alargar el metraje con subtramas sin importancia, y a repetir los mismos chistes una y otra vez.
Premutos, el ángel caído (distribuida también como Premutos, el regreso del anti-Dios) nos cuenta los diversos intentos de la criatura que da titulo al film de encarnarse en un cuerpo físico, a lo largo de la historia. El bloque principal de la trama tiene lugar en el presente, y se centra en un chaval llamado Mathías que está teniendo un día realmente malo: pasa por las manos de una dentista inepta, tiene un accidente de tráfico con la bicicleta, y recibe una tremenda patada en la entrepierna durante un partido de futbol. Uno de esos días en que hubiera sido mejor no salir de casa. Todo esto, que parece casual, es en realidad una preparación para convertirse en Premutos, que se alimenta del sufrimiento y el dolor. Mathías está predestinado a ello, y su cuerpo es maltratado para hacerlo más receptivo a su destino. 

El padre de Mathías, un hombre rudo y obsesionado con las armas, encuentra un pequeño cofre enterrado en el jardín de su casa. En el halla un libro antiguo y varios frascos de un líquido amarillento corrosivo. Mathías se derrama encima accidentalmente algo de este líquido, recibiendo la última dosis de dolor necesaria para comenzar su transformación en el anti-Dios.

Hasta ese momento, se nos han mostrado muchas escenas de hechos pasados relacionados con Premutos: en la India, en Stalingrado, en la Europa de la Peste Negra, siempre en lugares de guerras, matanzas y enfermedades. También vemos la historia de Rudolph, un individuo que trataba de devolver a la vida a su mujer, y lo único que consiguió fue crear montones de zombis en el proceso. Fue él quien enterró el cofre con el libro y el líquido amarillento. En la película se nos cuenta que este líquido era originalmente el bálsamo con el que se limpió el cuerpo de Cristo tras su crucifixión, y que fue lo que provocó su resurrección. Pero la fórmula imperfecta de Rudolph no resucita, solo crea zombis. 

Se supone que todo esto está relacionado de algún modo con Premutos, pero no se nos deja claro cómo. Todas estas mini historias paralelas son más interesantes que la trama principal, que es lo que realmente parece sobrar.

El caso es que el bueno de Mathías termina recibiendo tanto dolor que, junto con la oportuna rociada del bálsamo amarillo de Rudolph, se transforma en una especie de cenobita de Hellraiser de bajo presupuesto. No es todavía Premutos, pues este solo puede tomar forma a partir de la carne y la sangre de los seguidores que han muerto luchando en su nombre, pero está en camino de serlo. 

Como en esta época su culto se ha olvidado y no tiene seguidores, este pre-Premutos empieza a matar gente al azar, que se convierten en horribles zombis. Las víctimas de estos se vuelven zombis a su vez, desatando una plaga en el barrio. 

Los zombis irrumpen en casa de Mathías atacando a su familia y unos amigos que estaban con ellos. Los que sobreviven al ataque inicial se refugian en el sótano, donde el padre de Mathías guarda su colección de armas de fuego. Es posible (aunque este es otro punto que la película no aclara) que sea el propio pre-Premutos el que dirige expresamente a los zombis hasta esa casa. Necesita que sus seguidores mueran luchando por él para encarnarse con sus restos, y sabe que el padre de Mathías y sus amigos exmilitares, con un pequeño arsenal a su disposición, darán cuenta de un número suficiente de zombis para que esto ocurra.
La historia en general no me parece mala. Desde luego, es lo suficientemente grotesca y bizarra para llamar la atención, y hay montones de zombis y escenas escabrosas, algunas bastante divertidas. Cuando se nos cuenta la historia de Rudolph, hay un momento en el que un grupo de aldeanos irrumpe en la casa de este para lincharlo, disparando a lo loco. Nadie le da, pero las balas perdidas que rebotan por la habitación terminan matando a dos de los propios aldeanos. Y cuando esparcen gasolina por la casa para quemarla, uno de ellos se pega fuego a sí mismo en el proceso.

Pero también hay mucha morralla de por medio. La película no es especialmente larga. Dura una hora y 40 minutos, pero se hace larga. Mejoraría mucho quitándole diez o quince minutos de escenas repetitivas e insustanciales. Naturalmente, es cine independiente, y de autor, y todo eso, pero en ningún caso esto implica calidad, como a veces se intenta hacer creer a la gente. La falta de presupuesto se puede perdonar, y descuidos como la escena en la que un hombre que empuña un Mauser de cerrojo (de un modelo que debe ser amartillado tras cada tiro) dispara con él cuatro veces seguidas, también. Pero que una película llena de zombis, tiroteos, cháchara mesiánica y referencias satánicas sea aburrida, eso ya no tiene perdón posible.

En mi humilde opinión, Premutos tenía el potencial de convertirse en una película de culto, al nivel de Posesión Infernal/Evil Dead. Pero le sobró metraje y le faltó ese toque de genialidad que marca la diferencia entre ser más que una película, y ser una película más.

¡Otra ración de zombis rancios pulsando aquí!

Premutos; Der gefallene Engel. 1997. Olaf Ittenbach (guion, dirección y actor principal). Edición en DVD por Manga Films.

No hay comentarios:

Publicar un comentario