Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
Esta es una aventura de Mortadelo y
Filemón aparecida originalmente por entregas en la revista Mortadelo,
en 1975. La que mostramos aquí es una de las ediciones posteriores.
Una de las muchas cualidades de Ibáñez como
ilustrador, es el arte que tiene para dibujar animales. Sobre todo, a los
grandotes. Sus detallados elefantes, orondas vacas, o la gracia con la que
caracteriza a los hipopótamos, es simplemente sorprendente. Sin ir más lejos,
echad un vistazo al cocodrilo de estas viñetas de abajo, sonriendo y aleteando
como un pájaro con sus bracitos. Hay que ser un verdadero genio para imaginar y
ser capaz de plasmar algo así.
En esta aventura, Mortadelo y Filemón
deben investigar unos extraños sucesos que están teniendo lugar en el zoo de la
ciudad. Alguien está usando vilmente a los animales del zoo para cometer robos. Además
de controlarlos, puede incorporar a un animal cualidades de otro.
Así, nuestros
esforzados agentes tendrán que lidiar con cosas tales como un cocodrilo
volador, una lagartija con la fuerza de un elefante, o un rinoceronte con la
capacidad tuneladora de una hormiga.
Ellos mismos sufrirán esto en sus carnes
cuando el villano, valiéndose de un invento digno del Bacterio, les insufle el
carácter y capacidades de un perro, un gato, o un toro.
Por si esto fuera poco, la necesidad de
mantener la investigación en secreto les obliga a entrar en el zoo pasando por
taquilla, como un visitante más. Y su paupérrima situación financiera hace que
no puedan permitirse tal lujo todos los días.
Deberán por tanto buscar formas
cada vez más descabelladas de acceder gratis al recinto: saltando el muro,
agujereándolo, cavando un túnel bajo él, o entrar arrastrándose para que los
vea el portero. Con tal de ahorrarse unas pesetillas…
Esta es una de sus pocas aventuras en las
que logran un éxito casi absoluto. No desemboca en ningún incidente
internacional, no humillan a ningún gran dignatario, el cuartel general de la
TIA no se derrumba, no provocan la destrucción de algo increíblemente valioso…
Bueno, si, terminan con todos los huesos rotos, pero ¿qué son unos cuantos
meses de intenso dolor comparados con la satisfacción del deber cumplido?
Más correrías de Mortadelo y Filemón pulsando aquí.
Pánico en el zoo. 1975. Francisco Ibáñez
Talavera (guion y dibujo). Ediciones B/Grupo Zeta.
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