EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Bienvenidos, amigos cinéfagos.
Esta es la segunda adaptación cinematográfica de la novela de Richard Matheson Soy Leyenda. Es bastante menos fiel al texto que El último hombre sobre la Tierra, pero la considero mejor en muchos aspectos.
Aproximadamente la primera mitad del
metraje es una versión muy resumida de la novela. Robert Neville es
aparentemente el único humano normal que ha quedado tras un holocausto vírico,
pero no está solo en el mundo.
El virus que ha barrido a la humanidad es un arma bacteriológica liberada durante una guerra entre Rusia y China, aunque no se deja claro cuál de ambos bandos trató de emplear este arma contra el otro. Lo importante del asunto, es que el virus se esparció por todo el planeta de forma imprevista e incontrolable, matando a millones de personas en un lapso de tiempo aterradoramente corto.
Al inicio de la película vemos a Neville recorrer durante el día una ciudad aparentemente abandonada, mientras suena una música suave y melancólica. Aquí y allá hay tirados esqueletos. El viento arrastra tanto periódicos viejos como miles de dólares en billetes. Junto a un furgón blindado se amontonan lingotes de oro, carentes ya de todo valor.
Neville no presta atención a nada de esto. Una ciudad repleta de cadáveres y
dinero ya no le impresiona, puesto que es así desde hace años. Todo es suyo
ahora. Va a donde quiere. Toma de las tiendas lo que le apetece. Habla con
algunos de los esqueletos como si fueran viejos conocidos. Parece incluso
disfrutar cínicamente de la situación, pero también tiene alucinaciones debidas a
la soledad.
Por medio de sus recuerdos se nos informa
de como se ha llegado a eso. En esta versión, como en la película
anterior (y al contrario que en el libro) Neville es un científico militar. En los inicios del desastre, mientras transportaba de un laboratorio a otro una de las muchas vacunas que se estaban desarrollando a toda
prisa, su helicóptero se estrelló. Malherido tras el accidente y notando en sí
mismo los primeros síntomas de la enfermedad, se inyectó la vacuna que después
de todo ya no podía hacer llegar a su destino. La vacuna resultó ser efectiva,
y Neville quedó así inmunizado.
Otras personas sobreviven, al parecer por tener una mayor resistencia natural al virus, pero ninguno es totalmente inmune. Los que no mueren por el virus, son antes o después transformados por él. Degeneran a un estado en el que pierden la pigmentación de la piel y esta se les ulcera. Su mente parece dañarse también, y la mayor parte de ellos revierte a un estado más primitivo.
De entre todos destaca uno llamado Matthias, que
conserva la mayor parte de su inteligencia. Este se alza como líder de los
mutantes y crea una especie de culto religioso que le permite controlar a los
demás. Estos mutantes se hacen llamar La Familia, y reniegan de la humanidad
anterior. Achacan a la tecnología todos los males de la civilización, y
consideran blasfemo y pecaminoso todo aquello que funcione con electricidad,
los motores de combustión, y las máquinas complejas.
No se alimentan de sangre, como en la novela y El
último hombre sobre la Tierra, ni deben ser estacados
o expuestos al sol para matarlos. Son humanos vivos, afectados por una
enfermedad similar a la lepra y sumidos en un autoimpuesto oscurantismo
intelectual. Parecen un paso intermedio entre los vampiros y los neohumanos de
las versiones anteriores. Rehúyen el sol debido a su albinismo, no porque les
resulte letal, y se alimentan de la comida normal que son capaces de rapiñar
entre los edificios abandonados. Neville es para ellos el último de los
pecadores, y a su entender debe ser quemado al igual que queman las máquinas y
los libros, para purificar el mundo.
Esto ha obligado a Neville a fortificar su edificio, llenarlo de armas y suministros, y mantenerse en una vigilancia constante. Pasa la noche atrincherado en su torre y durante el día registra sistemáticamente los edificios de la ciudad, buscando el escondrijo principal de La Familia.
En una de sus exploraciones urbanas es atrapado por un grupo de mutantes que se esconden en un oscuro sótano. Matthias le declara culpable de todos los errores de la humanidad y lo sentencia a muerte. Neville es llevado a su ejecución sobre un carro, con un capirote en la cabeza, tal como se conducía a la hoguera a los brujos en la edad media.
Este sería el momento en el que termina la novela, con el sacrificio de Neville, producto del miedo y la ignorancia colectiva. Pero solo llevamos cuarenta minutos de película, así que algo más debe tener el director en el tintero. Esto está bien, ya que es como una “versión extendida” del libro. Continua la historia donde la versión original termina, creando una alternativa a la deprimente pero lógica conclusión de la novela.
Cuando Neville va a ser quemado vivo, aparece otro par de humanos aparentemente normales, que acuden en su ayuda y lo rescatan. Lo llevan hasta las afueras. Allí han establecido un pequeño refugio donde mantienen a salvo a un grupo de niños. Al parecer los niños pequeños son más resistentes al virus, pero uno de ellos está mostrando ya síntomas de la enfermedad. Es precisamente el hermano pequeño de Lisa, la única mujer adulta del grupo.
Neville cree que puede curarlo mediante transfusiones de su propia sangre inmune. Regresa con Lisa y su hermano Richie a su casa, donde tiene montado un pequeño laboratorio. El tratamiento de Richie resulta ser un éxito, pero Lisa desarrolla también la enfermedad. Al ser adulta, la transforma más rápidamente, haciendo que se sienta instintivamente atraída hacia Matthias y los suyos.
Es la propia Lisa la que permite a La Familia acceder a la fortaleza de Neville y desatar su ira contra este último reducto de la civilización. Cuadros, libros, discos, esculturas… todo es destrozado en la creencia de que el simple vandalismo traerá de algún modo un mundo nuevo y mejor.
Vencido, aunque aún no derrotado, Neville trata de huir llevándose a Lisa y un último frasco del suero inmune, pero es mortalmente herido por Matthias. La salida del sol pone en fuga a los mutantes. Cuando Neville y Lisa son encontrados por los otros supervivientes humanos, este se halla a las puertas de la muerte. Con sus últimas fuerzas les entrega el frasco de suero y les pide que se ocupen de Lisa.
Y aquí termina
la historia de Neville. Su cuerpo es abandonado mientras el resto de
supervivientes se aleja, sin más plan que seguir sobreviviendo. Podemos
(queremos) suponer que Lisa, una vez inmunizada, podrá usar también su sangre
para curar a otros, y quizá con el tiempo esta pequeña comunidad humana se
inmunice por completo y prospere.
Un detalle que me gusta mucho de esta película, es que Matthias era presentador de un informativo de televisión antes de la pandemia. En la novela, Neville tenía como enemigo identificable a un vampiro que había sido vecino suyo. En El último hombre sobre la Tierra, el enemigo identificable era un compañero de trabajo del protagonista. Pero en ambos casos solo eran eso, enemigos reconocibles entre un grupo de monstruos anónimos, que no eran por lo demás superiores en ningún aspecto a los otros.
En esta película, al hacer que
Matthias sea presentador de televisión, se justifica de algún modo que sea el
líder de los mutantes. Él está acostumbrado a hablar con aplomo y seguridad a
un gran público, y probablemente muchos de sus seguidores lo recuerdan de los
noticiarios. Esto hace que los otros mutantes lo vean como figura de autoridad,
cuyas palabras deben ser escuchadas.
Se aparta mucho del libro, pero mantiene su
esencia y es por sí misma una gran y trágica historia. Personalmente es la
versión que más me gusta, y no se puede negar que es también la que más ha
llegado a calar en el público en general, y más ha influido en otros medios. Es
difícil ver a los Iluminados de RE4, por ejemplo, sin pensar inmediatamente en
los sacerdotes fanáticos, albinos y cubiertos de llagas de esta película.
Omega Man. 1971. Jhon William, Joyce H. Corrington (guion) Boris Sagal (director) Charlton Heston, Anthony Zerbe (actores principales) Rosalind Cash (actriz principal). Warner Bross. Editado en DVD en 2003 por Warner Bross Home Video.
Qué bueno, me alegro mucho de haber recordado esta película. La primera parte la recordaba bien, la segunda parte de la secta y toda la trama... ni idea. Creo que la volvería a ver si tuviera la oportunidad.
ResponderEliminarHazlo si puedes, realmente es una gran historia.
Eliminar