MORTADELO Y FILEMÓN. El caso del bacalao

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                  ¡ALERTA DE EXPOILERZ!

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Esta aventura de Mortadelo y Filemón tuvo, por decirlo así, una infancia difícil. Empezó publicándose en la revista Pulgarcito, a dos o tres páginas por número. Transcurrida más de la mitad de la historia, pasó a publicarse en Mortadelo, a cuatro páginas por entrega.

El resultado fue una historia larga de 48 páginas (lo normal en las historias largas eran 44) que quedó dividida en cinco capítulos: uno de trama lineal de 28 páginas que recopilaba todas las aparecidas en los Pulgarcito, y los cuatro capítulos de cuatro páginas aparecidos en los Mortadelo. Estos cuatro últimos capítulos llevaban cada uno su propio título (tal como ocurre en otras aventuras largas) pero solo en el último de ellos, el titulo está en verso (como ocurre con todas las historias largas en las que los capítulos están titulados). Un caos, en definitiva, producto de la necesidad de pasarlo de una publicación a otra, que se solucionó como buenamente se pudo.

¡Vamos con la aventura de una vez! Una banda criminal está regalando toneladas de bacalao a las pescaderías de la ciudad. Al recibirlo gratis y en abundancia, estas lo venden a muy bajo precio. La gente almuerza bacalao, cena bacalao, y los restaurantes no sirven más que bacalao. Debido a lo seco que es el bacalao de por sí, todo el mundo tiene una tremenda sed y se pasa el día remojándose el gaznate.

El plan de estos malvados es cortar el suministro de agua de la ciudad, y ponerse ellos a vender agua a precios exorbitados. El clásico truco de crear un problema que antes no existía para luego vender la solución. Algo que, por desgracia, se está viendo mucho últimamente en el mundo real.

Mortadelo y Filemón logran echar por tierra el plan de los bandidos. Aunque claro, debido a los habituales daños colaterales que este par de cabestros suelen provocar cuando resuelven sus casos, la ciudad pasa de estar tan seca que la gente andaba exprimiendo farolas para obtener agua, a estar completamente inundada. Pero se llega a una situación que puede considerarse un final. 

Esto se hizo coincidir con las últimas páginas publicadas en Pulgarcito. El resto se publicaría en Mortadelo, revista que acababa de aparecer. Quizá se hizo así para evitar que los que “no se fiaran” de la nueva revista o decidieran seguir fieles a Pulgarcito, contaran con una historia que pudieran dar por completa. Añadiendo a esto los cuatro capítulos extra aparecidos en Mortadelo, nos quedaba una especie de “versión extendida con final alternativo”.

En estos capítulos adicionales, Mortadelo y Filemón van deteniendo a los criminales con una eficacia impropia de ellos, lo que no los libra de recibir golpes por todos lados. Ambos terminan en el hospital, más envueltos en vendas que una momia, pero al menos por esta vez nadie los persigue con una bomba gigante.

Este número, en el que se recopilan todos los capítulos de la historia, incluye también las aventuras cortas El domador de sombras y El chorizo explosivo.

¡Continúa la lucha contra el crimen pulsando aquí!

El caso del bacalao. 1970. Francisco Ibáñez Talavera (guion y dibujo). Publicado en 1993 por Ediciones B.