EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Hola, amigos cinéfagos!
A inicios de este mes comentamos Alguien mueve los hilos, unas de las mejores películas de invasiones encubiertas. Hoy, siguiendo con el tema, comentaremos una de las primeras. En España se la llamó Las sanguijuelas humanas. El titulo original es The Brain Eaters (Los comedores de cerebros).
La historia es
la misma que la otra película ya comentada. Si Alguien mueve los hilos era una
adaptación oficial de Amos de títeres, la novela de Robert A. Heinlein, The
brain eaters es una adaptación extraoficial pero evidente de la misma obra. Hay
algunos cambios, como que la invasión no proviene de arriba, como es habitual, si no de abajo. No
son parásitos alienígenas, sino subterráneos, que llegan a la superficie no en
una astronave, sino dentro de un gran vehículo-taladro.
Tras la
aparición del taladro (difícil de ocultar, con sus quince metros de altura) un
grupo de investigación gubernamental se moviliza y comienza a estudiarlo. El
metal con el que está construido es desconocido e impenetrable, y la única
escotilla que hallan abierta, lleva a un compartimento vacío, sin maquinaria ni
ninguna clase de elemento de control. Se trata de un proyectil hueco disparado
hacia arriba desde una profundidad inimaginable. Cualquier ocupante que pudiera
haber en su interior, lo ha abandonado ya.
Los ocupantes resultan ser una raza de parásitos con aspecto se sanguijuela que se adhieren a la nuca de la gente y la controlan. Aquellos que intentan resistir este control mental son castigados con un intenso dolor, y terminan desarrollando comportamientos violentos y suicidas que los delatan.
A
grandes rasgos, la historia es la misma que ya comentamos: los investigadores
tratando de entender todo el proceso de parasitación, las sanguijuelas extendiéndose
cada vez más y controlando preferentemente a personas de relevancia, la
búsqueda de su núcleo o nido, etc.
Un detalle que
se nos desvela casi al final, es que los parásitos subterráneos adquirieron el
conocimiento del mundo de la superficie y del modo de llegar hasta él a partir
de un geólogo humano. Cinco años antes, él y su ayudante fueron dados por muertos mientras exploraban una profunda cueva, y sus cuerpos nunca se recuperaron.
Fue mediante su encuentro con estos hombres y a partir de lo que aprendieron de ellos que las babosas decidieron tratar de conquistar el desconocido mundo superior.
El clásico mensaje de “mejor no investigues” que acompañaba (y sigue
acompañando) a muchas historias de ciencia ficción, alertando sobre los
peligros derivados de un excesivo progreso.
Y si en Alguien mueve los hilos contamos con la presencia de un Donald Sutherland post La invasión de los ladrones de cuerpos, en esta contamos con un Leonard Nimoy pre Star
Trek en un pequeño papel, como barbudo, irreconocible y fantasmagórico mesías
del apocalipsis.
Es una buena
película también, con el aliciente de ser una de las primeras que tocaron este
tema, y que se convertiría en referente para las que la siguieron. En su
momento contó además con el valor añadido de estar en plena era de la guerra
fría. Para el público norteamericano, cualquier amigable conocido podía ser en
realidad un malvado espía comunista. Vigila al vecino era una consigna tan extendida como Vigila el cielo, y este tipo de historias explotaban
al máximo esos miedos.
The Brain Eaters. 1958. Gordon Urquhart (guion) Bruno VeSota (director)
Edwin Nelson, Alan Jay Factor, Cornelius Keefe (actores principales) Jody Fair,
Joanna Lee (actrices principales). Corinthian Productions.
No sabía de la existencia de esta película, ahora entiendo las babosas espáciales que salían en Futurama. Leonard Nimoy irreconocible con barba, mucho gusto le cogieron el Nimoy y el Sutherland a las películas de invasIones de cuerpos que coincidieron en “La invasion de los ultracuerpos”.
ResponderEliminar¡Ah, cierto! No recordaba que en la versión del 78 salían ambos.
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