EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.Saludos, ávidos lectores.
La semana pasada vimos un ejemplar de Bone Chillers (Escalofríos), una de las colecciones que surgieron a raíz de Goosebumps (Pesadillas). Hoy veremos otra, Graveyard School (Colegio Calavera, en España), de Tom B. Stone. Contó con veintiocho títulos. Solo unos pocos se publicaron en España, y no se respetó el orden original.
Tom B. Stone, leído todo junto, es Tombstone (lápida). Es obviamente un seudonimo, el de la autora Nola Thacker.
Colegio
Calavera se diferencia de Pesadillas
en que los personajes y escenarios son fijos. La acción
siempre tiene lugar en el Colegio Carabela, al que todos
llaman Calavera debido al ambiente siniestro que se respira en él.
El colegio está
construido junto a un antiguo cementerio rodeado por una pequeña verja de madera, lo que permite contemplar las lápidas desde las ventanas de las aulas. La directora
se llama Mortaja, el subdirector Tumba, y el conserje Cuevas. En realidad, casi
todos los personajes tienen nombres que parecen sacados de Los Sims.
En Los peligros de comer en el cole, cuarto número de la colección, una nueva cocinera se incorpora a la
plantilla de la escuela, la señorita Arsenia Festín. En su discurso de
presentación ante los alumnos, promete servirles los platos más sabrosos, exóticos
y económicos que habrán probado en sus vidas. Simultáneamente a este
hecho, los perros, gatos, hámsteres y loros del vecindario (y hasta algunas
serpientes, iguanas y otros animales semi domésticos) empiezan a desaparecer.
Los menús que la Srta. Festín prepara a los alumnos son... exóticos, eso nadie lo pone en duda: Pastel de Carne Sorpresa, Estofado de Caníbal, Cacerola Misteriosa… pero la calidad de los ingredientes deja mucho que desear.
Varios alumnos comienzan a traerse merienda extra de sus casas para poder saltarse la comida del colegio, lo cual no parece hacer mucha gracia a la Srta. Festín, muy orgullosa de sus recetas secretas.
Un alumno afirma haber visto como la comida se mueve. Otro, haber encontrado un ojo en su plato... Aun así, la situación es mas o menos tolerable hasta que, además de los animales domésticos y callejeros, uno de los alumnos también desaparece. Los chavales protagonistas tendrán que investigar por su cuenta para esclarecer el asunto.
Es entretenido en la misma medida que los libros de Stine, para quienes les guste este estilo sencillo y a la vez gamberro.
Al final incluye un par de plantillas para hacer nuestras propias recetas asquerosas. En la contraportada encontramos un medidor que clasifica del uno al cuatro lo terrorífico que puede llegar a ser cada uno de estos libros. Este es “nivel dos”, y más que miedo, las descripciones de los alumnos comiendo lo que dan es un poco de grima.
Regresamos con las Pesadillas originales pulsando aquí.
Los peligros de comer en el cole. 1994. Tom B. Stone [Nola Thacker] (texto) Barry Jackson (portada). Colegio Calavera nº 4. Publicado por Editorial Planeta en 1997.
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