DIARIO DE UNA INVASIÓN ZOMBIE

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              RETOS LITERARIOS 2022

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Para el punto “Libro escrito durante un confinamiento” de nuestro Reto Literario 2022 hemos escogido este. Fue escrito en 2004, durante la pandemia mundial de gripe aviar que mató unos 3000 humanos y 200 millones de pollos. Todas las bajas humanas declaradas se produjeron en China y Tailandia, pero hubo casos de infección en otros lugares, vacunaciones masivas, y en muchas regiones de Norteamérica y otros países se impuso confinamiento domiciliario. Además, el libro representa un diario escrito durante una plaga de zombis que confina a todos los supervivientes en sus casas o refugios, así que se podría decir que es un "libro escrito durante un confinamiento" por partida doble.

La novela está escrita en forma de diario, y realmente así fue presentada originalmente. El autor abrió un blog en el que casi cada día iba detallando ese mismo día en la realidad de su personaje, desde que este comienza a ver noticias raras en la televisión sobre epidemias y brotes de violencia, hasta que todo degenera en una clásica plaga zombi. Todos estos posts en el blog, escritos entre el uno de enero y el diecinueve de mayo de 2004, se recopilaron y publicaron en forma de libro por primera vez en 2007.

El protagonista, del que no llegamos a saber el nombre, es un piloto de la USAF (Fuerza Aérea de los Estado Unidos) que se encuentra de permiso en su casa en el momento en que se produce el brote. La enfermedad se extiende tan rápidamente que unos pocos días después abarca todo el planeta. Cuando el soldado recibe la orden de incorporarse a su cuartel, hay demasiados zombis por las calles como para intentar salir.

Se trata de los clásicos zombis romerianos: el virus está en el aire y basta con que alguien muera por cualquier causa para volver convertido en zombi. El recibir un mordisco de un zombi solo acelera el proceso, pero no es de por sí la causa del contagio. Los zombis son lentos y descoordinados, inteligencia casi nula, inmunes al dolor, hay que dispararles al cerebro, etc.

El soldado tiene en su casa un fusil, tres pistolas, y unos mil proyectiles para cada arma. En 2015 se calculó que la media de armas de fuego personales en USA era de ocho por adulto, por lo que estaría incluso muy por debajo del norteamericano promedio. También tiene paneles solares, baterías de reserva, agua y comida para cinco meses, y ha reforzado con travesaños de madera y acero la puerta y ventanas a nivel de calle de su casa. A pesar de ello, su prioridad es irse a otro lugar, porque le agobia estar viendo el ir y venir de los zombis por la calle. Tiene material de sobra para resistir mucho tiempo, pero le falta lo mas importante; paciencia y mantener la mente fría.

En una casa de la calle de enfrente hay otros dos supervivientes, un hombre llamado John y su perrita Annabelle. Su vecino tiene aún más armamento y víveres acumulados que él, pero también anda como loco por largarse a otro lugar. A ninguno en concreto, es simplemente el instinto de huir, de alejarse del peligro más inmediato, aunque ese peligro sea ya algo generalizado. Durante unos días se dedican a ir de saqueo a tiendas de armas, consiguen un camión militar, llegan hasta un aeródromo, y ponen a punto una avioneta por si se deciden a hacer un largo viaje.

Esto último es providencial, porque poco después el gobierno anuncia por televisión, antes que esta deje de emitir, que varias ciudades van a ser evaporadas con armas atómicas en un intento de destruir las grandes acumulaciones de zombis. La ciudad en la que se encuentran ellos es uno de los blancos. De pronto todo el material que han estado acumulando es un lastre, porque la capacidad de carga de la avioneta es limitada y tienen que dejar mucho atrás. Lo primero que anotan en la lista de equipos imprescindibles, son los nueve kilos de Annabelle, lo cual les honra.

A partir de este punto pasamos a una dinámica de huir, buscar un nuevo refugio, tener que abandonarlo por algun motivo, huir otra vez, etc. Por el camino van encontrando otros supervivientes: un matrimonio con su hija pequeña subidos a un tejado y rodeados de zombis, y una chica que llevaba varios días encerrada en su coche. Los siete consiguen llegar hasta el que parece el refugio perfecto, un bunker militar abandonado lleno a rebosar de armas y suministros, y se instalan allí. Cuando ya parece que tengan la vida resuelta, llega hasta el bunker una enorme banda de saqueadores que tratará de apoderarse de él, sin ninguna intención de compartir sus recursos con sus actuales ocupantes. Esto obligará a los protagonistas a llevar a cabo un sorprendentemente breve ataque preventivo para deshacerse de los saqueadores.

Las historias de zombis siempre me han gustado, pero esta me ha resultado aburrida. Los personajes son muy básicos. Están descritos muy por encima y eso hace difícil encariñarte con ellos o que llegue a importarte realmente lo que les pase. La forma en la que está escrito es en ocasiones muy esquemática, en plan: “Fui hasta la puerta. La abrí. Miré al otro lado. Había un pasillo. Entré al pasillo. Al fondo había otra puerta. Probé a abrirla. Estaba cerrada con llave. La forcé con una palanca. Cedió.” Tiene párrafos enteros escritos así, y la verdad es que cansan. 

Hay detallitos y cosas que sí me han gustado. Por ejemplo, me pareció interesante la explicación que dan a que la radiación parezca volver más fuertes y rápidos a los zombis, que es algo a lo que se recurre mucho. Nos cuentan que esto se debe a que una dosis alta de radiación esteriliza la carne de los zombis matando a todas las bacterias que favorecen la descomposición. No es que la radiación los refuerce realmente, sino que hace que se degraden mucho más lentamente que el resto, y esto les hace parecer más fuertes y rápidos por comparación. Me parece incluso algo plausible. Pero no hay tantos buenos detalles de este tipo como para compensar el resto.

El estreno en 2002 de las películas Resident Evil y 28 días después, junto con el lanzamiento de los RE Zero y RE1 Remake, inició otra época dorada de los zombis que ya llevaba tiempo gestándose, y generó una avalancha de material tanto muy bueno como pésimo. De repente todo el mundo era un experto en zombis. Muchos autores aprovecharon esos años para inundar el mercado de libros, comics, juegos y películas sobre zombis, unos por oportunismo y otros por verdadera afición. No se cuál es el caso del autor de este libro, pero lo mejor que puedo decir sobre su obra es que es simplemente uno más de esos productos de la gran plaga zombi de inicios del 2000.

Al final del libro hay una nota del autor diciéndonos que no nos preocupemos por el destino de los personajes, porque va a escribir otro libro continuando la historia. Al leer eso no he sentido ningún interés por saber como continúa la historia, y creo que ese es el peor fallo posible en un libro ya planeado para ser el inicio de una saga, que es precisamente el que más debe impresionar y enganchar al lector.

Para desanquilosarnos después de tanto confinamiento y tanto bunker, nos dedicaremos a recorrer el universo con nuestra siguiente lectura del reto, El dictador del espacio, de María Victoria Rodoreda Sayol. 

Day by Day Armaggedon. 2007. J. L Bourne. Publicado en 2010 por Timun Mas.