ALMACÉN DE MUNDOS COMPRIMIDOS
Saludos, vertebrados.
Hoy vamos a visitar por dentro una pirámide con este juego de Edilev, del que ya vimos otro hace poco. Este viene en un formato diferente, en caja de 28 x 19 cm, bastante más pequeña que el de El tesoro del pirata, en caja de 37 x 26 cm.
La ilustración de la portada es genial, como era habitual en esta empresa. Recuerda a las carátulas de películas antiguas como El sudario de la momia o Sangre sobre la tumba de la momia. El propio nombre es muy llamativo. El juego trata sobre llegar a la sala del tesoro de una pirámide, protegido por una momia, pero no emplea las palabras tesoro, pirámide, momia, maldición… ¡se llama La cámara del horror! De ser de esos blogs que puntúan, solo por el título y la portada ya tendría un cinco sobre diez.
El tablero está algo desaprovechado. La zona de juego ocupa solo la mitad de este, mientras que el resto son ilustraciones (que también nos parecen magníficas, por cierto) y unos cortos recorridos individuales para cada jugador. Estos empiezan entrando a la pirámide por diferentes puntos. Su misión es llegar hasta la cámara real, donde se guarda el tesoro del faraón. Esta cámara es a su vez el punto de inicio de la momia, papel que debe tomar otro de los jugadores, siendo por tanto tres el mínimo de ellos.
Al lanzar el dado para determinar el orden de juego, el papel de momia lo toma el que obtenga el resultado mayor, lo cual nos parece bastante curioso. Obtener el número más alto en esta tirada suele “premiarse” con empezar el primero, lo cual es una ligera ventaja sobre los demás. En cambio, aquí el “premio” es jugar en el papel de momia, que no puede ganar, pues la partida únicamente termina cuando uno de los arqueólogos encuentra el tesoro.
No se indica nada al respecto, pero entendemos que, por lógica, la momia no empieza a moverse hasta que al menos uno de los arqueólogos accede a la pirámide, ya que es la presencia de los profanadores lo que se supone que la despierta.
En su deambular por la pirámide los arqueólogos deben mover el total de puntos obtenidos en el dado sin pisar dos veces la misma baldosa a lo largo del turno. No pueden terminar su movimiento en la baldosa ocupada por otro arqueólogo, ni la ocupada por la momia. Si no pueden desplazarse el total de puntos sin terminar en una baldosa ocupada, entonces pierden el turno. Si el único lugar al que pueden mover a un foso, entonces sí se desplazan a él, pero esto representa que han caído en una trampa y pierden tres turnos.
La momia sí puede terminar su movimiento en la baldosa de un arqueólogo (ese es su trabajo, después de todo), y al hacerlo envía a este de vuelta a su casilla de inicio, en el recorrido de su color. Es una forma de hacerle perder tiempo sin recurrir a lo de esperar tantos turnos con los brazos cruzados. Si cuando llega tu turno lanzas el dado, aunque sea para avanzar por el caminito de vuelta a la pirámide, no tienes tanto la sensación de estar perdiendo el tiempo como si simplemente te saltas dos o tres turnos.
La momia puede también terminar su turno sobre un foso. En realidad, para la momia los fosos no representan trampas, sino puertas secretas. Puede pasar de un foso a otro libremente, incluso en mitad de un movimiento. Puede entrar en un foso, trasladarse inmediatamente a otro y continuar moviéndose a partir de allí. o terminar su movimiento en un foso y pasar a otro en ese momento o al inicio de su siguiente turno. También puede aprovechar el viaje para pasar por un foso en que haya caído un arqueólogo y “rematarlo”. Esto da a la momia una movilidad enorme, y hace que sea realmente difícil conseguir burlarla y llegar hasta la cámara si solo participan dos jugadores en el papel de arqueólogos. Si son tres o cuatro les resultará más fácil marearla, al tener que dividir su atención persiguiendo a tantos intrusos.
Para compensar un poco por el asunto de los fosos, la pirámide tiene un pasillo sin baldosas que rodea toda el área de juego, al que la momia no puede acceder (se alejaría demasiado del tesoro que debe proteger) y que los arqueólogos pueden recorrer libremente. Si uno de ellos llega hasta el pasillo, puede trasladarse a cualquier otro punto de este y continuar moviéndose a partir de allí. En la práctica, esto les permite trasladarse de cualquiera de las baldosas que den al pasillo a otra que también comunique con este, tal como la momia hace con los fosos. Naturalmente, correr hacia el pasillo les aleja del tesoro en lugar de acercarles a él, por lo que esto solo sirve para huir de la momia si te está pisando los talones.
La posibilidad de que la momia gane no se contempla. Cada vez que liquide el arqueólogo de un jugador otro ocupará su lugar, y tan pronto como alguno llegue a la sala del tesoro, la momia (aparentemente) quedará destruida o inactiva por haber fracasado en su sagrada misión.
En el reverso de la caja, al enumerar los componentes, se indica que trae cuatro fichas de colores y una figura de la momia, pero lo que encontramos en el interior son cinco fichas, una de ellas blanca. Es posible que se tuviera la intención de representar a la momia como una figura de cartón con plantador, y luego se desechara una vez las cajas ya estaban impresas. En la contraportada vemos reaprovechadas las ilustraciones del tablero, salvo una imagen de momia que hay en las dos esquinas de abajo, que no aparece en el tablero y dudo que se hiciera solo para adornar la contraportada. Es posible que este dibujo fuera hecho para la figura de la momia, que al final se decidió no incluir.
Las ilustraciones del tablero nos muestran a la momia saliendo de su sarcófago al notar la presencia de los intrusos, así como vagando por el desierto, a pie y a camello, arropada en un viejo sudario, quizá tratando de hacerse pasar por un mendigo o viajero. Puede no tener mucho sentido, pero nos gusta la idea de la momia volviendo a la carga una vez los tesoros han sido sacados de su pirámide. No sabemos si se marcha para tratar de recuperarlos, o si va a la oficina de empleo de monstruos en busca de otra cosa a la que dedicarse, pero la imagen de la momia cruzando el desierto en pos de algo nos parece intrigante.
Puedes ver otro juego de esta colección pulsando aquí.
La cámara del horror. 199X. Autores no acreditados. De tres a cinco jugadores, sin recomendación de edad. Edilev.
Este juego parece más divertido que el de los barcos pirata del otro día. El objetivo de la momia puede ser el atrapar el mayor número posible de arqueólogos... Llevando un registro de juegos anteriores puedes ver cómo lo ha hecho ese jugador y si la momia puede batir el récord. Otra cosa es que me sorprende que el juego será de los 90, yo hubiera dicho que esas de los 80.
ResponderEliminarSí, una cosa que siempre digo sobre los juegos de mesa es que tienen esa ventaja sobre los videojuegos. Cualquiera puede modificarlos y ampliarlos. Lo de llevar un registro de "quien es mejor momia" es una buena idea, sencilla de implementar, y da un verdadero objetivo al que hace de momia.
EliminarSobre la fecha, yo tengo la impresión de haberlos visto antes de los noventa, pero no lo puedo asegurar. Llevan en el reverso el logo de la Comunidad Europea, que se empezó a usar en 1993, por lo que ésta copia del juego en concreto si es de los 90. Es posible que el juego ya se estuviera editando desde antes (porque la estética es realmente ochentera) y los que tengo sean de un tanda que salió posterior al 93.