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miércoles, 10 de agosto de 2022

LOS AMANTES DE TERUEL

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                  ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              RETOS LITERARIOS 2022

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Para el punto “una novela que transcurra en una ciudad de tu país en la que nunca hayas estado” de nuestro Reto Literario 2022, he escogido Los amantes de Teruel.

Esta es una leyenda medieval española que ha sido versionada en muchas ocasiones, y como suele ocurrir en estos casos, no se puede decir que haya una versión original, sino puntos coincidentes entre la mayoría de ellas.

Básicamente, la leyenda nos habla de dos jóvenes, Juan de Marcilla e Isabel de Segura, que una noche se conocen en un baile popular y se enamoran profundamente uno del otro. El problema es que Juan proviene de una familia pobre, e Isabel de una rica. El padre de Isabel no acepta entregar su hija a alguien de una clase social baja, que en lugar de aumentar la fortuna familiar va a disminuirla. 

Ante la insistencia de Juan y su propia hija, el hombre hace una propuesta al pretendiente. Le da a Juan cinco años de plazo (los que le quedan a Isabel para cumplir los veinte) para adquirir una riqueza equivalente a la suya. Si lo consigue, aceptará que Juan se case con su hija. 

Juan se alista entonces y marcha buscar su fortuna como soldado. Durante cinco años se juega la vida continuamente una batalla tras otra, acumulando pagas y botines sin alcanzar la cifra requerida. Casi al final de esos cinco años salva a la vida a otro soldado y este, proveniente de una casa noble, le gratifica espléndidamente. Juan regresa a Teruel con su tesoro para ponerlo a los pies del padre de Isabel, solo para descubrir que este la ha casado con otro hombre justo el día antes de su llegada. 

Juan le pide a Isabel un beso a modo de despedida, e Isabel se lo niega, alegando que eso sería una traición a su esposo. Ante esta nueva decepción, Juan cae muerto al suelo. Al día siguiente, durante el velatorio, Isabel deposita finalmente un beso en los labios del cadáver, cayendo muerta a su vez. El marido de Isabel, al conocer el porqué de todo esto, decide que la joven sea enterrada en el sepulcro de Juan, uno junto a otro, cogidos de la mano, para que al menos puedan estar juntos en la muerte ya que no lo pudieron estar en vida. 

Hasta el siglo XVI se la consideraba una simple leyenda popular, pero en 1555, durante unas obras en la iglesia de San Pedro, se encontró un sepulcro sin nombres en cuyo interior descansaban dos cuerpos. El examen de los huesos reveló que se trataban de un hombre y una mujer jóvenes, y que deberían haber vivido en el siglo XIII. Junto a los cuerpos había un pergamino en que un juez hacía constar las identidades de los cuerpos, y explicaba los motivos por los que habían sido enterrarlos juntos. A grandes rasgos, el contenido del documento corroboraba la leyenda sobre Juan e Isabel, por lo que esta pasó a considerarse una realidad histórica. 

La versión que tenemos es la de Juan Eugenio Hartzenbusch Martínez, que no está escrita como una novela, en realidad, sino como el guion de una obra de teatro. Es todo una sucesión de diálogos, sin descripciones ni narración. En esta versión la historia comienza tras el regreso de Juan a Teruel. A la historia básica se añaden unos cuantos días entre el regreso de Juan y la boda de Isabel, durante los cuales estos se ven imposibilitados para reunirse. 

El buque de Juan, a su regreso a España ha sido abordado por piratas musulmanes que le han robado todo su tesoro y lo han vendido como esclavo. Juan es comprado por el marido de Zulima, una dama mora. Enfurecida con su marido porque este atiende más a sus otras esposas que a ella, Zulima y unos sirvientes leales sacan de su celda a Juan, del que se ha encaprichado, para huir con él y parte de la fortuna de su marido. 

Zulima daba por sentado que al haber liberado al joven y ofrecerle riquezas y a sí misma, Juan caería rendido a sus pies, vivirían felices ocultos en una tierra lejana, y todas esas cosas, pero esto no ocurre como ella lo había previsto. Aunque agradecido por la libertad que le han devuelto, Juan no tiene intención de renunciar a Isabel. 

Despechada, Zulima pone todo su empeño en evitar que los amantes se reúnan. Esparce el rumor de la muerte en batalla de Juan, manda asesinar a un mensajero que este envía con una carta de amor para Isabel, y paga a un grupo de bandidos para que lo rapten y retengan cuando al fin va personalmente en su búsqueda.  Zulima logra retrasar el encuentro entre ambos hasta que el padre de Isabel la casa con otro, con el desenlace ya conocido.

La leyenda en sí me gusta (tiene ese toque trágico a lo Bécquer) pero el formato de guion de teatro, con el lenguaje recargado de la época, la ha hecho difícil de leer. 

Nuestra próxima parada para el reto será África, donde seguiremos las andanzas de Tartarin de Tarascón, de Alphonse Daudet.

Los amantes de Teruel. 1837. Juan Eugenio Hartzenbusch Martínez. Publicado en 1982 por Nueva Generación Editores S.A.

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