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jueves, 29 de diciembre de 2022

AVENTURAS DE ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                  ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              RETOS LITERARIOS 2022

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Para el punto “un libro que se nombre en otro de los libros ya leídos para este reto” de nuestro Reto Literario 2022 he escogido Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll, al que se nombraba en El gato que ríe de Juan Gallardo Muñoz. La historia es bien conocida, así que la resumiré muy brevemente antes de comentarla.  

Alicia es una niña que está pasando la tarde junto a su hermana mayor en la orilla de un rio. Está aburrida, y cuando ve pasar cerca de ellas a un conejo blanco elegantemente vestido, comienza a seguirlo y termina por caer en su madriguera. La madriguera del conejo es un largo túnel vertical por el cual cae lentamente a lo largo de lo que parecen ser varios kilómetros, para terminar posándose blandamente en el fondo. 

Una vez allí descubre que ha caído a otro mundo en donde las leyes naturales del que conoce no se aplican: los animales y algunos objetos hablan y razonan al nivel de humanos. Su cuerpo crece, se encoge y se estira merced a diversos estímulos, como comer, beber o abanicarse. La jalea y mostaza se obtienen respectivamente de pozos y minas. Ni tan solo las palabras parecen significar lo mismo para ella que para los habitantes de aquel lugar. 

Alicia explora ese mundo, avanzando a trompicones por él y conociendo a sus peculiares habitantes. No hay una trama general, sino que van teniendo lugar una serie de encuentros y situaciones que sirven para que el propio lector vaya descubriendo el País de las Maravillas al tiempo que la propia Alicia, sin un conocimiento general previo ni nada parecido. Todo esto desemboca en una situación en la que Alicia asiste a un disparatado juicio, donde, a pesar de no ser la acusada, se la condena a muerte. La sentencia hace que todo llegue a tal nivel de absurdo que el mundo parece colapsar sobre si mismo, incapaz siquiera de sostener su propia lógica interna. En ese momento Alicia despierta recostada en su hermana mayor, y todo parece haber sido un sueño. 

Lo interesante de esta obra no está en la historia en sí, sino en las pequeñas situaciones inconexas y conversaciones absurdas que tienen lugar a lo largo de esta. Una que me ha gustado mucho es en la que Alicia está hablándole a un ratón y se le ocurre nombrar a su gata Dina, lo que hace que el ratón se ofenda terriblemente. Algo similar ocurre cuando habla con la Oruga, con un pájaro, o con casi cualquier otro habitante de ese mundo. Alicia emplea palabras comunes y habla de temas irrelevantes, pero sus interlocutores se ofenden sin parar. Quien le iba a decir a Carrol que más de siglo y medio después todos estaríamos como Alicia, midiendo al milímetro lo que decimos por temor a ofender a alguien aun empleando palabras perfectamente válidas, y hablando de temas que dejaron de ser tabú tres décadas atrás. 

Hay varios elementos que inducen a pensar que todo es un sueño aún antes que esto se nos revele al final. Primero de todo, la larga y lenta caída por la madriguera del conejo. La sensación de caer lentamente se asocia en ocasiones a los sueños lúcidos, y también podría representar el que está hundiéndose en capas de sueño cada vez más profundas. Luego, el que caiga al mar de lágrimas y esté chapoteando en él un buen rato. Teniendo en cuenta que al inicio de la historia está junto a un rio, podría ser que estuviera en todo momento junto al rio, pero dormida, y que el sonido ambiental del agua se incorporara al sueño como ocurre también en ocasiones, sugiriendo a su mente toda la escena del mar de lágrimas. La sensación de tener un cuerpo que responde de forma diferente a lo habitual (como el capítulo en que Alicia se estira hasta perder de vista sus propios pies) es también frecuente en los sueños. 

A lo largo de la historia Alicia come y bebe en varias ocasiones, y esto siempre se presenta como algo importante. Debe hacerlo para cruzar la primera puerta, y para escapar de la casa del Conejo Blanco. Está la frustrada merienda con la Liebre y el Sombrerero, en la que a pesar de estar sentada en una gran mesa llena de tazas de té y tostadas con mantequilla, no logra comer nada. Los trozos de seta que le ofrece la oruga también tienen propiedades mágicas. Alguien canta una canción sobre una sopa, y el juicio que se produce al final está motivado por el robo de una bandeja de tartas. Vemos por tanto que la comida es un tema que aparece continuamente, y cuando Alicia despierta al fin, su hermana le dice que se le está haciendo tarde para merendar. Pudiera ser que el hambre física que Alicia sentía aun estando dormida, motivara la aparición en su sueño de tantas referencias a la comida, y les concediera una importancia capital.

La mayoría de los personajes que vamos encontrando son más interesantes que la propia Alicia, que es el vehículo que empleamos para viajar por ese mundo. La Duquesa y la Reina de Corazones, por ejemplo, yo estaba seguro que en realidad eran una misma persona hasta el momento en que interactúan una con otra. Ambas tienen un comportamiento bipolar y obsesivo muy similar. No sería nada extraño que el momento en el que la Duquesa recibe una carta de invitación de la Reina a un partido de croquet y la Duquesa la acepta, fuera una sola persona con doble personalidad invitándose a sí misma. 

La obsesión de la Reina con mandar decapitar a todo el mundo también es interesante, porque de forma figurada, “perder la cabeza” significa volverse loco, y en el País de las Maravillas todos parecen haber perdido la cabeza de forma figurada desde hace mucho.  En algunos casos, como en el del Sombrerero, esa locura parece estar históricamente justificada. Curiosamente, el único personaje que encontramos que parece realmente cuerdo es el verdugo. Cuando la Reina le ordena decapitar al Gato de Cheshire, el verdugo afirma no poder hacerlo. El gato tiene la capacidad de volverse invisible, completamente o por partes, y en el momento de ser decapitado todo su cuerpo es invisible y solo se puede ver su cabeza. Ante la orden de decapitarle, el verdugo afirma que no puede privar de su cabeza a alguien que ya es de por sí una cabeza flotante, y todo termina ahí.

A destacar también que al inicio de su viaje, cuando Alicia cae al fondo de la madriguera, termina en un largo salón con varias puertas cerradas. Todo lo que le ocurre después es lo que encuentra tras una sola de ellas, la única que logra abrir. Nos quedamos con la duda de lo que pueda haber tras cada una de las otras. ¿Quizá conecten con otros mundos basados en cuentos de Carroll? ¿Puede que alguna de ellas nos lleve a un puerto en el que podamos embarcarnos en busca del Snark? ¿O que otra comunique con el estudio del sr. Tibbets?

Para los que estén especialmente interesados en el País de las Maravillas les dejo un enlace al blog Estudios Carrollianos, que está dedicado completamente a Lewis Carroll y su obra, donde podréis encontrar explicaciones mucho mejores que las que os podría dar yo. 

Aún nos faltarían dos de los treinta y seis libros del reto de este año para completarlo, pero lo vamos a dar por terminado aquí. Entre una cosa y otra nos hemos quedado (como el propio Conejo Blanco que llegaba tarde a todos lados) sin tiempo para más. Tenemos cosas que hacer en los días que nos quedan hasta fin de año y después de todo leer es algo que (siempre que sea posible) debe hacerse por placer, no por obligación. Veremos que tal se presenta el reto del año que viene. 

Alice´s Adventures in Wonderland. 1865. Lewis Carroll [Charles Lutwidge Dodgson] (texto) John Tenniel (ilustraciones) Publicado en 2005 por Ediciones Akal S.A.

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