EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.
¡Doce de febrero! El Día del céntimo perdido. Un día para dedicarlo en lo posible a reunir todos esos céntimos, centavos, pesos, rupias, piastras y pequeñas moneditas en general que rondan por casa, en el fondo de los cajones, los bolsillitos de la cartera, o bajo las alfombrillas del coche. Porque como decía Scrooge en la versión de Cuento de Navidad de 2009 “La calderilla también es dinero”. Y monedita a monedita terminas juntando lo bastante para una barra de pan o un libro de mercadillo, que no es poca cosa a día de hoy.
Hemos estado repasando el material que nos queda por comentar (que es mucho, todavía 😅) y hemos optado por este tebeo de Mortadelo y Filemón. Es la sexta historia larga que creó Ibáñez, en 1971, y diría que una de las mejores. Los esforzados agentes de la TIA deben recuperar una pequeña moneda antigua que les había sido entregada en custodia.
La monedita ha sido robada por el astuto delincuente que da nombre a la historia. Chapeau es un tipo de aspecto de lo más corriente, que se caracteriza por llevar encajado hasta la nariz un sombrero hongo de color rojo. Este sombrero está lleno de trucos mecánicos y gadgets que lo convierten en prácticamente intocable, y en torno a esto gira en realidad toda la historia.
A lo largo de los diferentes capítulos (cada uno con su título en rima, como fue habitual durante una época) Mortadelo y Filemón irán probando varios sistemas para superar las defensas del sombrero, como un perro amaestrado que ataca a todo aquel que lleve la cabeza cubierta con algo, o su propia versión de un “sombrero de combate”.
Además de ellos mismos, un policía (uno de esos con estética de bobby británico que le gusta emplear a Ibáñez) se convertirá en victima colateral recurrente de sus intentos de atrapar al Chapeau, siendo casi un personaje principal más en la historia.
Como de costumbre, nuestros agentes lograrán recuperar la dichosa monedita tras perseguir incansablemente a Chapeau por tierra y aire. Aunque solo para descubrir que en realidad no era tan valiosa como les habían dicho… y tomándoselo bastante mal, después del repertorio de golpes, explosiones, descargas eléctricas y mordiscos de animales que han debido sufrir. ¡Al menos esta vez no terminan huyendo!
Esta edición incluye dieciocho páginas de Pepe Gotera y Otilio, divididas en historias cortas de dos o cuatro páginas cada una.
Puedes repasar otra obra de Ibáñez pulsando aquí.
Chapeau "el esmirriau". 1971. Francisco Ibáñez Talavera (guion y dibujo). Ediciones B / Grupo Z.
Recuerdo que de pequeña no me gustaban Mortadelo y Filemón precisamente por esos títulos, ¡me parecían horribles!
ResponderEliminarPues a mí me encantaban 😁 Lo primero que hacía cuando un tebeo nuevo caía en mis manos, era comprobar si los títulos de los capítulos estaban en verso.
Eliminar¡A pesar de su tamaño, Chapeau el Esmirriau es uno de los más grandes! Si tuviera que hacer una lista de las diez mejores aventuras de Mortadelo y Filemón, estaría sin duda alguna. Es uno de mis villanos favoritos, que sin pronunciar más palabras que su característico "¡riau riau riau!" hacía reír a carcajada limpia.
ResponderEliminarSin duda, un pequeño gran villano.
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