MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

jueves, 23 de marzo de 2023

EL FIN DEL MUNDO & LLAMADA DE SOCORRO

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Espacio, de Ediciones Toray, fue una colección de “relatos gráficos” (comics de toda la vida, pero en formato libro en lugar de formato revista) de principios de los ochenta. Eran básicamente la versión en comics de los bolsilibros de ciencia ficción de la época. Se caracterizaban por su impresión monocroma, siendo el azul el  único color que se empleaba además del blanco y negro. 

Cada libro incluía dos historias, que eran auto conclusivas y no estaban relacionadas entre ellas. Las que vienen en este, el tomo nº 2 de la colección, son El fin del mundo y Llamada de socorro

En El fin del mundo, todo el hemisferio norte de la Tierra sufre una repentina glaciación. El mismo mar se congela y todo va cubriéndose rápidamente de hielo. Se traslada a la población a toda prisa al hemisferio sur, pero este no cuenta con espacio ni recursos para albergar al total de la humanidad. La resolución que se toma es enviar el excedente de población a Venus. 

Es preciso aclarar que nos encontramos en el año 2200, una proyección de 218 años hacia el futuro respecto a cuando se hizo el comic. Venus ya está siendo colonizado y es un planeta con atmósfera respirable y extremadamente fértil. Solo hay una pequeña base de investigación por el momento, pero la idea es trasladar a los habitantes del hemisferio norte de la Tierra a zonas con buen clima y recursos, donde puedan fabricarse cabañas de madera y subsistir a base de cultivos y recolección durante una temporada mientras se busca una solución definitiva. 

El protagonista es Bill Sanders, piloto veterano, a quien se encarga supervisar la evacuación de estos colonos forzados. No parece suponerle un gran problema, ya que por lo que nos cuentan, la humanidad dispone de cien naves espaciales de gran porte capaces de desplazar a cinco mil personas en cada viaje. Estos viajes, además, se realizan a la velocidad de la luz, por lo que el vuelo de la Tierra a Venus es casi instantáneo. A pesar de ello cada nave solo podrá hacer una docena de viajes al día, debido al tiempo que se tarda en embarcar y acomodar todo el pasaje y equipaje, y el que se tarda en desembarcarlos una vez en su destino.

Cuando el plan se pone en marcha, Bill Sanders recibe una llamada anónima indicándole que nadie debe abandonar la Tierra, o él personalmente sufrirá las consecuencias. Bill sigue adelante con los preparativos de la operación, y como represalia su esposa Moira es raptada. También se sabotean algunas naves, pero la Tierra tiene una buena reserva de ellas, por lo que esto supone un contratiempo menor. Como todo el plan parece depender de Bill, los raptores de su esposa lo conminan a entregarse si quiere volver a verla viva, y Bill acepta. Un grave error… 

…para los raptores claro, que obrando así reúnen a Bill con Moira y además se ponen a su alcance. Bill, como todo buen héroe pulp, no tarda mucho en derrotar a los raptores a puño limpio y llevarlos ante la justicia. Así se descubre además al organizador de toda la trama, que es el mismo director de la agencia de exploración espacial. 

Resulta que el individuo había descubierto enormes yacimientos de uranio en Venus. Estaba preparando todo el tinglado para hacerse con ellos de forma privada y volverse asquerosamente rico cuando tuvo lugar la glaciación, que es un fenómeno por completo natural y pasajero, en el que no tuvo nada que ver. Al ir a llenarse Venus de colonos repentinamente, esto le dejaba a él sin los yacimientos, e intentó impedir los viajes de refugiados aunque esto pudiera suponer la muerte o la miseria para millones de personas. Así que después de todo era una simple cuestión económica, y no un rocambolesco plan para dominar el mundo, que solía ser lo normal en estos casos. 

Finalmente la evacuación ni tan solo llega a ser necesaria. Poco después de capturar al cerebro de la operación, la glaciación comienza a remitir y todo vuelve a la normalidad. Tenemos una viñeta a página completa con frase heroica conclusiva, que siempre queda bien, y FIN. 

Llamada de socorro nos pilla mucho más cerca, en el año 1985, una proyección de solo tres años en el futuro respecto a cuando se hizo. Vemos, sin embargo, que la humanidad está mucho más avanzada que en la historia anterior. Las naves espaciales son tan comunes que las hay privadas, y no solo pueden alcanzar la velocidad de la luz, sino que la centuplican si es necesario. Curiosamente, ambas historias son del mismo guionista.  

En un observatorio astronómico se recibe una señal de radio procedente de la constelación Centauro. La emisión, en inglés, pide ayuda a los terrestres, sin especificar ningún problema concreto. Como es la primera comunicación recibida de esta naturaleza, se envía inmediatamente a un inspector de policía (que casualmente también es experto en el manejo de naves espaciales) al planeta de origen de la señal.   

Lo que el inspector Roger Hamilton encuentra es un mundo con grandes masas de agua, pero sin vegetación ni vida animal en la superficie. Todo lo que sobrevuela son mares y continentes compuestos por roca estéril, hasta que recibe una transmisión de radio que le indica donde aterrizar. 

Una vez en la superficie conoce a una mujer llamada Diana Flint, que resulta ser una persona dada por desaparecida en la Tierra unas semanas atrás. Diana es una técnica de alto nivel en la fabricación de robots, y le revela que hay un complot dirigido por un exempleado de la misma compañía robótica en la que ella trabaja para desacreditar a esta. 

De nuevo la motivación del villano es simplemente enriquecerse, no dominar el mundo. Este exempleado introdujo uno de sus robots en su antigua fábrica camuflado como uno de los trabajadores para que fuera saboteándola desde dentro, debilitándola antes de presentar él al mundo su propia línea de robots mejorados. Trató de reclutar a Diana para que colaborara con él, y al ella negarse la hizo raptar por otros robots. Así es como terminó Diana en el segundo planeta de Centauro, donde el villano tiene una pequeña base secreta. Este, sin embargo, sigue en La Tierra y controla a los robots de forma remota.

Conversación trascendental bajo una fuerte tormenta. Más épico imposible.

Se desata una tormenta con componente eléctrico, y un rayo destruye la nave de Roger. Esto le obliga a asaltar la base de los robots para apoderarse de otra nave y regresar a la Tierra junto a Diana. Al darse cuenta de esto, el villano ordena a uno de sus robots a bordo de la nave que la estrelle para matarlos. Roger y Diana consiguen neutralizarlo y aterrizan sin más contratiempos.

Como ya quedan pocas páginas y no han logrado averiguar el paradero del villano, él mismo se presenta para tratar de matarlos personalmente, siendo capturado por Roger tras una breve lucha. Por descontado Roger y Diana terminan juntos, que mucho robot, mucha nave espacial y mucha fantasía futurista, pero las cosas importantes no cambian.

El fin del mundo & Llamada de socorro. 1982. Roy Silverton (guion) J. L. García Bordas (dibujo). Espacio nº 2. Ediciones Toray S. A. 

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