LA BÚSQUEDA DE MALIFESTRO

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, incansables pasapáginas. 

La búsqueda de Malifestro es el segundo título de una de las colecciones de librojuegos más breves (tanto en número de libros como en volumen total de páginas) de las publicadas durante la época dorada de este tipo de artículos. 

En esta ocasión Bill y June regresan a Zork tras tener ambos un sueño en el que el rey Syovar (su tío en esa otra realidad) se encuentra en un grave peligro. Naturalmente, les acompañaremos en el papel de su inspiración, para ayudarles a tomar decisiones.

Bill se coloca el Anillo de Zork, toma la mano de June, y se transportan mágicamente a Zork. Allí reasumen sus identidades de Bivotar y Juranda, que es como son conocidos en este mundo. Aparecen en el propio castillo de Syovar, pero este se halla casi desierto. 

Entre los pocos habitantes que quedan en el castillo están Max y Fred, dos pequeños elfos hiperactivos que nos acompañarán durante la mayor parte de la aventura. No son elfos tolkenianos (altos, rubios, valientes, hábiles, etc.) sino míticos, tal como se los describía en las leyendas populares anteriores a Tolkien. Es decir, algo con un tamaño y aspecto a medio camino entre los enanos y los gnomos.

Max y Fred nos informan que un malvado y poderoso mago llamado Malifestro ha raptado a Syovar. Exige la mitad de las tierras del reino y diez mil esclavos como rescate. El ejército de caballeros al mando de Elron partió a tratar de liberar al rey, pero ya no se ha sabido nada más de ellos. Naturalmente, la misión de liberarlo recae entonces en Bivotar, Juranda, Max y Fred. Dos adolescentes (en el texto en español, porque se los describía como niños pequeños en el texto original en inglés) y dos elfos torpes y asustadizos (que no cobardes) contra el más poderoso y malvado mago de Zork.

Por el camino nos encontraremos con el príncipe de Kaldorn, al que ya se nombraba en el librojuego anterior y con el que quizá volveremos a encontrarnos en el siguiente, en circunstancias muy diferentes. El príncipe se dedica a vender zapatillas de deporte mágicas en una caverna desde que pretendió subir los impuestos en un 110% y provocó la sublevación de su pueblo. Además tendremos a los omnipresentes grues que nos darán motivos para recordar porque de pequeños temíamos a la oscuridad. Nos tendremos que enfrentar a bandidos, ogros, el terrible Monstruo Snurth de las Nieves con sus siete cabezas, un sapo gigante, un cíclope titánico, un abogado… ¡los horrores no parecen tener fin! Pero el librojuego es muy breve y no tardaremos mucho en llegar hasta Malifestro. Por descontado, no tenemos la más remota posibilidad de derrotarlo personalmente, así que tendremos que pensar en algo… 

Muy divertido y muy agradable de leer, para mi gusto, como todos los de esta colección. En su momento no tenía ni idea de que estaban basados en un videojuego conversacional, y no pillé algunas de las bromas. En el videojuego, por ejemplo, cuando introducías comandos como “Abrir la puerta”, “Levantar la trampilla” o “Mover la roca enorme” la respuesta estándar era “Con gran esfuerzo logras abrir la puerta” o “levantar la trampilla”, o “mover la roca enorme”. En los librojuegos nos encontramos esta frase también, así como el famoso bocadillo de pimientos picantes con ajo del primer videojuego de Zork, los anacronismos sin explicación, y todo el ambiente general de cuento de hadas que cuando menos te lo esperas acaba de una forma brusca y a menudo horrible. 

Lo que no encontramos en este librojuego, es uno de los Guardianes de los Juegos que nos acechan en los otros tres para vigilar que no hagamos trampas. Una verdadera lástima, porque son bastante pintorescos. 

¡Otra aventura de Zork pulsando aquí!

The Malifestro Quest. 1983. Eric Meretzky (texto) Ricardo Recio (portada) Hernán Valdovinos (ilustraciones). El reino de Zork nº 2. Publicado por Altea en 1985.