FRAGMENTOS DE UN MUNDO LEJANO
Presentado por… Sebun.
¡Hola! ¡Acabo de volver de la Tierra, y mirad lo que he traído!
Se trata de un par de bonitos fragmentos de vivianita, un mineral fosfático bastante peculiar, al que también se conoce de forma oficial como mullicita o glaucosiderita. Y de forma extraoficial (y estoy bastante seguro que esto os resultará especialmente intrigante) se lo conoce como necronita o necromineral. ¡El mineral de la muerte! ¿Pero a qué viene este tenebroso mote?
Pues veréis, la vivianita o necronita se produce por la interacción entre partículas de hierro, fosfatos, ocasionalmente calcio, y humedad. Y eso significa que el mejor caldo de cultivo químico para que se origine este mineral es tal cual un cadáver que haya quedado sepultado en una zona de tierra húmeda donde esté en contacto con mineral de hierro. Un animal muerto en el lecho de un rio con presencia de mineral de hierro o el cadáver de alguien asesinado en un pantano al que le dejaran un cuchillo clavado hasta el tuétano, por ejemplo, tienen posibilidades de producir en el plazo de entre 30 a 50 años una pieza de vivianita.
No siempre tienen esta presentación. Es mucho más común encontrarlas con forma de una roca porosa con aspecto de granito, verde y blanca que puede confundirse fácilmente con mármol. Si la proporción de los componentes es la correcta y las condiciones de humedad las ideales, tomará esta forma cristalina verde tan misteriosa.
La vivianita es tanto un mineral como un fósil, puesto que precisa de un cadáver para formarse. Pero a diferencia de los fósiles, que sí es posible saber cuál fue su origen, a cualquiera que tenga un fragmento de vivianita en las manos le resulta imposible saber si se produjo a partir de un corazón humano atravesado por una punta de flecha de hierro, si es lo que queda de un hermoso perrito a quien su dueño enterró en el campo con su collar de hierro puesto, o si no es más que los restos de una barbacoa abandonados en el lugar adecuado. Alguien que realmente entienda de minerales os daría una explicación más técnica y precisa. La que os puedo dar yo como mero aficionado es esta.
A mí al menos, que la imaginación se me dispara con cualquier tontería, me resulta imposible pensar en la vivianita sin que se me vengan a la cabeza cosas como una partida de rol en la que los personajes se encuentran con un grupo de esqueletos con fragmentos de cristales verdes adheridos al cráneo y el costillar. O un grupo de zombis con picos de cristal verde brotando de su cuerpo. En los mundos de fantasía o ciencia ficción, los cristales verdes siempre tienen extraños poderes. Recordad, por ejemplo, la esfera verde de Heavy Metal, la piedra voladora de La espada invencible, o la kriptonita de Superman.
Fascinante planeta, la Tierra.
Podéis ver más minerales terrícolas pulsando aquí.
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