EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, luchadores del espacio.
Continuamos La saga de los Aznar con el quinto título de la serie. Policía sideral comienza con seis hombres y ocho mujeres gritando de alegría y dando botes como locos en una pista de aterrizaje. Acaban de volver de una estancia de un año en Eros, un asteroide sin atmósfera en el que han vivido recluidos en las estrecheces de la misma nave con la que llegaron hasta allí, a base de comida deshidratada y aire reciclado. Están celebrando el encontrarse a cielo abierto sin necesidad de vestir un pesado traje presurizado y un escafandra.
El único de estos catorce personajes que es realmente importante para la historia es Berta Anglada, una madrileña morena de fuerte carácter que inmediatamente se pone al día con todo lo que se ha perdido. Lo ocurrido en el libro anterior (la llegada a la Tierra del autoplaneta Rayo y la derrota de Tarjas Kan a manos de Miguel Ángel) tuvo lugar durante el año que ella estuvo en Eros.
Por medio de un dialogo entre Berta y un conocido, nos enteramos que Venus ha sido completamente limpiado de thorbods y declarado nación soberana de los saissai, aliados de los humanos. También que todas las naciones del mundo han cerrado filas como nunca antes una vez eliminada la amenaza comunista, y avanza hacia una verdadera unidad. Una de las consecuencias de ello es la creación de un ejército autónomo formado por tropas internacionales dedicado no solo a proteger la Tierra de enemigos alienígenas, sino con libertad de acción para aplastar a cualquier país de la propia Tierra que declare la guerra a otro. La paz entre naciones de la Tierra debe lograrse a toda costa para que la humanidad avance, y si no puede llegarse a ella por medio del diálogo, se impondrá a la fuerza. Como almirante supremo de este ejército se nombra a Miguel Ángel, ya que después de todo el Rayo y sus naves de combate blindadas con la casi indestructible dedona son el núcleo de la Policía Sideral.
Otro suceso del que se nos informa en esta conversación, es de la muerte accidental de Barbara Watt, ocurrida en algún momento entre el fin del libro anterior y el inicio de este. Al parecer, simplemente un ascensor en el que estaba se desprendió y la mató, sin más. Aunque la relevancia de Barbara en la historia se había ido reduciendo desde el primer libro, era un personaje que se hacía querer. Su muerte fuera de trama, reducida a una simple frase que alguien comenta casualmente, es lo que menos me ha gustado de este libro. Imagino que el autor casó a Miguel Ángel y Barbara al final del primer libro porque era la costumbre del bolsilibro y quizá no tenía todavía la intención de convertir la historia en una saga. Y que dado el rumbo marcadamente patriótico que estaba tomando la saga, quizá pensó en dar a Miguel Ángel una esposa española en lugar de una americana para que su descendencia fuera 100% hispana, y por eso se libró de Barbara de este modo. No se. En cualquier caso, que te eliminen a un personaje al que le has cogido cariño, ya fuera o no importante, siempre sienta mal.
Durante su estancia en Eros, el grupo de Berta descubrió entre otras cosas un mineral con propiedades extraordinarias que resulta ser dedona. Aunque acaban de regresar de allí y la convivencia había degenerado hasta el punto de casi empezar a acuchillarse unos a otros, el gobierno quiere volver a enviar a Berta y los demás a Eros junto con un gran contingente de tropas para proceder a la extracción de la dedona. Como el autoplaneta Rayo está preparándose para viajar hasta Marte, el personal destinado a Eros los acompañará esa parte del trayecto.
El motivo por el que el Rayo parte hacia Marte es para darle un ultimátum a los thorbods que lo han colonizado. La humanidad está dispuesta a ofrecer a los thorbods la misma amistad que ha brindado a los saissai. Así como todos los pueblos de la Tierra se están uniendo, quieren que todas las razas del universo se unan también en una gran alianza de apoyo mutuo. Puesto que se sabe que la intención de los thorbods era invadir la Tierra, la alternativa a aceptar esta alianza es un bloqueo; la destrucción de cada nave o asentamiento thorbod encontrado más allá de la órbita de las lunas de Marte .
El Rayo podría haber cubierto la distancia de la Tierra a Marte en pocas horas, pero Miguel Ángel alarga el viaje a casi un mes para tener tiempo de adiestrar adecuadamente a las tropas terrestres que lleva con él. Esto también permite a Berta conocer personalmente a Miguel Ángel, y defraudarse con su actitud. El Rayo dispone, entre otras, de un arma capaz de eliminar toda el agua y atmósfera del planeta sobre la que se dispare, pero Miguel Ángel le deja claro a Berta que no tiene intención de usarla más que como último recurso. Quiere dar a los thorbods toda oportunidad posible de salvarse, ya sea parlamentando, negociando, o incluso luchando por la victoria, antes de emplear un arma tan monstruosa como esa. Esto decepciona mucho a Berta, que se había formado de él la imagen de un guerrero implacable.
A su llegada a Marte, Hotep, el Gran Jed (líder) de la colonia thorbod acepta reunirse con una delegación terrestre en la luna Deimos. Miguel Ángel acude llevando con él a un pequeño grupo de hombres, pero Hotep se muestra del todo intransigente. Afirma conocer el arma aniquiladora del Rayo y disponer de una equivalente con la que podría acabar con toda la vida de la Tierra y Venus. Dándose cuenta que los thorbod están mucho más dispuestos que él a enzarzarse en una guerra de aniquilación, Miguel Ángel da un plazo de treinta días a Hotep para reflexionar. En realidad, quiere ese tiempo para poner rumbo a Eros, fortificarlo y comenzar a minar dedona inmediatamente.
Hotep, presintiendo algún tipo de jugada similar, envía naves a espiar las actividades del Rayo y la flota que le acompaña, y descubren la explotación minera que están alistando en Eros. Los thorbod atacan a las naves de transporte que tratan de llevar la dedona hasta la Tierra, y Eros se convierte en blanco de varias bombas atómicas. Aquí se nos revela otra de las capacidades del Rayo, el emitir a su alrededor una “atmósfera emanante”, una coraza de energía que detiene en seco cualquier cosa sólida que choque con ella. Esto hace al Rayo inmune a los misiles y bombas atómicas del mismo modo que el estar fabricado en dedona lo hace inmune a las armas de energía.
Por cierto, ya que sale el tema; El concepto de las naves espaciales protegidas por barreras de energía (escudos, campos, deflectores, o como se quiera llamarlo) apareció por primera vez en La alondra del espacio, una novela de 1928 escrita por Edward E. Smith y Lee Hawkins Garby, pero no se popularizó hasta 1966, cuando la gente lo vio de forma masiva en la serie original de Star Trek.
El Rayo y la flota terrestre se ve atacada por un enjambre de miles de platillos volantes y misiles kamikaze tripulados, y se pierden varios centenares de naves de combate y auxiliares. El armamento y tecnología de ambos bandos es similar, pero las naves thorbod resultan ser mucho más resistentes a los rayos que las humanas, lo que inclina la balanza a su favor. La noticia de este ataque desata una oleada de pánico en la Tierra. La población, que estaba molesta con sus gobiernos por el enorme gasto público que suponía la formación de la Policía Sideral se apresura ahora a exigir una guerra abierta contra los thorbod. Los civiles desean la seguridad y la prosperidad caiga quien caiga… siempre que los que caigan no sean ellos, naturalmente. Naves y soldados que habían permanecido en reserva desde hacía mucho tiempo son inmediatamente alistados y enviados al combate.
Examinando un fragmento de misil enemigo, el profesor Stefansson descubre que es metal convencional cubierto de una delgada capa de dedona aplicada en forma líquida, como una "pintura blindada". Esta protección no es permanente y desaparece después de varios impactos, pero da una enorme ventaja a las naves y misiles thorbod, que deben ser impactados muchas veces solo para hacer saltar este barniz de blindaje antes que los disparos realmente afecten a su estructura.
Miguel Ángel decide copiar este truco y emplear la dedona de Eros no para fabricar naves de guerra desde cero, sino para cubrir las ya fabricadas en la Tierra con una capa de dedona liquida, que les servirá de protección durante unos cuantos enfrentamientos. Es un desperdicio del mineral a largo plazo, a cambio de obtener un importante refuerzo temporal a corto plazo. Esto no puede llevarse a cabo en Eros ni a bordo del Rayo, por lo que este es enviado a la Tierra con un cargamento de dedona, mientras parte de las naves de guerra que lo acompañaban se quedan al mando de Miguel Ángel para mantener a raya a los thorbod. El resto del libro es una larga descripción de las escaramuzas, ataques relámpago y estrategias que la flota humana emplea para impedir que los thorbod se dirijan hacia la Tierra mientras se pone a punto el nuevo barniz blindado de las naves.
Eguídanos comenzó su carrera en el mundo de los bolsilibros escribiendo principalmente pulp bélico en la serie Comandos. El tono fuertemente militarista está presente en toda su obra de ciencia ficción, pero lo cierto es que no queda nada mal. El suyo es un universo como el de Warhammer 40.000, donde todo conflicto termina resolviéndose por las armas y a costa de cientos, miles o millones de muertes.
Finalmente, tras varios meses de combate y todo tipo de situaciones, desde tiroteos con infantería thorbod que descienden sobre Eros hasta bombardeos atómicos masivos y batallas espaciales interminables, el Rayo aparece envuelto en una nube de veinte mil nuevas naves de combate barnizadas con dedona, en lo que parece ser el anuncio de la inminente derrota de la colonia thorbod en Marte.
Berta, que permaneció en Eros junto con Miguel Ángel durante esta última parte de la historia, ha ido enamorándose de él. Cuando ve llegar al Rayo y la nueva flota, y la promesa de salvación que esta representa, se atreve a pedirle un beso a Miguel Ángel, y este se lo da… pero la cosa no pasa de ahí. Hace menos de un año que Miguel Ángel perdió a Barbara y además está centrado en el combate contra los thorbod, por lo que le deja claro a Berta que como mucho pensará en ella como su primera opción si más adelante puede dedicarle tiempo y atención a una mujer. Claro que sí, soldado, el deber antes que el placer.
Berta no me ha parecido un personaje especialmente interesante, menos aún comparado con Barbara. No está muy centrada tampoco. Al principio desprecia a Miguel Ángel porque lo considera blando cuando este se niega a emplear el destructor de atmósferas contra Marte y matar de golpe a todos los thorbod, sin darles opción a rendirse. Pero más adelante se horroriza cuando este emplea a los robots del Rayo como tropas, debido a que matan a los enemigos sin cuestionar nunca las ordenes recibidas, sin remordimientos y sin ninguna piedad. Desprecia al hombre por no ser despiadado y a la vez desprecia a los robots sin mente por serlo. Por cierto, que ésta actitud menos radical por parte de Miguel Ángel choca con lo que se nos mostró de él anteriormente. ¿Puede que ese cambio se deba a que la pérdida de Barbara le ha hecho replantearse el verdadero valor de la vida?
En cualquier caso, Berta parece destinada a convertirse en la nueva pareja de Miguel Ángel en los siguientes números, así que tendremos que acostumbrarnos a sus excentricidades. Después de todo el titulo de la colección es La saga de los Aznar, así que en algún momento Miguel Ángel tendrá que empezar a tener descendientes que continúen matando thorbods hasta el fin de los tiempos.
¡Próximamente en sus kioscos, La abominable bestia gris!
Policía Sideral. 1974 (reescritura del texto original de 1954). George H. White [Pascual Eguídanos]. La saga de los Aznar nº 5. Editorial Valenciana S. A.
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