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martes, 23 de abril de 2024

EL TRIBUTO DEL DRAGÓN

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, astutos librojugadores.

Estamos a veintitrés de abril, gente. Hoy nos coinciden dos fechas importantes; el Día del libro y San Jorge y el Dragón. Afortunadamente tenemos algo perfecto para conmemorar ambas a la vez: un libro en el que nos cuentan una historia sobre un dragón.

Se trata de El tributo del dragón, el librojuego nº 14 de la serie negra de Dungeons & Dragons. En él interpretaremos a Loendal, un aprendiz de mago al que su rey envía en busca de un tesoro con el que pagar su tributo mensual a un dragón que protege la región.

La situación de partida es interesante. El reino de Oon está rodeado de altas montañas, y solo tiene comunicación con otros reinos a través de un túnel que atraviesa estas. Hace mucho tiempo un dragón se instaló en ese túnel, y desde entonces ha estado aniquilando a cuanto ejército invasor ha tratado de acceder al reino para saquearlo. A cambio de su protección exige un pago mensual en oro y joyas al reino, y a pesar que hace mucho tiempo que no se produce ningún intento de invasión, éste se le sigue pagando porque llevarle la contraria a un dragón es básicamente una mala idea. Afortunadamente el dragón es relativamente razonable y el pago que pide no es excesivo. El reino es próspero, pero para reunir la cantidad que se le exige debe estar enviando continuamente a sus aventureros a saquear guaridas de bandidos y monstruos menores. 

Esta vez nos ha tocado a nosotros. El rey nos ordena apoderarnos del botín que pueda haber en una guarida de hobgoblins (grantrasgos) que ha sido localizada. El problema es que nos hemos especializado en magia defensiva, y esta quizá no baste para lidiar con los hobgoblins. El rey nos ofrece la posibilidad de encargarnos nosotros solos del asunto, o formar parte de un grupo de aventureros con habilidades más variadas, pero que no parecen muy de fiar. 

Estos son Drawg, un guerrero fuerte y corpulento, con un buen dominio del combate cuerpo a cuerpo, pero muy impulsivo y con escasas capacidades cerebrales. Kyrel, otro aprendiz de hechicero especializado en magia ofensiva, pero de naturaleza cobarde. Y también está Pantel, un ladrón hábil y astuto pero totalmente amoral, que quizá una vez tenga el tesoro en las manos cambie de opinión sobre que hacer con él. Esta es nuestra primera decisión: llevar a cabo la misión solos, dependiendo únicamente de nuestros escasos poderes y habilidades, o contar con el considerable refuerzo de unos compañeros cuya forma de actuar puede traernos más problemas de los que nos libren.   

Aunque en realidad… no hay tal decisión. Si afrontamos la aventura en solitario fracasaremos hagamos lo que hagamos a continuación, así que nos tocará lidiar con las particularidades de cada uno de nuestros compañeros. Y aunque el rey nos ha puesto al mando del grupo, uno de los problemas que tendremos que afrontar es precisamente ese: que somos un grupo, y no un equipo. Cada uno va más o menos a lo suyo y seguirán nuestras instrucciones con desgana. La mayor parte de las decisiones que tendremos que tomar se refiere precisamente a ellos. Hay muchas situaciones en las que tendremos que destacar a uno de ellos para llevar a cabo una tarea u ocuparse de un problema, y elegir al mas adecuado, tanto por sus habilidades como por su carácter, es lo que determinará si el resultado es un éxito o un desastre. 

A lo largo del camino hacia la guarida de los hobgoblins se nos presentará la oportunidad de hacernos con otros tesoros igualmente valiosos y más cercanos, pero ubicados en lugares de los que no sabemos nada. Elegir entre tratar de apoderarnos de ellos y hacer un corto viaje de regreso al reino o ajustarnos al plan y seguir hasta nuestro más lejano objetivo serán otras de las decisiones que deberemos tomar. 

Si logramos llegar hasta la guarida de los hobgoblins, descubriremos que el tesoro que guardan estos está muy por encima de las expectativas del rey. Es algo masivo, una caverna entera llena de rocas de oro amontonadas. No es el botín producto del ataque a viajeros o el saqueo de aldeas, sino la explotación de una rica mina de oro. Los mineros son pechs, una raza de humanoides de pequeño tamaño similares a enanos que los hobgoblins han esclavizado, y a los que tratan con tal brutalidad que están próximos a la extinción. Y aquí tendremos que tomar una nueva decisión ¿Trataremos de llevarnos tanto oro como podamos para pagar el tributo del dragón? ¿Es más importante rescatar a los pech de los hobgoblins, aunque ello implique no llevarnos el oro? ¿Será factible hacer ambas cosas, y obtener el tesoro al tiempo que salvamos a los pech? Decisiones, decisiones…

La historia tiene diecinueve finales. Hay ocho realmente malos en los que nos matan, solo a nosotros o bien a todo el grupo. Hay otros ocho intermedios en los que sobrevivimos, pero volvemos ante nuestro rey con las manos vacías por vernos obligados a retirarnos, o perder el tesoro durante el viaje de regreso. Cuento entre estos los finales en los que rescatamos a los pech pero no conseguimos el tesoro, puesto que aunque moralmente es una victoria, obtener el tesoro era nuestra misión principal y el no tener nada valioso que ofrecer al dragón probablemente traerá problemas al reino. Finalmente hay tres finales buenos en los que logramos llevar un valioso presente al dragón y hasta salvar a los pech en uno de ellos. 

Me ha gustado mucho, por la dinámica de grupo y la historia en general. Es cierto que el dragón en sí no interviene directamente en la historia sino que es un elemento de trasfondo para justificar la búsqueda del tesoro, pero es un uso creativo de un monstruo que generalmente solo se usa como elemento destructor o enemigo a batir.  

Puedes ver otro título de esta colección pulsando aquí.

The Dragon´s Ransom. 1984. Laura French (texto) John Rosenfeldt (portada) Doug Chaffee (ilustraciones). D&D Aventura sin fin nº 14. Publicado en 1986 por Timun Mas.

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