MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

miércoles, 22 de mayo de 2024

ATARI FORCE (nº 6-8)

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Vamos con otros poquitos comics de ATARI Force. Uno de ellos, ya lo veréis, es totalmente de relleno, una de esas historias centradas por completo en un personaje secundario y que no tiene relevancia en la trama principal. Esto es algo a lo que se recurre a veces, más para crear una separación entre dos subtramas que por dar una verdadera relevancia a ese personaje. En una serie de solo trece números hacer esto no tendría ningún sentido, y ese es otro de los detalles que nos indican que la intención era extenderla mucho más.

Encuentro con la vida y la muerte (nº 6). Christopher emplea su poder de cambio de dimensiones para pasar a la nave del Destructor Negro. Aunque no puede teleportarse de un lugar a otro, sino únicamente pasar al mismo punto de otra realidad, lo que hace es pasar a una realidad en la que todo el espacio entre ambas naves es terreno a nivel del suelo en un planeta apto para la vida humana, recorrer la distancia necesaria a pie, y volver a su propio universo en un punto de ese planeta que se corresponde con el que ocupa la nave rival en su propio universo. Al parecer simplemente sabe a grandes rasgos qué se va a encontrar cuando haga el cambio de plano.

Cuando reaparece en la nave del Destructor Negro, lo hace en los sollados de la tripulación. Os pongo la imagen porque la encuentro muy interesante. 

Podemos ver seres de un montón de razas diferentes. Hay unos en primer plano comiendo de una olla, y otros enfrascados en un juego de mesa. Al fondo una pareja se besa, y podemos ver incluso a alguien lavándose la cara en un fregadero… en el que descansa un pulpo. Es una de esas imagenes en las que uno puede recrearse buscando detalles. Los comentarios de los tripulantes se nos muestran en distintos conjuntos de símbolos para representar que hablan diferentes idiomas, pero uno de esos conjuntos de símbolos parece decir “Spa fon!”. Esto es una referencia / homenaje los comics de Clásicos de la Ciencia Ficción de la EC, en la que diversos alienígenas de historias no relacionadas entre ellas empleaban la expresión Spa fon tanto como saludo, como despedida, o exclamación de sorpresa.        

Los tripulantes se le echan encima, y Christopher vuelve a saltar a un “universo de tránsito” tan pronto como puede para regresar a su propia nave. Allí informa de lo ocurrido, y se decide que vuelva al mismo lugar llevando una capsula de gas somnífero para soltarlo en la cámara común de la tripulación y dejarlos así fuera de circulación por un buen rato. Christopher comenta entonces que solo es capaz de transportar unos diez kilos de carga con él cuando se traslada entre dimensiones, lo cual es un detalle importante, ya que implica que no puede llevar a sus compañeros con él. Simultáneamente a esto, Dart y Pakrat abordarán la nave enemiga por medios más convencionales (pegándose a ella con un pequeño trasbordador teóricamente indetectable) para infiltrarse y localizar la sonda que quiere recuperar Martin.

El caso es que todo sale mal. Cuando Christopher vuelve al que debería ser el mismo punto de la nave en el que estuvo antes, reaparece en un lugar totalmente diferente, en el que el Destructor Negro en persona está ya esperándole. Christopher comete el error de enfrentarse a él en lugar de huir inmediatamente. Antes de poder darse cuenta, ya ha recibido tal paliza que está demasiado débil para usar su poder, y el Destructor Negro lo deja en manos de sus torturadores. Entretanto, Dart y Pakrat han abordado la nave, encontrándose a toda la tripulación despierta y preparada para recibirlos.

Morphea ataca (nº 7). A bordo del Scanner One, Morphea, debido a su capacidad empática extrema, está recibiendo parte del dolor de Christopher siendo torturado. También percibe la desesperación de Dart y Pakrat, que en ese momento están corriendo al azar por la nave enemiga enfrentándose a docenas de adversarios. Martin decide entonces tratar de matar al Destructor Negro. Se adhiere un explosivo al estómago y se entrega a él fingiendo ofrecer su vida a cambio de la de los otros. Su intención es detonarse cuando lo tenga enfrente, pero el explosivo es encontrado y se nos da a entender que hay algún tipo de conexión entre Martin y el Destructor Negro que permite a este último prever todo lo que su rival tratará de hacer.

Morphea abandona también la Scanner One en un trasbordador, se infiltra en la nave enemiga (algo que parece relativamente sencillo de hacer, por lo que se ve) y se dedica a buscar a Christopher. Empleando unos poderes telequinéticos y de proyección de energía que hasta ese momento no sabíamos que tenía (aunque si le habíamos visto provocar dolor mentalmente a otros) acaba con los torturadores de Christopher y libera a este. Dart y Pakrat por su parte han conseguido llegar hasta la sala de máquinas de la nave, han matado a los operarios, y se han atrincherado allí. 

Amenazan al Destructor Negro con disparar contra los motores (lo que haría estallar toda la nave) si no les dejan marchar. Este accede (de hecho, accede demasiado pronto 🤔) y Martin y los demás regresan al Scanner One. El navío de guerra, que podría ahora acabar con ellos fácilmente con sus armas, simplemente se larga a toda velocidad.

Una vez a bordo, los personajes descubren que Babe y Hukka (la mascota de Christopher parecida a un mono) no se encuentran a bordo. Al quedarse solos, se metieron en uno de los trasbordadores con la idea de ir con los otros, sin tener la más mínima noción de cómo manejarlo. Tras tocar algunos botones al azar salieron disparados al espacio sin un destino determinado.

La aventura de Babe (nº 8). Este el capítulo de relleno del que os hablé al principio. En él la nave en la que van Babe y Hukka se estrella en el lago de un planeta cercano. A pesar que antes se nos dijo que en ese universo en el que estaban la vida no había llegado a desarrollarse, en el planeta hay tanto vegetación como vida animal en diversos grados de desarrollo. De hecho, hay dos facciones peleando furiosamente en una guerra de exterminio, que uno de los bandos prácticamente ya ha ganado. Del bando perdedor queda un único miembro, que se dedica a deambular con el cadáver de uno de sus compañeros al hombro.

Babe y Hukka se encuentran con este individuo, y aunque no hablan los mismos idiomas logran entenderse, más o menos. El superviviente, tras el desconcierto inicial, se da cuenta que Babe es un niño y empieza a tratarlo como tal. Pero también se da cuenta que es un niño de cuatro veces su propio tamaño, una fuerza monstruosa, y con una piel tan dura que es inmune a las armas láser que tanto él como sus enemigos emplean. Con esto en mente, y viendo que al parecer le cae bien a Babe, empieza a guiarlo hacia sus enemigos.

Cuando llegan al campamento enemigo, Babe los mata a todos y destruye sus máquinas y edificios merced a su enorme fuerza e invulnerabilidad, sin ser consciente a penas de lo que está haciendo, siguiendo las instrucciones de su nuevo amigo. Al parecer ese campamento era el total de tropas que quedaban de ese otro bando, por lo que el nuevo amigo de Babe queda como vencedor y también como único superviviente de esa guerra de la que no llegamos a saber nada más. Cuando el Scanner One, que han estado rastreando la señal de la nave que estrelló Babe, aterriza junto a este y Hukka, el alienígena (del que tampoco llegamos a saber cómo se llama) decide ir con ellos. 

Ésta nueva incorporación al grupo, a estas alturas de la colección, es otro de los indicativos de que se canceló antes de tiempo. Todo este número lo es, en realidad. Salvo por que Dart tiene una de sus visiones de futuro en las que se ve a sí misma besándose con Blackjack (que recordemos, se supone que ha muerto), nada importante ocurre ni la trama se ve afectada.

Y solo nos quedan cinco comics para terminar la colección. Nos los pimplamos en un par de entregas más. Podéis ver la primera de ellas pulsando aquí. 

ATARI Force. 1984. Gerry Conway, Roy Thomas (guion) José Luís García López (ilustrador principal). Publicado por DC / Ediciones Zinco.

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