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sábado, 11 de mayo de 2024

SENDERO DE FUENTES MÁGICAS

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

La mitología española es muy rica pero no muy conocida ni tan solo por los propios españoles, lo cual es una verdadera lástima. Los bosques, montañas e islas de España bullen repletos de hadas, duendes, gnomos, brujas, ogros y espíritus de la naturaleza. Los ríos fluyen arrastrando con ellos las risas y suspiros de las ondinas, y cada árbol o piedra puede ser un ente mítico transformado y aletargado. En España la tierra que se pisa, el fuego que alumbra, el rayo que desgarra el cielo y la lluvia que bendice el suelo tienen nombres propios y una historia que contar, pero actualmente casi nadie es capaz de escucharlas. Admito mi propia ignorancia respecto a la mayor parte de la mitología española, cosa que estoy remediando poco a poco en la medida de lo posible.

El comic que veremos hoy está basado en la mitología de Euskal Herria, una región del norte de España. Es un número único que parece hecho expresamente para dar a conocer esta mitología a los más pequeños, y darles temas de reflexión. A medida que los personajes (todos ellos seres míticos) viajan por el bosque y el monte se van encontrando basuras dejadas por los humanos, y mantienen conversaciones sobre el efecto tanto positivo como negativo de estos en el medio ambiente.

La historia comienza con Amilamia mirando su reflejo en un rio. Ella es un espíritu de la naturaleza femenino emparentado con las lamias. Amilamia peina sus brillantes cabellos con un peine de oro, lo cual parece ser su principal ocupación. Una serie de sonidos, golpeteos rítmicos sobre un tronco, llaman su atención y la llevan a presencia de un par de mamarros (traviesos pero también serviciales gnomos de los bosques). Estos la cabrean para que los persiga, guiándola así ante El Gran Azti, que gestiona los quehaceres de las otras entidades del bosque a la vez que los protege.

El Gran Azti está reunido con Akerbetz (un genio que puede tomar forma de hombre de pelo moreno o de chivo negro, y tiene poderes curativos). Cuando aparece Amilamia, el Gran Azti les cuenta a ambos que varios trolls del bosque han bebido de un rio contaminado por los humanos, y eso los está matando. Para curarlos debe llevar a cabo un ritual para el cual necesita un poco de agua de una de las iturri, las fuentes mágicas que brotan en algunos montes. Amilamia, Akerbetz, los mamarros Hoz y Boz, y alguien más a quien deben reclutar por el camino, han sido elegidos para la tarea de encontrar una de las iturri y obtener agua de ella.

El quinto miembro del grupo es Basajaun, una especie de ogro grande y corpulento que con su bramido avisa a los pastores de la proximidad de las tormentas. Una vez todos se reúnen comienzan a buscar las iturri. Sin embargo, su viaje está siendo vigilado por Sorgin, una bruja maligna y calva que ansía a toda costa poseer el peine de oro de Amilamia, puesto que este tiene poderes mágicos y puede hacer brotar de su cráneo pelado una frondosa cabellera. Para Amilamia, el peine de oro es casi como su identidad, y por supuesto no está dispuesta a entregarlo a ningún precio.

La primera parada del grupo es en la caverna de Mari, la diosa de la naturaleza. Mari atiende a las demandas de ayuda de viajeros y peregrinos, siempre que estos le entreguen a cambio algún hermoso presente como prueba de amistad. Mari sugiere que el presente podría ser el peine de oro de Amilamia, pero lo que estos le entregan es un cinturón con hebilla de oro. Mari acepta el presente e indica al grupo como llegar hasta la fuente mágica más cercana. También regala a Amilamia un colgante de aspecto sospechosamente siniestro. En realidad están hablando con la bruja Sorgin, que ha tomado el aspecto de Mari para engañarles.

Tras una larga y penosa caminata por parajes nevados, el grupo se detiene a descansar en una casona abandonada. Durante la noche Akerbetz se despierta y advierte que Amilamia ha desaparecido. Avisa al resto del grupo y todos salen de la casona para buscarla. No tardan mucho en dar con ella, solo que ya no es ella. Una fuerza maléfica parece haberla poseído, y sus brillantes cabellos ahora despiden relámpagos en todas direcciones. Sin embargo, esto no dura mucho. Amilamia se derrumba, y permanece inconsciente hasta el amanecer.

Al día siguiente todos prosiguen su camino, hambrientos y desanimados. Encuentran la iturri hacia donde les dirigió la falsa Mari, pero está seca. Esto les pone aun de peor humor y empiezan a pelearse entre ellos, que es lo que la bruja Sorgin pretendía. Akerbetz insiste en detenerse para cuidar de un ciervo herido, y el resto del grupo simplemente lo deja atrás en lugar de esperarlo. Van pasando por situaciones similares mientras buscan las otras fuentes, y el grupo pierde poco a poco las esperanzas. 

Finalmente se topan con un incendio que está devastando el bosque, y antes de poder reaccionar se encuentran rodeados por las llamas, y en medio de una estampida de animales que corren enloquecidos en todas direcciones. ¡El incendio es tan terrible que la misma página del comic tiene un borde quemado!  

Los personajes, que han estado quejándose todo el tiempo de la interferencia de los humanos en la naturaleza, se salvan porque un avión forestal está lanzando agua sobre el incendio, y varios cortafuegos detienen las llamas en puntos clave. El espíritu del Gran Azti se aparece entonces para cambiar la dirección del viento de forma que el fuego se mueva hacia la zona ya quemada. De este modo, el incendio es detenido por las fuerzas combinadas de humanos y seres mágicos, sin que los primeros lleguen a enterarse de nada.

La bruja Sorgin se deja ver entonces para arrebatar el peine de oro a Amilamia. El espíritu del gran Azti se enfrenta a ella, pero es derrotado al igual que los demás. Durante esta batalla un hechizo perdido alcanza una roca, rompiéndola y haciendo brotar agua de ella. Uno de los mamarros se da cuenta que es la iturri que estaban buscando por esa zona. Sorgin logra inmovilizarlos a todos y roba a Amilamia su peine de oro. Le basta deslizarlo una sola vez sobre su calvorota para que una densa cabellera negra brote de su cráneo.

Entonces aparece Akerbetz. Durante su ausencia ha llevado a cabo su propia búsqueda, ha afrontado sus propios retos, y ha llegado a una conclusión. Arranca el siniestro amuleto que Amilamia aún lleva al cuello y lo arroja al agua de la fuente. El agua mágica destruye la maldad contenida en el amuleto, que es lo que volvió malvada a Amilamia esa noche que pasaron en la casona, y lo que les hacía pelear sin parar. Y como el amuleto está conectado con Sorgin, la bruja es dañada tal como si ella misma estuviera recibiendo el agua mágica sobre su cuerpo, y se transforma en un viejo árbol seco y retorcido.  

Amilamia recupera su peine de oro. La verdadera Mari aparece para bendecir el amuleto, con lo que Amilamia gana un nuevo objeto mágico, y el grupo logra llevar un poco del agua de la iturri hasta la cueva del Gran Azti, gracias a lo cual todos los seres del bosque envenenados por la contaminación son sanados.

La historia me ha gustado mucho. Es básicamente un típico cuento de hadas, y toda esa interacción entre espíritus y seres mágicos o míticos con humanos siempre me ha atraído. Es cierto que en esta ocasión los humanos, para bien y para mal, son más parte del paisaje que verdaderos personajes, pero está bien así. No puedo decir lo mismo del dibujo. Cada autor tiene su estilo, y este en particular no me gusta. Tiene sus momentos, incluso hay algunas viñetas particularmente bonitas, pero en general los dibujos me parecen poco atractivos para niños pequeños, que se supone que es el público al que va dirigido este comic. Los niños pequeños suelen preferir dibujos sencillos pero a la vez bien definidos y de colores vivos. Aquí algunos son borrosos y poco definidos, otros muy oscuros, y los personajes humanoides se ven un tanto desproporcionados. Para que la historia de un comic te atraiga tienes que leerlo, pero decidirte a leerlo es algo que muchas veces lo determina el que los dibujos te gusten o no al primer vistazo que les das, y la mayoría de los de este comic no son atractivos a ese primer y vital golpe de vista.

Sendero de fuentes mágicas. 1991. Toni Guiral (guion) Pedro Espinosa, Jordi Sempere (ilustradores). Ikusanger Ediciones S.A.

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