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viernes, 12 de julio de 2024

BUFFY CAZAVAMPIROS temporada 1 (2)

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                      ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

Presentado por... Pecky.
 

¡Saludos, amigos cinéfagos!

La primera temporada de Buffy fue bastante corta comparada con las siguientes. Se compuso de solo doce capítulos de los cuales hoy vamos a repasar del quinto al octavo de ellos. El resto de temporadas contó con veintidós.

No mates al chico en la primera cita (guion de Rob Des Hotel & Dean Batali, dirigido por David Semel): el Maestro ha hecho llamar a un grupo de vampiros veteranos conocidos como La Orden de Aurelius, para que echen una mano. Se aproxima la fecha en la que, según una antigua profecía, aparecerá un vampiro guerrero especialmente poderoso llamado el Ungido, que debería ser capaz de acabar fácilmente con Buffy. La profecía dice que el Ungido se levantará de entre cinco personas que murieron juntas. Para forzar su aparición, el Maestro envía a La Orden de Aurelius a buscar y matar a un grupo de cinco personas que se encuentren casualmente juntas. La ocasión se les presenta cuando atacan un minibús que lleva a Sunnydale a los pasajeros recién llegados al aeropuerto local: una mujer que viaja con su hijo pequeño, otra mujer que viaja sola, y un individuo bastante alterado (que después nos enteraremos que es un psicópata). Cinco, contando con el conductor. Los vampiros de la Orden de Aurelius detienen el minibús y los matan a todos en unos instantes.

Mientras tanto, Buffy tiene sus propios problemas; su vida de cazavampiros está interfiriendo con su capacidad para tener citas. Se ha encaprichado de un chico, Owen, pero cada vez que intenta quedar con él surge algún asunto de vampiros del que se tiene que ocupar. 

Cuando Giles se entera de las muertes del minibús, las relaciona con la profecía del Ungido e interrumpe otra cita de Buffy para enviarla a la funeraria, a comprobar los cadáveres. Solo que esta vez, Owen la sigue para ver a que se debe este nuevo plantón, y termina en la funeraria junto con Buffy, Giles, Xander y Willow… y uno de los cadáveres (el del psicópata) levantándose convertido en vampiro. Buffy logra deshacerse de él y ella y Giles dan por supuesto que este era el Ungido de la profecía, pero se equivocan. La Orden de Aurelius vampirizó a ese tipo como un señuelo. El verdadero Ungido era el niño pequeño, que es llevado a presencia del Maestro.

Sin embargo, y contrariamente a lo que se daba a entender, no es ya de por si un vampiro extraordinariamente poderoso, sino que tiene el potencial de serlo en un futuro. Durante los siguientes episodios se limitará a aparecer ocasionalmente siendo aleccionado por el Maestro como un vampiro novato, sin hacer nada relevante.

La jauría (guion de Matt Kiene & Joe Reinkemeyer, dirigido por Seth Green): la clase de Buffy ha ido a un viaje organizado al zoo. La pandilla de imbéciles que siempre hay en toda clase se cuela en el pabellón de las hienas, que está cerrado al público porque hay cinco hienas en cuarentena recién llegadas de África. Xander se mete tras ellos para defender a un chaval al que la pandilla está molestando. Cuando Xander y los cuatro idiotas salen del recinto de las hienas están diferentes. Son más desagradables, más violentos, y se ríen mucho más y de forma estridente. En Xander el cambio se nota más, porque es un tipo relativamente normal. En el resto no es tan notable porque ya eran así de idiotas antes, aunque no a tal grado. Lo más raro de todo, es que Xander y la pandilla se llevan repentinamente bien, van juntos a todas partes riéndose, como… sí, como si fueran una jauría de hienas.

El comportamiento de esta jauría humana es cada vez más violento, llegando a comerse vivo y crudo al cerdito mascota del instituto… y luego al propio director. Xander no participa en esto último porque andaba al acecho de Buffy, que no tiene más remedio que dejarlo inconsciente a golpes y encerrarlo en una jaula. A continuación, Giles y Buffy van al zoo a ver que pueden averiguar sobre las hienas. Sospechan que los espíritus de las hienas poseyeron a los cuerpos de la pandilla y que debe haber algún modo de revertirlo. 

El cuidador de las hienas, que parece extrañamente versado en rituales mágicos (al menos tanto como Giles) traza con ellos un plan para atraer a la jauría hacia el zoo. Una vez los reúnan allí, cerca de las hienas, él mismo oficiará un ritual para devolver las almas de las hienas a sus cuerpos, liberando a los chicos.

Buffy logra que la jauría humana le persiga hasta el zoo, donde el cuidador de los animales ya ha preparado el ritual… pero no para liberar a los chicos, sino para que las almas de las hienas pasen a él, como tenía planeado desde un principio. El cuidador anhelaba el poder y la libertad de convertirse en una bestia salvaje, sin límites ni remordimientos, y la primera vez que la pandilla y Xander entraron en el pabellón de las hienas interrumpieron el ritual que él ya había preparado para ser poseído por las almas de las hienas. El nuevo ritual que pondrá las cosas en su sitio requiere un sacrificio humano, y el cuidador se dispone a cortarle el cuello a Willow a tal efecto. en el combate que sigue Buffy logra arrojar al cuidador sobre la reja del recinto de las hienas, que se lo comen vivo, poniendo fin a todo el asunto.

Ángel (guion de David Greenwalt, dirigido por Scott Brazil): Buffy está regresando de una velada mortalmente aburrida en el Bronze cuando es atacada por Los Tres, unos corpulentos y (según la descripción que le hace después a Giles) “inusualmente viriles” vampiros, que visten viejos ropajes sobre los que lucen algunas piezas de armadura medievales. Son especialmente fuertes, y Buffy solo logra escapar de ellos cuando interviene Ángel para ayudarla. Buffy y Ángel corren a refugiarse a casa de ésta, donde los vampiros no pueden seguirles debido a la antigua salvaguarda mágica que les impide entrar a un hogar habitado salvo si alguno de sus moradores le da expresamente permiso para hacerlo. A destacar que en este momento de la serie todavía no se había revelado que Ángel era un vampiro (oficialmente, al menos, porque se veía venir de lejos) y en cuanto Buffy abre la puerta de casa le grita a Ángel, sin pensar -¡Entra, vamos!”. Habiendo fracasado en su misión de acabar con Buffy, Los Tres son ejecutados por Darla, la vampiro preferida del Maestro.

Ángel ya había estado apareciendo esporádicamente en los capítulos anteriores, dando pequeñas pistas o sugerencias a Buffy, y se nos había mostrado una clara atracción entre ambos. El tenerlo en su casa parece algo emocionante y lleno de posibilidades… hasta que Buffy descubre que él es un vampiro y este sale huyendo. Poco después la madre de Buffy es atacada dentro de casa por Darla, que se alimenta de ella. Esto es una encerrona para atraer a Ángel, ya que Darla sabía que él estaba rondando la casa de Buffy. Darla se marcha dejando en brazos de Ángel a la madre de Buffy medio desangrada, y es así como Buffy encuentra a ambos cuando regresa poco después. Naturalmente, piensa que Ángel es el responsable porque es el único vampiro al que ha permitido entrar en la casa, y lo echa a la calle a patadas (literalmente). En realidad fue la madre de Buffy la que permitió entrar en casa a Darla, confundiéndola con una amiga del instituto de Buffy.

Giles se entera de esto hablando con la madre de Buffy cuando esta empieza a recuperarse del ataque. Entretanto, Buffy ha ido en busca de Ángel para acabar con él, y tienen una conversación donde se nos explica al fin de donde ha salido. Él fue vampirizado hace más de doscientos años, y se convirtió en uno de los vampiros más viciosos y sanguinarios que han existido. Esto terminó cuando los familiares de una de sus víctimas, que tenían conocimientos de magia, lanzaron una maldición sobre él. La maldición consistía en hacerle recuperar el alma que perdió al convertirse en vampiro. Esto le hizo ser consciente de golpe de todo el sufrimiento que había provocado. Arrepentido pero sin poder enmendar lo sucedido, huyó de Europa al todavía poco poblado Nuevo Mundo en un intento de alejarse tanto de los vivos como de los muertos vivientes.  

La intención de Darla era enfrentar a Buffy con Ángel para que éste terminase acabando con la cazavampiros, pero al ver que la cosa no funciona ella misma interviene. En el combate que libran a continuación es Ángel quien destruye a Darla, que por lo que llegamos a saber, fue la vampira que lo creó a él y con la que mantuvo en su momento una relación afectiva durante un par de siglos.

Es un buen capítulo, en la línea de la serie, pero hay algo que no me ha gustado. Tras su combate con Buffy y Ángel, Los Tres son ejecutados por haber fracasado, y creo que son personajes que podrían haber dado mucho juego como enemigos recurrentes, al menos durante unos cuantos capítulos. Su aspecto medieval era además un buen contraste con el de los vampiros con ropas modernas que salen el resto del tiempo. Y por el contrario, una cosa que me ha gustado mucho, es que cuando se enfrenta a Buffy, Darla empuña un par de pistolas automáticas e intenta acribillarla. Los vampiros modernos, no solo en esta serie sino en casi todas las películas y series que hay sobre ellos, luchan generalmente con las manos. Nada les impide empuñar un arma de fuego para librarse de sus enemigos, pero simplemente no lo hacen, sin ninguna razón lógica para ello. Podemos suponer que su ego les impulsa a exhibir su fuerza sobrehumana, que un cuerpo tiroteado pierde mucha sangre haciendo que no le valga al vampiro para alimentarse, que a algunos las manos se les convierten en garras dificultándoles el manipular objetos… pero incluso cuando los que tienen manos útiles luchan por su vida (o por su existencia) parecen tener alguna traba mental a la hora de ponerse a pegar tiros o simplemente emplear alguna clase de arma.

Yo robot, tu Jane (guion de Ashley Gable & Thomas A. Swyden): comenzamos este capítulo en Cortona (Italia), en 1418. Un demonio llamado Moloch el Corruptor ha tomado forma física en la Tierra y se alimenta de las vidas y almas de sus estúpidos acólitos. Un grupo de sacerdotes cristianos llevan a cabo un ritual con el que consiguen descorporizarlo y convertirlo en mera energía, contenida en forma de letras en un libro. El libro es depositado en una caja y sepultado para que sus páginas nunca puedan ser destruidas o leídas, ya que esto liberaría de nuevo al demonio.

De ahí saltamos a 1997 (el presente de la serie). El libro forma parte de los vetustos tomos de magia y esoterismo que Giles acapara como material de consulta. No lo ha leído todavía porque está escrito en una antigua lengua que precisa ser meticulosamente traducida, y no ha encontrado tiempo para ello. El libro, junto con un montón más, es escaneado y almacenado en un archivo binario como parte de un plan de actualización del instituto Sunnydale dirigido por la profesora Calendar, del departamento de informática. Por desgracia, al ser escaneado y traducido automáticamente por el ordenador, el libro entiende que ha sido leído. Las letras, que en realidad eran la impronta física de la energía del demonio, toman conciencia de su nueva existencia dentro del ordenador.

Hay que tener en cuenta que esto se filmó a inicios de la era de Internet, cuando la mayoría de la gente no disponía de conexión a la red y las capacidades (y peligros) de esta nueva tecnología eran todavía bastante desconocidos. Convertido en un flujo de datos en la red interna del instituto, Moloch moderniza su nombre cambiándolo a Malcom. Bajo esta nueva identidad se hace pasar por un estudiante y se comunica por medio de un chat con Willow y otros alumnos para formar una nueva secta. Aquellos que responden a los mensajes de Malcom se van aislando progresivamente de sus amigos y pasan a obedecer ciegamente cualquier indicación que su nuevo “amigo a distancia” les dé. Preocupada por el cambio de actitud de Willow, Buffy trata de averiguar quién es Malcom en realidad, y este incita a sus nuevos acólitos a matarla.

Moloch/Malcom ya está conectado a Internet y tiene un control cada vez mayor sobre esta, pero eso no le basta. Quiere también un cuerpo físico, y sus acólitos (entre los que hay al menos un científico) le proporcionan uno robótico. 

Moloch, en sus versiones de carne y metal.

Buffy trata de deshacerse de él por su método habitual de machacarlo a base de puñetazos y patadas, pero esto no da tan buen resultado con el demonio de metal como con los vampiros, mucho más blanditos. Para derrotarlo, deberán combinar los ataques físicos de Buffy con un ritual de exorcismo mano a mano entre Giles y Calendar, en el que él lee el ritual directamente de un libro de magia antigua mientras ella lo transcribe a Internet mediante un ordenador. El papel de la profesora Calendar, por cierto, es ambiguo, para que casi hasta el final no tengamos claro si forma parte o no de la secta de Moloch. El resultado es, en mi opinión, uno de los capítulos más originales (para la época) y mejor estructurados de esta primera temporada. Ahora que está tan de moda el tema del transhumanismo (el traspaso de la conciencia humana a una forma de vida enteramente virtual o mecánica) resulta especialmente curioso encontrar que en una serie de los 90 ya se tocó el tema del transdemonismo.

Como pequeñas curiosidades; uno de los acólitos de Moloch (quizá el mismo que le fabricó su nuevo cuerpo) tiene un parecido más que notable con el dr. Isaacs de la saga cinematográfica Resident Evil, aunque no he podido confirmar que sea el mismo actor, Iain Glen. Los secundarios no destacados no aparecían en los títulos de crédito de los capítulos y su papel se limita a un par de segundos, sin decir una sola palabra ni hacer nada relevante.

 

Otro detalle curioso (aunque esto obedece sin duda a un error que se les pasó por alto durante el rodaje) es que hay dos ocasiones en que se nos muestra en la pantalla de un ordenador el expediente del instituto de Buffy, y algunos datos como su fecha de nacimiento o el curso en el que se encuentra son distintos de un pantallazo a otro.  

Con el próximo lote de capítulos terminaremos la primera de las siete temporadas de Buffy. Puedes leer la reseña sobre esos capítulos pulsando aquí.

Buffy the Vampire Slayer T1. 1997. Creada por Joss Whedon. Sarah Michelle Gellar, Alyson Hannigan, Charisma Carpenter (actrices principales) Nicholas Brendon, Anthony Stewart Head, David Boreanaz (actores principales). Editado en DVD en 2003 por Twenty Century Fox Home Video.

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